Por qué no me amas
Capítulo 36

Capítulo 36:

En verdad que el tiempo era algo maravilloso, pues alguien como Esteban que nunca había entrado a una cocina, ahora se había vuelto un gran cocinero. Con esto en mente, Estela lanzo un suspiro y se sentó en la mesa.

El hombre había preparado un par de platillos caseros sencillos y luego de probarlos, exclamo: “¡Buen provecho!”.

Ante esto, Estela tomo un trozo de comida para probarla.

Y… ¿Por qué tiene un sabor tan amargo? Pensó.

Todo tipo de sentimientos inundaron su corazón. Ya había logrado calmarse en el baño, pero ahora estaba a punto de perder el control nuevamente.

Dejando los cubiertos rápidamente, la chica respiró hondo e intentó cambiar de tema: «Señor Gu…».

«No me llames así». La interrumpió él.

Aturdida, las palabras parecieron atorarse en la garganta de Estela. No podía llamarlo Esteban como antes.

«Bueno, ¿Por qué no me hablas de ti y de tu novia?». Dijo ella, tomando un trago. Sin embargo, la respuesta que recibió hizo que todo su cuerpo temblara.

“Ambos nos enamorados a primera vista”. Esteban tomo una cucharada de arroz y dijo mientras comía: “Ella ha estado conmigo desde que tenia 18 años. Es muy hermosa e inteligente, y confía tanto en mi que me ha entregado su corazón”.

“Mmm…”. Los nervios de Estela se tensaron gradualmente al igual que su respiración. Rápidamente termino de comer y dejo el plato sobre la mesa antes de limpiarse la boca con una servilleta. A medida que los recuerdos fluyeron, su mirada se llenó de amor.

“Ella trabajo en mi empresa desde que estaba en la universidad y, unas que se graduó, se convirtió en mi secretaria. De hecho, tiene una gran capacidad profesional y es estricta consigo misma. Confiaba en ella con los ojos cerrados para cualquier asunto de la empresa. Durante toda nuestra historia de amor, siempre tuve el cometido de adorarla, al punto en que todas las mujeres a su alrededor la envidiaban». De repente hizo una pausa, y la expresión de sus ojos cambió un poco: «Al final, la envié al infierno».

Al escuchar esto, Estela fingió sentir curiosidad y preguntó: “¿Por qué?».

“¿Por qué?». Él murmuró para sí mismo, con una voz llena de auto desprecio. De pronto, se echó a reír, provocando que la mujer quisiera llorar.

«Probablemente sea porque su padre engañó a mi madre. Me pareció natural que, fuera su hija quien pagara las consecuencias así que me acerqué a ella con estas intenciones, desde el principio. Me aproveché de ella y luego la destruí. Le tendí una trampa y la empujé al abismo con mis propias manos. Me encargué personalmente de que terminara en la cárcel y, viendo a la hija de mi enemigo perderlo todo, creí que me volvería loco de alegría”.

El hombre marcó ur1a pausa, burlándose de sí mismo.

«Pero no era tan sencillo. Más tarde, ella salió de la cárcel y parecía haberse transformado en otra persona por completo. Era como si hubiera perdido la esperanza y las ganas de vivir; la luz en sus ojos se había desvanecido para siempre…”.

El cuerpo de Estela se tensó aún más.

“Y luego supe porque tenia dos cicatrices en el vientre…”.

Al escuchar esto, ella dejo de respirar por un segundo y sus ojos brillaron con sorpresa.

Resulto que Esteban ya estaba al tanto de todo, y ahora mismo le estaba contando sobre las heridas en su corazón que jamás tocaría, pues era su forma de castigarse a sí mismo.

La mujer inhaló profundamente y miró hacia otro lado, haciendo todo lo posible por controlar sus emociones. Para su sorpresa, él ya había aprendido a confiar en Linda.

Pensando en cual sería el siguiente paso en su plan, ella se obligo a salir de los recuerdos del pasado. Con la babilla apoyada en sus manos, sonio diciendo: “Suena como una historia triste”.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar