Por siempre tuya
Capítulo 24

Capítulo 24:

“Beta Wilson está aquí, por lo tanto, debe estar su padre y el antiguo Alfa Dante, quiero que los localicen y manténgalos vigilados, no puedo permitir que se interpongan en mis planes”

Estuve buscándola entre la gente hasta que la encontré, en medio del salón en un vestido que me quito el aliento, una diosa en rojo fuego mi Alania, por fin hermosa mía hoy serás mía y dormirás en mis brazos, no habrá nadie que impida que reclame lo que es mío.

Una hora antes en la recepción entre alfas y lunas…

“Alfa Julius bienvenido” dijo Hansen estrechando la mano de su invitado.

“Es Julius nada más, por favor, tengo que agradecerte la invitación, es el primer evento oficial al que asisto después de tomar mi cargo como alfa de mi manada” dijo Julius.

“Felicidades y me alegro ser tu anfitrión, espero encuentres tu visita muy placentera, ¿Viniste con tu Luna?” pregunto Hansen.

“Digamos que estoy esperando por ella, después de tantos años finalmente podre hacer oficial nuestra relación” dijo Julius con una sonrisa sarcástica,

“Me alegro por ti, ¿Acaso la conozco?” dijo Hansen curioso.

“Es muy posible es una mujer única entre miles y soy afortunado en tenerla como mi mate, pero pronto sabrás quien es, esta noche por fin la tendré donde debe estar”

“Vaya una luna única, yo también conozco una muy especial y estoy por oficializar mi relación, por cierto, a que te refieres con que esta noche por fin la tendrás”

“Porque esta noche cerraremos nuestra unión completaremos el enlace de parejas y ser completamente mía, mi luna al fin” dijo Julius con una sonrisa de triunfo en su rostro.

“Entonces felicidades Alfa y espero disfrutes tu estancia, si me disculpas tengo más invitados que atender” dijo Hansen alejándose de Julius.

“Iván tenía razón, este idiota no ha cambiado en nada, sigue siendo un presumido y ambicioso” dijo Hansen después de hablar con Julius.

Tiempo actual…

“No puedo creer como en un instante mi vida cambio, de tener cerca al hombre que amo a perderlo para siempre”

Estaba desconsolada caminando a través de los invitados, cuando sentí una mano en mi espalda baja y al voltear mi asombro me delato.

“¿Qué haces aquí?, no puedes estar aquí” le dije sorprendida, mirando a todos lados buscando a alguien, que me ayudara a alejarme de este demonio.

“Porque todos se sienten con el derecho de decirme que puedo o no hacer” dijo Julius molesto.

“Hola Alania no me vas a saludar como se debe” dijo mientras se acercaba para darme un beso en los labios, pero gire mi cabeza y termino besando mi mejilla.

Mientras estaba tan cerca de mí, aprovecho la distancia y me dijo al oído.

“Tu aroma es la esencia más intoxicante y deliciosa que jamás he percibido”

Colocando mi mano en su pecho, lo retire de mi poniendo distancia entre nosotros.

“Deja de mirarme así” le dije nerviosa.

“Como podría, sabes por cuanto tiempo te busque, lo mucho que te he extrañado, el ver tu rostro tu sonrisa, escuchar tu dulce voz decir mi nombre, sé que es difícil de creerlo Alania, pero te amo” me dijo seriamente mirándome a los ojos.

No pude evitar ponerme nerviosa.

Él estaba demasiado cerca y podía respirar su colonia, el seguía siendo guapo siempre lo fue, su cuerpo atlético su cabello rubio y esos ojos que me miraban con seducción desnudándome con la mirada, todo mi cuerpo temblaba al estar tan cerca de él.

“Como puedo creer una palabra de lo que estar diciendo, me engañaste Julius me destrozaste el corazón y jugaste conmigo” le dije dolida recordando lo mucho que lo amé en ese entonces.

“Si me hubieras dicho la verdad otra situación estaríamos viviendo” le dije seria y mirándole.

“Aun podemos hermosa, hay tiempo de sobra ahora, estoy aquí y solo tienes que decir las palabras correctas; y nos iremos de este lugar para siempre” me dijo decidido, esperando mi respuesta.

