Capítulo 720:

Melissa dudó antes de susurrar en voz baja: «Señor Fowler, nosotros… no somos el uno para el otro».

La sonrisa de Marcus se congeló y, tras un prolongado silencio, inquirió: «Entonces, ¿te niegas a darnos una oportunidad? ¿Por qué? ¿Porque nuestras familias proceden de entornos sociales diferentes?».

A los padres de Marcus no les preocupaban mucho esas cuestiones, y él mismo también comprendía que el prominente origen familiar de su pareja no era necesario para su éxito.

Tal vez, sin conocer a Melissa, podría llegar a formar una alianza estratégica a través del matrimonio con quien fuera conveniente.

Sin embargo, a Marcus le gustaba Melissa de verdad; ella traía felicidad a su vida. A pesar de su comportamiento habitual de noble inalcanzable, los niños criados por padres acomodados solían conocer su corazón mejor que los demás.

Marcus sabía que quería estar con Melissa.

Aunque le costara adaptarse a su mundo, creía que podía ser ella misma y hacer que funcionara.

No tenía por qué ser la Sra. Fowler; podía ser su secretaria o simplemente su compañera en casa.

Podían construir una vida juntos, incluso tener hijos.

Mientras Melissa lo deseara, podría educar a los niños en casa, y Marcus elegiría a uno de ellos como mentor personal para heredar algún día el negocio familiar. Los demás podrían vivir tan felices como Melissa.

Los labios de Melissa se movieron temblorosos.

Estaba a punto de expresar sus verdaderos pensamientos, pero al final se contuvo.

«Yo… no voy a ir a tu casa mañana». Armándose de valor, le comunicó su decisión.

Marcus la miró en silencio durante un largo rato. Era evidente que ella había rechazado su propuesta.

En el pasado, quizá no hubiera tenido paciencia con estos asuntos, pero esta vez mantuvo la compostura.

No la presionó ni insistió, simplemente respondió: «De acuerdo».

Con elegancia, se levantó, se despidió de Melissa y le recordó que mañana no llegara tarde al trabajo.

La vieja y chirriante puerta se cerró tras él.

Marcus se quedó de pie en la penumbra del pasillo, mientras Melissa se apoyaba en silencio contra la puerta cerrada.

Le caían lágrimas por las comisuras de los ojos.

No le faltaba corazón. Alguien que la trataba tan bien y estaba dispuesto a tolerar sus acciones… por supuesto, la conmovería.

Sin embargo, no podía comprometerse a estar con él.

Después de todo, sus mundos eran demasiado diferentes.

Al día siguiente, en el Grupo Fowler, Marcus ocupaba el despacho del director general.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar