Por siempre tuya
Capítulo 66

Capítulo 66:

“Te quiero, papi, gracias por todo” le dije, y volvió a darme un beso en la frente.

Hansen se acercó a mí, tomó mi mano y me llevó al altar para iniciar la ceremonia.

Con su mano limpió mi rostro, secando mis lágrimas.

La ceremonia comenzó y dimos nuestros votos. Hansen comenzó:

“Toda mi vida, me enseñaron que la diosa nos tenía preparado el más grande obsequio de nuestra vida: la parte que nos complementaría, que nos haría ser uno solo. Cuando era joven y estúpido” dijo sonriendo, y se escucharon en la multitud unas cuantas risas, incluyendo la mía.

“Pensé que nunca llegaría a mi vida mi mate, pero cuando la conocí, y todos saben la historia, al principio no sabía que era mi mate, pero aún así me enamoré perdidamente de ella, su belleza” comenzó Hansen.

“Su fuerza y su aura. Eres una mujer admirable que has luchado por lo que quieres en tu vida, siendo fuerte, más que eso, siendo una guerrera. Nos has demostrado a todos que no tienes límites para proteger a los que amas y que te entregas completamente” continuó, mirándome con amor en sus ojos.

“Ante la diosa y todos, te juro que siempre te amaré, te protegeré, seré un mejor hombre y alfa para ti, porque te amo y siempre te amaré, mi luna” concluyó, y las lágrimas se reflejaron en mi rostro al escuchar sus palabras llenas de sinceridad y compromiso.

Luego, fue mi turno de hablar:

“Yo, Alania, sé que nuestra unión no ha sido fácil, que está rodeada por dificultades, pero también sé que la diosa nos ha unido porque es el destino, es nuestro camino. Te amo, aunque al principio tenía miedo de pertenecerle a alguien” expresé, mirando profundamente a los ojos de Hansen.

“Se que eres lo mejor que me ha pasado en mi vida. Eres mi roble, mi fuerza, mi amor y mi pasión hacia la vida. Me has enseñado a luchar y sacar de mí la fuerza que jamás pensé tener. Te prometo amarte, respetarte y ser una digna Luna, no para seguirte, sino para guiar a nuestra manada a tu lado, como tu igual y ser una Luna fuerte y temeraria como ya lo es mi alfa. Te amo, Hansen” finalicé con una sonrisa, sintiendo el amor palpitar en cada palabra.

El Elder mayor sacó una navaja y cortó la mano de Hansen y la mía.

“Con la unión de esta sangre, tu lazo guiado por la diosa de la luna será consumado. Serán uno solo hasta la eternidad o hasta que uno muera” declaró solemnemente.

Hansen cortó su mano y después la mía, pero lo que pasó después nos dejó a todos impactados.

Cuando la sangre brotó de nuestras manos, mi cuerpo comenzó a brillar con una luz intensa.

Al tocar la mano de Hansen y su sangre, ambos nos cubrimos de la luz; mi cuerpo se envolvió en llamas azules y luego rojas.

Hansen y yo estábamos completamente en shock, pero aún más sorprendidos cuando las llamas tomaron un tono rojo.

Se escucharon murmullos de asombro en nuestra manada y entre nuestros familiares.

Las llamas comenzaron a extenderse desde nuestras manos hasta cubrir completamente el cuerpo de Hansen, que ardía en llamas rojas, mientras que mi cuerpo estaba envuelto en llamas azules.

El poder de Maxon se traspasó a Hansen, aunque no sabíamos cómo, creíamos que fue por la unión de nuestra sangre.

Cuando nos besamos, las llamas se intensificaron y luego comenzaron a disminuir gradualmente. Nos separamos y ambos sonreímos, sintiendo la fuerza y el poder en nuestra unión.

Hansen tomó mi mano y se volvió hacia nuestra manada.

“Ahora es oficial. Les presento a su nueva Luna, Alania Winter” anunció con solemnidad.

Todos los presentes estallaron en gritos de alegría y aullidos, arrodillándose en respeto por su nueva luna, por mí.

Era el momento de dar mi discurso por primera vez, y estaba nerviosa, pero Hansen se acercó y me besó en la frente, dándome su apoyo.

