Mamá psicóloga -
Capítulo 105
Capítulo 105:
POV Lucas
La chica aún sentada en uno de los sofás me mira y bebe su agua en silencio antes de tratar de disculparse una vez más.
Le pido que no lo haga, ya que la culpable de lo que acaba de pasar no fue otra que mi asistente.
Chequeo que esté bien antes de atender al último de mis pacientes para la mañana y la ayudo a salir de mi oficina después de que tome mis propias cosas.
“Puedes irte a casa por hoy”, le digo a mi asistente.
“Estaré fuera el resto del día”
La chica no dice una palabra, pero tampoco me importa si quiere hacerlo, llevo a mi muy asustada compañera hasta la puerta del elevador y salimos del edificio unos cinco minutos después.
No me molesto en coger el auto, ya que la repostería está a unos pocos pasos de aquí.
Tomo el brazo de Lizbeth para ayudarla a bajar los pequeños escalones del frente de la clínica y aunque no es necesario, sigo sosteniéndola de camino al local de mi amigo.
“¿Como van esas náuseas?”.
Cuestiono realmente interesado, la chica a mi lado se encoge de hombros.
“Bien, hoy solo vomité una vez”, afirma.
“Quizás en unos días dejen de aparecer”.
“Por supuesto que lo harán, estás a punto de terminar el período de náuseas, la próxima semana haremos otro chequeo para ver a los bebés”.
“Oh, gracia de verdad”, responde ella.
Dudo seriamente en mis próximas palabras, pero decido hablar después de todo.
“Beatriz, yo quería que habláramos seriamente sobre el padre del bebé”, la miro.
“Sé que es un tema que no quieres tocar, pero deberíamos hablarlo porque puedes reclamar la paternidad o incluso tratar de reconciliarte con él”.
No quiero decir eso último porque pensar en ello me hace molestar, sin embargo, debo ser más profesional en estos casos.
Ella niega, se detiene para mirarme por un instante, luego habla.
“Mis padres me echaron, como te conté, así que fui donde él… el padre de mis bebés y le supliqué que fuera a hablar con ellos, pero resulta que está comprometido con la hija del pastor de nuestra congregación”, ella sonríe.
“Fui tonta al creer que él solo era realmente querido por la familia del pastor, me dejé engañar sabes”
Ella suspira.
“Cuando le conté lo del bebé me dijo que no me deshiciera de él y no dijera jamás que dormimos juntos. Mis padres me tacharon de mentirosa y prefirieron creerle a él así que no quiero que tenga nada que ver con esto”.
Sus palabras me hacen enfadar mucho más.
Reinicio nuestros pasos antes de sujetar aún más fuerte su mano para contarle como me siento realmente ahora y cuáles son mis pensamientos al respecto de esta situación que solo me hace querer encontrar a ese desgraciado y hacerle ver el tipo de basura que es a puros golpes.
“Bien, entonces vamos a olvidarnos completamente del padre”, respondo.
“También de que eso pasó y espero podamos comenzar a ser…”, busco la palabra correcta.
“Buenos amigos, quiero que me prometas que me contarás siempre todo Beatriz, quiero que te apoyes en mí”.
“Gracias, Lucas, pero… a veces yo siento que esto está mal”, me admite.
“Siento que es muy peligroso porque tú eres muy encantador y yo podría terminar…”
Su voz muere, nuestro camino termina y veo nuestra conversación interrumpida por la curiosidad en el rostro de mi falsa novia.
Sonrío alejando el tema, la ayudo a abrir la puerta para pasar al interior de la repostería notando ese aroma dulce que siempre desprende este lugar.
“Lucas, mi amigo”
La voz del esposo de una de mis antiguas pacientes sonríe.
Se acerca a nosotros con esa mirada de curiosidad que no se puede esconder y me abraza antes de besar la mano de Beatriz.
“Así que esta señorita es tu amiga”
Su sonrisa es más amplia.
“Kiara quería venir a verte, pero nuestro Paulo no está portando bien estos días”.
“Mándale saludos de mi parte”, respondo.
“Y recuérdale que debe ir a consulta el próximo mes”.
Mi amigo asiente.
Nos pide sentarnos en una de las mesas mientras va por algún tipo de bebida a la parte trasera de la tienda.
Regresa con una bandeja un segundo después, se sienta justo en la silla frente a nosotros y mira a Beatriz.
“Querida, esto es un pequeño negocio familiar, realmente eres bienvenida y espero puedas hacerte cargo de todo”, señala alrededor.
“Estamos recién abriendo, así que necesitábamos a una buena repostera”, me mira.
“Lucas dijo que eras buena así que te lo encargo, puedes venir de seis a doce o dos a ocho de la noche, organiza el horario como quieras con el empleado que contrates para…”
“¿Contratar?”
Ella parece confusa, pero mi amigo se cruza de brazos mirándome.
“¿No le dijiste?”
Chasquea su lengua.
“La administrarás y cocinarás aquí, las recetas están en un manual en la cocina, necesitas un ayudante, así que dejé unos curriculums también y el salario serán 700 dólares a la semana así que espero puedas aceptar este empleo”.
“Oh, pero eso es demasiado”, dice ella.
“Es que nunca he dirigido una tienda y usted no me conoce, sería un poco…”
“Eres amiga de Lucas, estoy segura de que lo harás muy bien”
Mi amigo se pone en pie.
“Ahora si me disculpan tengo mucho que hacer”
Deja las llaves sobre la mesa.
“Vendré una vez al mes para checar los ingresos, espero tenga una linda tarde”.
POV Beatriz
No sé qué decir, no entiendo como pueden estar pasando tantas cosas al mismo tiempo, esa mujer que me abofeteó.
Me acusó de cosas que realmente me hicieron sentir mal, pero ahora estoy a punto de llorar una vez más, pero esta vez de agradecimiento.
Paso mis manos por mi rostro mientras como un poco de los dulces que ese hombre dejó sobre la mesa.
Miro a Lucas después de probarlo, él me sonríe tomando su bebida mientras mira tranquilamente su celular.
Carraspeo después de unos minutos para llamar su atención.
Él dijo algo importante, algo que sigue clavándose en mi mente y que mueve muchas cosas dentro de mí.
“¿Qué sucede?”
“Esto es demasiado, yo no sé si realmente pueda con todo esto, me preocupa que algo salga más”
Como otro de los postres…
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