Por siempre tuya -
Capítulo 16
Capítulo 16:
Al ritmo de la música se acercó un poco más a mí, y sentí su aliento en mi oído mientras mi espalda estaba pegada a su pecho, sus manos comenzaron a acariciarme y eso me molesto.
Cuando estaba a punto de empujarlo, me tomo del antebrazo y me acerco a él, nuestros labios estaban a centímetros de los míos y sin poder hacer nada, me beso de una manera apasionada invasiva, sentí algo que jamás pensé volver a sentir en mi cuerpo.
Ese beso, esa manera de besarme con fuerza, sin pedirlo solo robando algo que no te pertenece a la fuerza.
‘Pero no puede ser’ dije en mi mente.
Sin pensarlo nuevamente y antes de que volviera a besarme lo empuje.
“No vuelvas a tocarme” le dije furiosa y el tomo mi mano y me acerco a él, estábamos frente a frente y jamás olvidare sus palabras.
“Te vez hermosa, ahora que eres toda una mujer, no sabes cuánto te he extraño Alania, mi Alania, mi Luna” dijo el hombre misterioso.
“Esa voz, ¿No puede ser?, ¿No puede ser él?” dije en mi mente mientras el miedo y la angustia de apoderaban de mí.
“Es el” dije con pánico en mis ojos y viendo como en su rostro se refregaba una sonrisa, que eriza mi piel.
“Regrese por ti”
Por mi mente pasaron mil pensamientos, que me llevaron hasta donde me encontraba parada, en medio de la pista de baile rodeada de personas que no conocía y enfrente de mi a un metro y medio, el hombre que más daño me hizo en toda mi vida.
En su mirada se reflejaba el deseo, un amor retorcido lleno de egoísmo e incapaz de dejarte ser libre, lejos de él.
Su mirada, su sonrisa eran penetrantes, había pasado tanto tiempo desde la última vez que lo vi y me jure que jamás permitiría que él me hiciera sentirme indefensa, pero en un segundo toda la fortaleza que durante años intente construir se derrumbó ante mí.
Esos ojos verdes que alguna vez pensé que me amaban cuando intento cortejarme, se volvieron en el reflejo de algo que no pensé que sería posible, en alguien que te ama.
…
Flach Back
Hace 4 años…
Estaba sentada en la orilla del lago, cuando sentí la mirada de alguien y en ese momento giré mi cabeza, para encontrarme con un joven quizá unos años mayor que yo, su cabello color miel corto y una mirada tierna.
Sus ojos verdes, pero entre azul claro, verdaderamente guapo no podía dejar de verlo.
“Hola” dijo mientras se acercaba a mi lentamente.
Para mí era un desconocido y de un salto me moví hacia atrás, en posición defensiva, él se detuvo y me dijo:
“Por favor no me tengas miedo, solo quería conocerte, te he visto venir aquí y he tratado de pensar la manera de acercarme sin asustarte” dijo sonriéndome.
“Me llamo Julius y no te hare daño, solo quiero saber tu nombre” dijo mientras me sonreía.
Había algo en él, que me hacía sentirme atraída, no entiendo si era su carisma o su sonrisa, pero mi sexto sentido me gritaba que no confiara en él, pero no hice caso a tan absurdos sentimientos sin sentido y me deje llevar por lo que él me hacía sentir.
“Me llamo Alania” dije sonriendo.
Durante varios días nos estuvimos viendo en este lugar, siempre fue muy respetuoso al acercarse a mí, era cautivador me estaba enamorando de él, pero tenía en mente que debía esperar por mi mate, pero quizá él lo era y por eso sentíamos esta atracción.
“Julius háblame más de ti, de dónde vienes quiero saber más” dije emocionada por saber más de él.
“No hay mucho que decir, soy hijo único y mi padre tiene grandes expectativas en mi futuro” dijo seriamente.
“¿Has encontrado a tu mate?” pregunte bajando mi cabeza esperando a la respuesta que me partiría el corazón.
“Si, estoy tratando de acercarme a ella, aunque es más joven que yo, aun no entiende la atracción fuera del enlace entre parejas” dijo mirándome.
“¿A qué te refieres, cuantos años tienes?” le pregunte y mis ojos brillaron ante su posible respuesta.
“Alania, tengo 18 años y tú eres mi mate” dijo con una sonrisa en su rostro y se acercó a mi.
“Pero ¿Cómo?” dije sorprendida.
“Por cuestiones del destino llegué aquí, el día que te conocí y me di cuenta de que tú eres mi mate”
“No puedo creerlo, sabía que la atracción que sentía por ti, era por algo” dije poniéndome de pie, estaba feliz por lo que acabábamos de descubrir.
“Debo contarle a mi padre y a mi hermano, ven conmigo” dije mientras tomaba su mano entre las mías.
“Alania no puedo, mi padre no estaría de acuerdo, porque él me ha escogido una mate de su elección por un tratado con otro Alfa, para casarme con su hija” dijo muy serio mientras, sujetaba mis manos fuertemente.
“El tratado con un alfa es sagrado y nadie puede romperlos, tengo miedo de que, si le dices a tu familia, lo nuestro se sabrá y me impedirán estar contigo”
“¿Crees que eso sea posible?” le pregunte con miedo en mis palabras.
“Estoy seguro” me dijo mirando a mis ojos.
“Alania huye conmigo, donde nadie pueda encontrarnos”
“No podría huir de mi familia, estoy segura de que si mi padre supiera nos apoyaría, igual mi alfa”
“No dudo que sus intenciones sean buenas, pero el otro alfa es muy poderoso y no permitiría lo nuestro”.
“Alania te amo, huye conmigo” me dijo mientras se acercaba a mí, pude sentir sus manos tocando mi cuerpo, acariciando mis brazos mientras empezaba abrazarme y acercarse a mí,
“Julius tengo miedo” dije temblorosa, solo tenía 14 años y apenas estaba empezando mi vida, no podía tomar este tipo de decisiones aun, algo en mi me decía que algo estaba mal y que Julius no me decía la verdad, pero el me ama nunca me lastimaría.
“Está bien, te amo Julius” le dije con alegría en mi alma, él se acercó y puso su frente con la mía, me beso de una manera que jamás pensé que sería realidad.
Era mi primer beso y fue con el hombre que amo, me abrazo y me dijo al oído.
“No permitiré que te aparten de mi lado”
Ambos sonreímos y prometimos vernos al siguiente día.
Estaba en la casa de mi alfa, había decidido contarle todo a mi padre, no podría irme sin decirle la verdad y menos a escondidas.
Cuando estaba por tocar la puerta de la oficina de alfa Dante, escuche voces gritando y me acerque para escuchar que estaba pasando.
“Soy alfa de una de las manadas más poderosas y mi hijo heredara mi puesto algún día, por eso quiero a la mejor luna para él, no hay nadie más que tu hija Beta Wilson” dijo Alfa Benson.
“Mi hija solo tiene 14 años y aún no está en edad de casarse, además tu hijo no es su mate, ella tiene todo el derecho de esperar por su pareja perfecta y no seré yo, quien destruya esa ilusión en ella” dijo mi padre firme.
“Es tu última palabra”
“Es definitiva, tu hijo aún puede encontrar a su mate, creo que no deberías quitarle esa posibilidad” dijo mi padre.
“A mi hijo no le interesa encontrar una mate que no cumpla con sus expectativas, él sabe el poder que tendrá y quiere una luna a su altura, no importa lo que cueste” dijo alfa Benson.
“Después de saber la mentalidad de tu hijo, con más razón me opongo a esa unión, mi hija jamás seria feliz con alguien como él”
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar