Por siempre tuya -
Capítulo 14
Capítulo 14:
Al entrar a su cuarto, la ayudé acostarse en su cama y la arropé.
“Descansa mañana será otra dura prueba, pero sé que puedes con eso y mucho más” le dije sonriendo mientras me retiraba.
“Hansen” dijo Alania mirándome y sentí como mi cuerpo vibraba con tan solo escuchar mi nombre, ser mencionado por esos labios que tanto deseo tener presionados en los míos, en un beso apasionado.
“¿Dime?” le conteste.
“Gracias” me dijo con esa mirada dulce que me encanta.
“De nada” le dije sonriendo y me fui.
…
Al día siguiente…
La prueba de velocidad es una prueba legendaria en nuestra manada, que consistía en un recorrido de gran distancia por el bosque, donde habrá 10 pañuelos, 7 blancos, uno verde, uno rojo y el pañuelo dorado.
Los de color blanco se localizaban a una distancia de 10 kilómetros, el verde a una distancia de 15 kilómetros, el rojo a una de 20kilometros y el dorado el más lejano estaría a una distancia de 50 kilómetros, el cual nunca nadie lo ha alcanzado, se les menciona a todos los lugares donde deben verlos y recolectarlos.
Pero el pañuelo dorado nadie lo ha logrado traerlo hasta la meta, aunque se sabe su ubicación, no ha habido lobo que haya podido completar el recorrido completo y traerlo, algunos logran llegar un poco más de 30 kilómetros, los más fuertes como Dominik han logrado recuperarlo, pero fallido en el intento de regresar a la meta con él.
Iván sabía que era el reto perfecto para culminar el entrenamiento de Alania, confiaba en sus capacidades y sabía que ella lo lograría.
“El día de hoy, realizaremos la prueba de velocidad esta prueba los llevara al límite de sus capacidades, exigiéndoles su máximo esfuerzo, saben las reglas y los colores a su alcance, veamos si esta vez, veremos algo inimaginable” les menciono Iván a todos los guerreros.
“En sus posiciones, recuerden que deben empezar en forma humana y regresar en lobo, Alania tu esperaras” dijo mi hermano y lo mire, les daría ventaja a todos y yo tendría que salir después, perfecto porque la van a necesitar.
“Listos todos, empiecen” grito mi hermano y todos corrieron en su forma humana, después de 2 minutos, mi hermano me dio la señal y corri como nunca lo había hecho.
El camino era difícil, entre colinas y lagos, agregando a esto una distancia larga y mi salida tarde, pero estaba confiada en que lo lograría.
“No crees que fue demasiado, el que saliera después, esta prueba es demandante, solo espero que no te hayas excedido Iván” le menciono Hansen preocupado por Alania.
“Conozco a mi hermana y se de lo que es capaz, tú y Sebastián, deberían de dejar de subestimarla y verla como una mujer en espera del príncipe azul, porque ella no lo necesita y eso, quedara probado hoy, no tengo la menor duda”
Pasaron 25 minutos y ya estaban regresando algunos guerreros con los pañuelos blancos, la distancia mínima alcanzada, 35 minutos después llegarían con el pañuelo verde y 40 minutos después llego Dominik con el pañuelo rojo.
Pero aún no llegaba Alania, pasaron 50 minutos y todos estaban ansiosos, Hansen estaba preocupado, la oscuridad de la noche era más que evidente y dificultaba la visibilidad de todos, el temor a perderla nublaba su juicio y se acercó a Iván.
“Si no llega en 5 minutos mandare una brigada a buscarla, te dije que era demasiado para ella, no debiste exigirle demasiado” dijo Hansen furioso.
“Y tu no deberías dudar de ella” dijo Iván.
“Hansen, recuerda quien es mi hija, estas pruebas son necesarias, para saber sus limitaciones, ella no es un lobo común y corriente, ya deberías saberlo, necesitamos conocer sus fortalezas y debilidades” dijo Allen quien estaba presente en cada una de las pruebas.
