Por siempre tuya -
Capítulo 62
Capítulo 62:
Después de culminar nuestro amor finalmente, no nos detuvimos y durante toda la noche nos entregamos en cuerpo y alma, dejando libre nuestra pasión y deseo.
Por fin Alania es mi mujer, mía y no dejare que nada ni nadie nos separe, la defenderé con mi vida si es necesario, pero no permitiré que Julius me la arrebate, la perdí una vez y no volverá a pasar.
…
Al día siguiente, me desperté con mi mujer en mis brazos, nuestro aroma cubría nuestro cuarto, el aroma de nuestro placer de la lujuria de lo que había paso durante la noche, no pude evitar que se reflejara una gran sonrisa en mi rostro, de solo recordar cada momentos juntos.
“Buenos días hermosa” le dije besándola.
“Hansen, ¿Por qué te levantas tan temprano, que acaso no estas cansado?” me pregunto ella sonriendo.
“La verdad no, de hecho estoy listo para otro round” le dije besándola.
“Estas loco, eres insaciable” me dijo cubriéndose el rostro con sus manos.
“De ti siempre, jamás podre dejar de acariciarte de besarte eres mi dr%ga, como podría estar sin tus labios”
Y bese sus labios.
“Sin tus caricias”
Comencé a acariciar su mejilla bajando lentamente hasta llegar a sus pechos.
Pude oler como su excitación volvía a traicionarla y ella estaba completamente sonrojada.
“¿Por qué te pones así? Después de lo que paso anoche, diría que podemos hablar de lo que sea” le dije mirándole.
La abrace y con un movimiento rápido, me coloque sobre ella y comencé a besarla apasionadamente, ambos estábamos aun desnudos así que no perdí tiempo y comencé a penetrarla nuevamente, sintiendo su calor su cuerpo excitado tanto como el mío, por estar tan cerca de ella.
Puedo acostumbrarme a esto, a estar cerca de ella, a despertar a su lado y crecer como pareja, tener una familia, jamás me cansaría de esta mujer que llena mi existencia y mi ser.
Dicen que cuando haces el amor con tu mate, es tocar el paraíso, siempre pensé que exageraban, que eran estupideces de lobos débiles y sin fuerza.
Siempre tuve mujeres hermosas a mi alrededor que se lanzaban a mí, con el simple hecho de llegar a mi cama, el tener relaciones con un alfa era un premio un trofeo, todas querían ser mi luna, pero yo sabía que solo la elegida por la diosa tendría ese lugar.
Después de varios años de pasar de una mujer a otra, me cansé de esperar y estaba dispuesto a elegir una mate que cubriera todas mis expectativas.
Pero cuando la conocí, cuando llegó el día en que mis ojos la miraron, fue como si un ángel hubiera caído del cielo. Me enamoré de ella sin saber que era mi mate, sin saber que era la pareja que la diosa había creado para mí.
Mi pareja perfecta, mi mujer perfecta, mi luna perfecta. La mujer que sería la madre de mis hijos. No podía creer que fuera ella, mi Alania.
Sin saber que era mi mate, ya la había elegido sobre todo. Pero el día en que ese aroma intoxicante llegó a mi vida, me sentí el hombre más feliz.
El saber que la mujer que amaba era mi mate. Al principio me sentí traicionado por lo que ella hizo, pero entendí sus motivos.
Aunque tarde lo entendí, la perdoné porque no podría vivir sin ella. La esperé y la seguiría esperando toda mi vida.
Alania me ha hecho sentir todo: amor, odio, traición, pasión incontrolable, deseo, lujuria. Esta mujer es mi todo y mi perdición. Jamás dejaré de agradecerle a la diosa por haberla puesto en mi camino.
Ahora soy yo quien no debe dejarla ir, quien debe adorarla como la diosa que es para mí.
Ahora sé que es verdad, cuando tienes sexo con una mujer puede ser una aventura emocionante, llena de lujuria y excitación, y puede en ocasiones satisfacerte completamente.