Mis ojos divagaron por todos lados, no puedo creer que estaba pensando en considerar su oferta.

“Por dios Alania, que haces ni si quiera lo pienses” dijo Kayla en mi mente.

“Es tarde Julius, intentaste tomarme a la fuerza, esas imágenes de ti tratando de forzarme, como pudiste atreverte hacerme eso” le dije con mi voz un poco quebrándose por el sentimiento de recordar esos momentos de angustia que pasé.

“Estaba desesperado, mi padre fue un cobarde que no me apoyo y me acababan de separar de ti, era la única manera de obligarlos a entregarte, el hacerte mía y que estuvieras esperando a mi pup en tu v!entre”

“Se que no debí hacerlo, pero era el último recurso que tenía, no podía perderte porque después de que te arrebataron de mi vida y te fuiste, me di cuenta de lo mucho que te amo, me engañe a mí mismo, siempre te ame y estuve enamorado de ti desde el primer momento que te vi”

“Pero mi orgullo y el poder me cegaron, pero no más estoy aquí con el corazón en la mano y dispuesto hacerte mi Luna” dijo seriamente acariciando mi mejilla con su mano.

“A que te refieres, ¿Que pasara con tu mate?” le pregunte sorprendida por su propuesta.

“Después de que te fuiste, exactamente 6 meses después la conocí, pero la rechace, comparada contigo no era nada, tu eres la mujer que amo y que quiero como compañera de vida, como mi Luna, solo tu Alania siempre serás tú”

“Estas loco Julius, estas demente si crees que te aceptare” dije con la boca abierta sorprendida, de saber hasta qué grado era capaz de llegar Julius por tenerme.

Tenía que alejarme de él, intente dar unos pasos y caminar, pero el tomo de mi mano y me acerco a él, comenzó a caminar hasta la pista de baile conmigo en sus brazos.

“En esta ocasión no podrás negarte a bailar conmigo, que dirán los invitados”

Julius me tomo fuertemente de la cintura y me acerco demasiado a él, no había espacio entre nosotros intente soltarme, pero no quería ocasionar una escena.

Comenzamos a bailar y solo quería que la canción terminara para salir corriendo, estaba nerviosa, tenerlo tan cerca despertara algo en mí, no sé qué era, pero no quería quedarme a su lado para averiguarlo.

“¿Dónde está Hansen?” le pregunte a mi mate Lexie.

“Creo que en su oficina de hecho voy en camino, necesito hablar con el” dijo Lexie preocupada por la expresión en el rostro de Iván.

“Hazme un favor hermosa quédate aquí, no te aleje ni salgas de la casa, por favor” dijo mirándola,

“¿Que pasa Iván?”

“Eso es lo que espero, que no pase nada, pero necesito que me prometas eso, quédate aquí adentro mantente alerta y espérame ok” dijo mientras besaba a Lexie en los labios.

“Te amo baby” y se fue rumbo a la oficina de Hansen.

Iván no espero a que Hansen le concediera permiso para entrar, simplemente abrió la puerta y entro con preocupación en su rostro.

“¡Qué demonios Iván!, nadie te enseño a tocar antes de entrar sin permiso” dijo Hansen furioso, aún estaba tratando de asimilar lo que había pasado, hace unos momentos con Alania.

“Déjate de estupideces, que hay cosas más importantes que debemos discutir y no puedo esperar más tiempo” dijo Iván serio mirando a Hansen.

“Te mentí, todos te hemos mentido hay algo que no sabes y ya no puedo callarlo más, necesitamos proteger a Alania” dijo Iván.

“¿De qué demonios están hablando?, ¿Protegerla de qué? ¿De quién?, habla no te quedes callado m!erda” dijo Hansen furioso mientras cerraba sus manos en puños de rabia de solo pensar, que alguien quisiera lastimar a su amada.

“Hace cuatro años alejamos a mi hermana de la manada, porque un Alfa de un Clan muy poderoso, quiso secuestrar y abusar de ella a la fuerza, para impedir que alguien más se la arrebatara, convertirla en su Luna y en su mate” dijo Iván con rabia.

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