“Se que en el pasado huí para protegerlos, pero ahora es diferente. Soy Luna Winter y estaré frente a ustedes en cada batalla, en cada lucha, hasta la última gota de sangre de mi cuerpo. Seré su guía, su madre, su luna, y no habrá fuerza ni destino ni la misma muerte que pueda quebrantar esta promesa y que me impida cumplirla” proclamé con orgullo.

Todos se pusieron de pie aplaudiéndome, mientras Hansen tomaba mi mano con la suya y la levantaba, gritando:

“¡Por la fuerza de nuestra manada y la unión, jamás seremos vencidos, porque esa es la fortaleza de nuestro clan!”

Después de la ceremonia, llegó la hora de la celebración.

El jardín de la casa estaba decorado con flores por todas partes, música y mesas. Hansen y yo estuvimos cerca de nuestros amigos y familiares, disfrutando de la felicidad que nos rodeaba.

Estábamos radiantes de alegría, y Hansen no podía dejar de demostrar su amor y felicidad, besándome cada vez que tenía la oportunidad. Yo me sentía infinitamente feliz a su lado.

“Eres mi felicidad, esposa mía” me dijo sonriendo.

“Y tú eres la mía, simplemente estando a tu lado” le respondí, mirándolo con amor.

“Entonces, Luna mía, siempre lo serás porque no pienso alejarme de tu lado nunca” me dijo mientras tomaba mi mano entre las suyas y la besaba.

Seguimos caminando juntos, tomados de la mano, cuando me llevó hacia la pista de baile, que estaba ubicada en el centro del jardín.

“Es momento de nuestro vals, espero que te guste la canción que elegí para nuestro primer baile como esposo” me dijo con una sonrisa mientras me besaba.

“Hansen, te amo” le dije sonrojada por su gesto.

La música empezó a sonar y no podría haber elegido una canción más perfecta para nosotros.

Era ‘Perfect’ de Ed Sheeran.

Hansen colocó su mano en mi cintura y con la otra tomó la mía mientras me acercaba a él y me cantaba al oído, siguiendo el ritmo de la música.

En este momento, el mundo a nuestro alrededor no importaba, solo éramos él y yo.

Al terminar la fiesta, Hansen me tomó en sus brazos y nos retiramos a nuestro cuarto para disfrutar de nuestro amor, del momento de estar finalmente unidos para siempre.

Fue una noche maravillosa como todas las que he pasado al lado de mi ahora esposo. La manera en que acaricia mi cuerpo y lo devora con amor, con cuidado, siempre me hace sentir amada y deseada como solo él puede hacerlo.

Al día siguiente, lo pasamos en nuestro cuarto amándonos y dejándonos llevar por el placer.

Sabíamos que no podíamos estar mucho tiempo lejos de nuestros deberes como alfa y luna, pero queríamos disfrutarnos un poco más y estar juntos.

Han pasado tantas cosas en nuestra vida que estos momentos son un tesoro para nosotros.

Durante el día, cocinamos y estuvimos en nuestro cuarto, que ahora era como una suite, ya que somos oficialmente alfa y luna y necesitábamos nuestro propio espacio.

Hansen acondicionó la antigua suite del alfa, mi Tío Dante, como ellos ya se habían mudado.

Así que la reacondicionó y pasamos nuestra primera noche como esposos aquí, disfrutando de nuestra privacidad.

Teníamos nuestra propia cocina, cuatro recámaras cada una con su propio baño y closet enormes, la sala, una estancia privada para las visitas, y además la oficina de Hansen ahora estaba aquí en el tercer piso, al lado de la mía.

Como Luna, tendría que encargarme de organizar eventos, la compra de comida para la manada, la salud y las escuelas.

Además, había tomado como reto personal el entrenamiento de las mujeres.

Con las guerreras fuertes que tenemos y que he llegado a conocer, organizaré unos entrenamientos para que todas las mujeres y adolescentes aprendan defensa personal, y las que lo deseen formen parte de mis guerreras de élite.

Hansen estuvo de acuerdo con mis planes e incluso me felicitó por tomar esa iniciativa, que él ya tenía en mente. Pero como Luna, era mi obligación velar por las mujeres de mi manada.

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