“Ha paso una hora y aun no regresa, que están esperando, no me quedare aquí sentado esperando que regrese muerta” dijo Sebastián.
Cuando a lo lejos se escuchó un aullido e Iván sonrió.
“Se aproxima un lobo, no lo reconocemos. ¿Quién es?” dijo uno de los lobos encargados en vigilar la prueba.
“¿Es un lobo plateado?” pregunto Iván.
Allen sonrió al ver a su hijo sonreír, ambos se miraron y la preocupación que sentía por su hija se desvaneció.
“Es un lobo plateado Beta Iván y trae un pañuelo dorado en el hocico” dijo el guardia sonriendo.
Alania corría a una velocidad impactante, su pelaje se veia brillante con el reflejo de la luna, sus zancadas eran grandes y su velocidad era como si estuviera cabalgando al mismo viento.
En su hocico traía entre sus caninos el pañuelo dorado, Hansen se sintió orgulloso de ella, sabía que era un prodigio una mujer única en todos los sentidos, pero el verla en todo su esplendor, fue algo que jamás pensó que pasaría.
“Pensaron que se habían librado de mi” dijo Alania atreves del link mental de la manada, a pesar del inmenso cansancio que sentía, no se dejó rendir y les demostraría a todos, quien era ella.
Mirando a lo lejos, ordenaron que se encendieran las antorchas y pudieron contemplar el camino del lobo plateado, todos estaban impactados, por la gran hazana que había logrado Alania en tan poco tiempo y siendo una mujer de 18 años, menor a los guerreros más experimentados era de aplaudirse.
Alania empezó a bajar la velocidad y se acercó lentamente a la meta y a su hermano, con la frente en alto en señal de dominante e indomable, siendo en estos momentos reconocida como Alfa Femenina.
Iván tomo el pañuelo y se arrodillo en respeto.
“Larga vida al lobo plateado, bienvenida a casa Alfa” dijo Iván con orgullo al ver a su hermana, fue seguido por todos los que estaban presentes,
Sebastián se arrodillo ante ella y le sonrió.
El único que no lo hizo fue Hansen, pero se acercó y le hizo una reverencia con la cabeza, en respeto y en señal de que la veía como su igual, como un alfa.
Alania camino hacia los árboles para transformarse en su forma humana y se vistió con una túnica plateada, que había especial para ella, la cual resaltaba su cabellera ante la luz de la luna.
Hansen no podía dejar de admirarla, la mujer que tenía su corazón y todo su ser, de la cual estaba profundamente enamorado, ella era increíble y sería una gran Luna, si lo aceptaba como su pareja y no le importaba que no fuera su mate.
No iba a permitir que nadie la apartara de su lado, en ese momento decidió que ella seria su mujer y su Luna, nadie se interpondría en su camino, entre su lobo negro y el lobo plateado.
En ese momento cuando admiro a Alania en su belleza y su gran fortaleza, entiendo por qué la habían apartado de la manada, ella se convirtió en una gran mujer alfa, que cualquier líder mataría por tenerla a su lado y que fuera la madre de los futuros alfas.
Pero el, la protegería hasta la muerte, nadie le arrebataría al amor de su vida.
…
Después de la prueba me dirigí a mi habitación, todos me felicitaron ahora todos habían visto mi lobo plateado, cuando era pequeña mi padre entro en pánico la primera vez que vio a mi loba Kayla y su pelaje plateado.
Al subir las escaleras mi vista se nublo y tuve que apoyarme del barandal, estuve a punto de caer, pero no iba a permitir que me vieran y seguí caminando.
El cansancio se apodero de mí y estuve a punto de caer al suelo, pero Hansen me sostuvo a tiempo.
“Aquí estoy hermosa, no te preocupes te tengo, nadie te podrá ver, vamos a recostarte en tu cama, te parece” me dijo mirándome y sentí como me derretía de amor en sus brazos.
A pesar de haber pasado por esas pruebas tan exigentes y haber enfrentado a todos esos guerreros, Hansen me seguía viendo como la princesa que necesitaba ser rescatada y cuando estaba cerca de él, a veces quería serlo.
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