La promesa del padre de mis trillizos
Capítulo 9

Capítulo 9:

POV Niccolo Di Pascuale

Ella me interrumpe antes de que siga parloteando.

“si, está bien, acepto estar en el hotel. Sin embargo, no entiendo… no entiendo cómo alguien tan guapo como tú quieres ayudarme sin nada a cambio”.

Me vuelve a replicar y pienso algo rápido en decirle

´Sería mejor decirle la verdad´.

“Aparte de otros factores que tienen más peso emocional que lo que te voy a decir, es que tú y yo…”

Soy interrumpido por su repentino desmayo, y solo extiendo mis brazos para que caiga sobre mi torso.

La acomodo sobre mis brazos para poder cargarla y llevarla al auto, le pido el favor al recepcionista que me abra la puerta y salgo de estas instalaciones, bajo las escaleras y llego al auto que me trajo, donde está Víctor que se aparta para poder poner a Eva en el asiento.

Rodeo el auto y Víctor me deja abierta la puerta, entro y él se sienta en el asiento delantero.

Toco su cabello castaño y miro su rostro sonrojado por el frio que hace y desde aquí huelo su dulce perfume, paso mis dedos por sus brazos y veo que tiene varias heridas, solo paso mi vista por su pierna que también está llena de heridas y moretones.

´Me juro que obtendré su corazón limpiamente y conseguiré que mi familia acepte a Eva, mi chica en apuros y que su familia deje que se case conmigo de buena gana y decentemente´.

Yo sé que seguramente se desmayó porque no ha comido durante un día y si es asi su nivel de azúcar en sangre es muy bajo, experimentó varios colapsos emocionales, y una serie de golpes que le dejaron herida y con moretones.

Supongo que sufrió de cautiverio, inanición y necesitaba desesperadamente nutrición y descanso, espero darle todo lo que necesite y estoy dispuesto hacer cualquier cosa por ella.

Escucho mi teléfono sonar, asi que lo busco en mi bolsillo y atiendo, es mi padre.

´Espero que solo sean cosas buenas´.

“Niccolo, me disculpo si te llamo de repente, pero, me he encontrado que has malversado una mediana cantidad de dinero, lo cual, fue denunciado por uno de mis hombres, ¿Desde cuándo mi hijo más obstinado se involucra con presos económicos?, inquiere y de inmediato me dan ganas de chasquear los dientes, pero no me lo permito.

´Ese fue su informante, más rata sucia que cualquiera´.

“Ahora Niccolo. Te pido que me des una explicación breve de toda esta malversación de fondos, porque podrás ser el próximo CEO de la empresa, pero, sabes que tienes a alguien guardándote las espaldas por atrás”.

Carraspeo antes de decirle que fue lo que hice.

Miro a Eva y ahora el que está en apuros soy yo y debo de inventarme algo ingenioso para resolver esto de la raíz.

POV Eva Dreyfus

Siento como si estuviera en movimiento, pero, realmente, me siento quieta.

Asi que abro los ojos a ver si no estoy nuevamente secuestrada y me doy cuenta de que estoy en un auto, en el asiento de atrás, asi que me levanto para ver quién conduce.

Y es una mujer de mediana edad, se ve gordita, simpática y confiable, me inspira buena vibra, por decirlo de algún modo, ella se da cuenta de que me he levantado y me mira desde el retrovisor, asi que sin perder tiempo le extiendo mi mano.

“Mucho gusto, me llamo Eva Dreyfus”, me presento en un tono casi automatizado, ella se ríe un poco y con la mano izquierda ella se dobla un poco para darme la mano.

“Mucho gusto Eva, ya sabía cómo te llamabas, me llamo Paola Acacias, soy tu conductora y cuidadora asignada por el joven amo Niccolo Di Pascuale, la llevo a un hotel que está en Madrid, por la razón de que estará más a salvo si está más lejos de Daniel Zambrano”, me expone con un tono amigable soltándome la mano casi de inmediato para poder llevarla otra vez al volante.

Yo me voy echando para atrás procesando todo lo que me acaba de decir y entiendo el punto de porqué ya no estoy en Barcelona.

Me observo el cuerpo y tengo otra ropa, lo que me da una muy mala sensación, asi que me miro dentro de la ropa y tengo mi ropa interior de hace unos cuantos días, aunque sea muy sucio no estar bañada por lo menos ya no tengo frio.