Pero eso no es nada en comparación con esto. Jamás se podrá comparar con hacer el amor con la mujer que amas, con tu mate. Hacer el amor con tu mate es simplemente tocar el cielo, y después de eso, no podría dejarla ir de mi lado, nunca más.
…
Dos semanas atrás…
“Alfa, ella ha regresado, la han visto en su manada al lado de Alfa Hansen, parece que están de nuevo juntos, eso es lo que nuestro espía nos ha informado” dijo Sampier.
“Quiero saber absolutamente todo, dónde está, con quién, cuáles son sus planes, todo. ¿Me escuchaste? Quiero saberlo ahora” dije furioso y ansioso por obtener información sobre mi luna.
“Si, Alfa” respondió mi Beta y se retiró.
Alania, toda una vida esperando por ti, mi hermosa luna. No puedo soportar la idea de no tenerte a mi lado.
Desde que te vi por primera vez hace cuatro años, supe que eras la mujer más hermosa que había visto en mi vida.
Quizás no fue la mejor decisión tratar de forzar nuestra unión en el pasado. Pero me enamoré de ti sin darme cuenta, a pesar de saber que no eras mi mate destinada.
El simple hecho de saber que la diosa te había entregado a otro hombre me volvió loco entonces, y sigue haciéndolo ahora.
No permitiré que te alejen de mí de nuevo, ya sea Maxon, Hansen o cualquier otro. Haré todo lo que esté en mi poder para tenerte a mi lado para siempre. Porque si no puedes ser mía, entonces no serás de nadie, mi luna.
Después de tres días de intensa vigilancia, mi Beta finalmente entregó un informe detallado de los movimientos de Alania. Junto con el informe, me entregó unas fotografías donde Alania estaba rodeada por llamas azules y rojas, demostrando su poder mágico. Sabía que ella poseía habilidades mágicas debido a su linaje, pero nunca imaginé que desarrollaría el poder de Maxon después de su muerte. A pesar de que Maxon fue un obstáculo en mi camino, fue fácil eliminarlo con la ayuda de una bruja de magia negra.
Estaba decidido a hacer cualquier cosa por Alania y no me detendría. Dirigí mis pasos hacia mi oficina para organizar a mi manada.
Durante este tiempo, recluté exiliados para aumentar nuestros recursos, incluyendo lobos que habían estado solos durante mucho tiempo, lo que los había vuelto especialmente feroces.
Con mi primer movimiento planeado, mi Beta, Sampier, obtuvo información sobre una fogata que se llevaría a cabo en Red Winter.
Era el momento perfecto para llevar a cabo mi plan de secuestrar a Alania, y no desperdiciaría esta oportunidad.
Ordené a un grupo de guerreros que se prepararan mientras nos acercábamos al bosque cerca de la casa principal del clan Red Winter.
Podía escuchar las risas y conversaciones provenientes de cerca.
Utilizamos una poción para ocultar nuestro aroma y nos aseguramos de mantener el sigilo, manteniendo contactos con algunos brujos para evitar ser detectados.
Mis guerreros se dividieron en tres equipos, cada uno con un objetivo específico.
El primero debía distraer a la manada para separarlos y llevarlos hacia la frontera del territorio, donde el segundo equipo los sorprendería, dejando a Hansen aislado y rodeado para su eliminación.
El tercer equipo tenía la tarea de secuestrar a Alania, mi preciada Luna.
El plan parecía perfecto en papel.
Mientras buscaba a Alania, la vi junto a Hansen en el bosque, compartiendo gestos de intimidad que me llenaron de celos y furia. Los seguí de cerca hasta que se sentaron en la orilla del lago, donde la escena se volvió aún más desgarradora.
Hansen se atrevía a tocarla, a desnudarla, y mis celos no podían ser contenidos.
Sin dudarlo, ordené a mi Beta que activara el ataque.
Hansen y Alania reaccionaron al sonido de la batalla y comenzaron a huir.
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