La segunda oportunidad en el amor -
Capítulo 721
Capítulo 721:
Sentado en un sillón de cuero, se reclinó hacia atrás y golpeó el escritorio con sus finos dedos.
Cuando el reloj dio las diez, no había ni rastro de Melissa.
Marcus se inclinó y pulsó el botón del interfono, preguntando: «¿Ha llegado Melissa?».
Su secretaria jefe respondió: «Aún no. Sr. Fowler, ¿quiere que la llame para comprobarlo?».
Marcus comentó despreocupado: «No».
Había intentado ponerse en contacto con Melissa, pero su teléfono estaba apagado.
La preocupación se apoderó de su mente. ¿Se encontraba mal?
Lamentó haberla dejado sola la noche anterior, teniendo en cuenta el ambiente frío y sombrío. ¿Podría estar realmente enferma?
Sin dudarlo un instante, Marcus se levantó, cogió la llave del coche y salió del despacho.
Sylvia se le acercó y le dijo: «Sr. Fowler, la reunión está a punto de comenzar».
«Aplácela», declaró Marcus sin vacilar.
Sylvia, que llevaba varios años trabajando para Marcus, intuyó que la situación podía estar relacionada con Melissa. Consideraba que Melissa era una presencia formidable en la vida de Marcus.
Al bajar las escaleras, Marcus volvió a intentar llamar a Melissa, pero su teléfono permanecía apagado.
Frustrado, tiró el teléfono a un lado, puso expresión seria y condujo hasta la residencia de Melissa.
Quince minutos después, aparcó el coche y subió las escaleras.
Al abrir la puerta, encontró allí a una mujer de mediana edad ordenando la habitación. Sorprendida por el ruido de la puerta, se quedó inmóvil antes de recuperar la compostura. Tras un momento de silencio, preguntó: «Usted debe de ser el señor Fowler, ¿verdad? La señorita Brown dejó esta carta para usted».
¿Una carta?
Marcus tuvo una premonición mientras la cogía y la desplegaba para descubrir su contenido.
La carta de Melissa contenía sólo unas breves palabras, sólo dos líneas.
«¡Sr. Fowler, no somos el uno para el otro!
Por favor, no venga a buscarme».
Marcus leyó estas dos líneas repetidas veces, aceptando finalmente la realidad de que Melissa se había marchado de verdad.
Después de expresarle su amor, compartir besos y traspasar todos los límites, ella decidió marcharse. Después de todo, le dejó sólo dos líneas.
Marcus permaneció en silencio durante un largo rato.
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