Por siempre tuya -
Capítulo 52
Capítulo 52:
“Iván, tienes la nuestra” le dijo Hansen.
“Claro, ya tiene tu mensaje escrito”.
Hansen tomó algo de papel, y caminamos hasta tomar un lugar un poco alejados de todos. Me entregó lo que le dio Iván.
“Ábrelo” me dijo.
Tomé ese papel y comencé a abrirlo. Era una linterna de papel japonesa, como las que usan en año nuevo, que llevaba una pequeña vela adentro y que volaba al cielo. La miré, y tenía nuestro nombre escrito:
“Hansen y Alania”.
Después, tenía una pequeña inscripción:
“El amor que me une a ti, no tiene límites. Siempre estaré a tu lado, siempre te protegeré y siempre te amaré. Quiero compartir tu alegría, tu tristeza. Quiero cubrirte de caricias y darte mi hombro cuando tengas que llorar. Quiero ser parte de tu vida porque tú ya eres parte de la mía. Te amo, Alania, mi luna, mi mujer. Hansen”
“Hansen, yo…” las lágrimas comenzaron a caer en mi rostro al leer lo que él había escrito. Era tanto el amor que él sentía por mí que me quedé sin palabras.
“Estas lámparas son una promesa para nuestra pareja. Ese es el significado de esta tradición que comencé. Cada año se realiza, y esta es la primera vez que lo hago yo” dijo mirándome.
“Esta es mi promesa para ti. Te amo, Alania. No puedo imaginar mi vida sin ti, y no pienso hacerlo. Lucharé siempre por ti, porque te amo” me dijo mientras se acercaba y acariciaba mi rostro, retirando las lágrimas de mis mejillas.
“Hace cuatro años, te fallé. No pude protegerte. Hace un año, tuviste que huir por miedo a perderme. Te fallé como tu pareja y tu alfa” dijo seriamente.
“Y por eso te pido perdón. Nunca debí permitir que huyeras. Cuando supe que utilizaste magia para esconder nuestro lazo, no logré entenderte. Pero solo querías que te amara por ti, y fui un estúpido”.
“Si hubiera sabido lo que te pasó en ese entonces con Julius, hubiera sabido manejar mejor la situación”.
“Hansen, no digas eso tú…” le dije, pero él no me dejó terminar.
“Déjame hacerte una nueva promesa” me dijo mientras tomaba la lámpara con sus manos y la encendía.
Tomó mi mano, y miramos a nuestro alrededor.
Todos tenían las lámparas listas.
“Levantemos nuestras promesas a la diosa de la luna y pidamos la bendición de nuestras uniones y familias” dijo Hansen, y ambos la soltamos.
Me quedé mirando al cielo, viendo cómo nuestra lámpara volaba alto.
Miré alrededor y vi cómo todas las demás también volaban en el aire bajo la luz de la luna. El paisaje era verdaderamente hermoso.
Vi cómo mi hermano abrazaba a Lexie tiernamente, y Sebastián besaba a Elena en la frente.
Por primera vez en mi vida, me sentía en paz alrededor de mi familia.
Después de tanto tiempo, por fin me sentía en casa, y una sonrisa se reflejaba en mi rostro.
Cuando miré hacia donde estaba Hansen, pude verlo de rodillas, con una pequeña caja en la mano. La abrió, y pude ver un hermoso anillo.
“Sé que esto es una costumbre en los humanos, pero quiero que seas mía de todas las formas posibles” dijo mirándome.
“Alania Wilson, ¿me harías el gran honor de ser mi esposa y mi luna, darme la oportunidad de compartir mi vida contigo, de amarte cada día de nuestras vidas y permitirme demostrarte siempre que no hay otra mujer más importante en mi vida que tú?” dijo Hansen.
No pude contener mis lágrimas y me puse de rodillas frente a él.
“Hansen, no sé qué hice para merecerte, y me arrepiento de todo el dolor que te causé. Te juro que dedicaré toda mi vida para demostrarte cuánto te amo, para merecerte como mi alfa, mi mate, mi esposo”.
Él sonrió, y pude ver unas lágrimas caer en su rostro.