“¿Quién me cambió?”, pregunto sin ser muy consciente de cómo lo expreso, tomo una posición firme y ella se vuelve a fijar en el espejo retrovisor por el que me está viendo.

“Fui yo señorita, no se preocupe además que como ya le estaba diciendo soy su cuidadora, asi que no importa a donde quiere ir para… No sé”, Hace un gesto con sus labios y mano.

“Reunirte con amigos, jugar a las cartas, esas cuestiones asi, siempre que suceda eso te esperaré en la planta baja para que tengas tu espacio libre de mí” , me va puntualizando como va a hacer su trabajo, lo que me anima bastante.

Aunque me percato de que ella se está sobre esforzando en ser amable conmigo, asi que me acerco al asiento del copiloto y pongo mi cara sobre este. Me aspiro la nariz y fijo mi mirada en como conduce para unos segundos después fijarme en la carretera.

“Paola, ¿Cierto?, lo siento, no soy buena con los nombres, pero, jamás se me olvida un rostro…”

Empiezo a parlotear y ella no me presta mucha atención.

“Veo que te estás sobre esforzando, ¿Sucede algo?”,  inquiero para empatizar con ella y saber de su situación, sé que ahora no puedo ayudarla mucho, pero, si quiere hablar, puedo escucharla.

“En realidad si, me siento muy frustrada por algunas cosas, por eso, aunque me pidieron expresamente que la vigilara, que estuviera siempre cerca de usted, lo haré de lejos, pero, lo suficientemente cerca como para responder a tiempo”, declara y su voz llena todo el auto, lo que me deja en claro que si está frustrada.

“Estoy dispuesta a dejarla salir al aire libre para que se relaje, pero, como le digo, siempre tengo que estar allí, sin embargo, tranquila que no me va a sentir”, me vuelve a recalcar, asi que, sin querer buscarle más labia, me echo para atrás.

´Porque por más que sus razones no sean de su agrado tendrá que estar asi que para no molestarle le aparto´.

Veo que a un lado de mi yacía un teléfono celular, asi que lo prendo y hay un bonito mensaje.

[Este teléfono es para ti, espero que te guste, perdiste tus cosas, asi que me encargué de darle lo más parecido que debiste tener, tu servidor Niccolo]

Me conmueve que él sea tan detallista y reviso el teléfono a ver si no tiene nada raro, como no lo hay registro el número de mi tía y le mando un mensaje.

[Tía estoy bien, discúlpame por nunca haber llegado a tu casa, gracias por ofrecerme esos días, pero, estoy quedándome en otra parte, cualquier novedad te comento]

Se lo mando sin pensarlo y al momento me responde.

[Chica, si me llegué a preocupar, pero, ahora ¿Qué?, ¿Encontraste a un Sugar Daddy que te resolviera la vida?, ja, ja, ja, la familia Dreyfus es una familia sin fundamento moral]

Al leer eso, siento que se está pasando de la raya, asi que la llamo para poderla confrontar en vez por mensajes, al menos por llamada.

“Tía, ¿Por qué dices eso?”, le pregunto sin ni siquiera volverle a saludar, escucho como ella bufa.

“Chiquilla, desde el primer día que mi hermana, tu madre, se casó con ese hombre, sentí que algo andaba mal en su matrimonio”, se jacta con palabras duras y siento que hay una opresión en mi pecho, asi que rápido quito el teléfono de mi oído y cuelgo.

´Lo que dice mi tía es muy feo, aunque muy cierto, lo que realmente me asusta´.

Tampoco soy muy diferente a esa situación que suena muy mal, el hombre que amaba me secuestró y me pidió que fuera su amante.

Eso suena mal y el hombre que me rescató quiere que viva en el hotel que me designó, con mi estado actual, soy absolutamente de Niccolo en el sentido que, le quiero pagar lo que hizo por mí, o nada más Niccolo solo me quiere para sus fines comerciales, ya que cuando sea o no sé, si ya está relacionado conmigo, estará en tendencia por su buen servicio y audacia.

´Eso si es en un buen caso, porque lo peor sería que Niccolo vendría a mi habitación a pedir que le pague con mi cuerpo por las noches´.

Imaginarme todo esto me da mucho miedo, jamás había pensado que estaría en una situación asi.

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