“Nada me haría más feliz, mi amor” dijo sonriendo, tomó mi mano y colocó el anillo.
Se levantó y tomó mi mano para ayudarme a levantarme. Se acercó a mí lentamente, y nuestros rostros estaban frente a frente.
Respiró profundo, inhalando mi aroma.
“Te amo, hermosa” fue lo último que dijo cuando cerré mis ojos y solo sentí sus labios carnosos rozar los míos en un beso apasionado.
Sus brazos rodearon mi cintura, y me abrazó con fuerza para no dejarme ir. Este fue el momento en el que me dejé llevar por la felicidad.
Después de unos minutos, nos separamos para recuperar nuestro aliento. Hansen tomó mi mano, y giramos para ver de frente a nuestra manada, que estaba a nuestro alrededor. Hansen levantó nuestras manos y les dijo.
“Manada Red Winter, les entrego a su futura luna y a mi mate, Alania Wilson” dijo Hansen. En su mirada, se veía el orgullo que sintió al decir esas palabras.
“Mi luna, mi mate” por fin estaba reclamándome como suya frente a todos.
No era una ceremonia oficial, pero era entre nuestra manada, nuestros amigos, nuestra familia, la ceremonia oficial y todo lo demás vendría con el tiempo.
Pero en este momento, él le estaba declarando al mundo que era suya y que no permitiría que nada nos separara.
Esa fue una declaración y una amenaza a quien se atreviera a intervenir, ahora que estamos unidos nuestros lobos son mas fuertes, Hansen se a recuperado totalmente y ahora es el Alfa de antes, fuerte, temerario sin temor a nada.
Tuvimos que pasar muchas cosas para llegar a este momento, el por fin estar juntos como pareja, solo espero que la diosa nos conceda ser felices, tengo un mal presentimiento de que Julius jamás permitirá que lo seamos.
Pero a lado de mi alfa de mi mate no habrá nada que no podamos combatir juntos, porque lo amo y no me alejare de él nunca más.
Después de la declaración de Hansen y las felicitaciones de nuestros amigos y familiares, mi papa estaba emocionado porque finalmente estaríamos juntos.
Mis tíos no podían estar más felices al saber, que yo sería la pareja de su hijo, todas las piezas se estaban acomodando en su lugar, mi hermano abrazo a Hansen y ambos bromearon, Lexie, Elena y Sebastián se alegraron tanto por nosotros, Hansen me tomo de la mano y se acercó a mi oído y me dijo:
“Caminemos un poco hay demasiada gente y creo que no podre soportar un abrazo más” dijo tratando se caminar rápido, para alejarnos de todos.
Lo seguí mientras caminábamos juntos, no estábamos lejos del lago así que nos sentamos en la orilla, él me tenía abrazada con su brazo sobre mis hombros y coloqué mi cabeza en su hombro cerca de su cuello, podía oler su aroma que era mi favorito.
Miramos la luna y por unos segundos, nos quedamos abrazados, lo más cerca posible uno del otro.
“No puedo creer lo que acaba de pasar parece un sueño” le dije mirándole,
Hansen acaricio mi mejilla y me dio un pequeño beso en mi nariz.
“No lo es, es una realidad serás mía muy pronto, mi luna y en un futuro no muy lejano la madre de mis hijos” dijo sonriendo.
“Wow Alfa creo que vas muy rápido, para eso tendrá que pasar algún tiempo, olvidas que tan solo tengo 19 años, estoy muy joven para hijos todavía, quiero disfrutarnos, hemos estado tanto tiempo separados y han pasado tantas cosas” dije mirándole.
“Todo a su tiempo mi luna, no apresurare nada, pero si pasa pasara “dijo mirándome.
“Te amo Alania” me dijo y sentí como una corriente de electricidad me cubría completamente, su mirada su cuerpo su cercanía eran demasiado.
Hansen se acercó lentamente y colocando su brazo atrás de mi espalda, me recostó en el pasto suave, estaba sobre mí y pude sentir como el roce de nuestros cuerpos estaba ocasionando que mi corazón palpitara rápidamente.
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