La promesa del padre de mis trillizos -
Capítulo 50
Capítulo 50:
POV Eva Dreyfus
“Pues, se sabe que es hombre, pero, no estamos muy seguros, aparte Niccolo no lo sabe aún”, les digo en un susurro, y se escucha una oleada de ´ah´, por lo que, observo a Niccolo cruzándose de brazos y frunciendo el ceño.
“¿Y le podemos decir?”, yo les miro a todos y de alguna manera diciéndoles que no, pero sé que se lo dirán, asi que, asiento la cabeza.
“¡Niccolo!, ¡Niccolo!, sabes algo…”
El más divertido, que es Antonio, lo llama con muecas en la cara y me hace reir, Niccolo se levanta serio porque ya esto parece una reunión de viejas chismosas.
“Jaja, veo que todo el mundo le agradó Eva, eso me alegra, pero, ¿Qué tanto cuchichean?”, pregunta Niccolo, con la guardia alta y todo se ríen, porque es cierto, pero antes de que alguien más aparte de mi le dé la noticia aprovecho este silencio para ganarles a todos.
“Niccolo, no estamos muy seguros el médico y yo, pero, se cree que el bebé va a ser varón”, luego de darle la noticia, se queda de piedra, no se mueve, no habla, no nada.
“Hijo, ¿Estás bien?”, pregunta su padre y se ve como pasa una lágrima de felicidad por su mejilla, mira a su padre y le toma por los hombros.
“Va a ser varón”, con una gran sonrisa que me derrite el alma, le repite a su padre sin poder considerarlo, y su papá levanta las cejas y asiente.
“Sí, hijo, si va a ser varón”
Pronto abraza a su padre, para luego abrazar a su madrastra y luego a su hermano Antonio y luego a Giuseppe que es su último hermano de la misma madre, para luego abrazar a mi familia y al final abrazarme a mi de la forma más apachurrante posible.
“De acuerdo, ya que todos están aquí reunidos por nosotros, quería hacer esto ante a mis familiares más cercanos y los de Eva”, justo se arrodilla nuevamente sin pena, como lo hizo por primera vez.
Me muestra un anillo aún más hermoso que el que tenía antes, uno que le hace juego al collar de mi madre, por lo que junto a las cejas e inclino la cabeza totalmente conmovida.
“Eva Dreyfus, mujer de mi vida, una vez ya lo hice, pero nunca me quiero rendir contigo, espero haber demostrado esta vez que soy capaz de fallecer y volver de entre los muertos por ti, quiero formar una buena familia contigo, quiero cuidarte, protegerte con lo más preciado y amarte…”
Se detiene porque apenas comenzó con sus palabras.
Se me desbordaron las lágrimas, él también comienza llorar.
“Déjame proteger a nuestro hijo y serte fiel. Amore mio, te pregunto, ¿Esta vez te quieres casar conmigo?”
Otra vez me hace la misma pregunta que aquella vez, pero esta vez no puedo negarme, porque quiero lo mismo.
“Si, quiero casarme contigo Niccolo Di Pascuale”, pongo mis manos en su rostro y le beso primero, y después me separo para que coloque el anillo en mi dedo anular miro que ambos anillos hace juego, el de la otra vez con una piedra blanca,con el zafiro y el anillo igualmente de oro.
“Gracias Niccolo por amarme con tu alma, ahora enamoraste a la mía y nos amaremos por siempre”, le susurro en el oí do y apenas termino se funde sus labios con los míos, ambos paramos para poder levantar el anillo hacia el frente para que los demás lo vean.
…
Ya han pasado algunos meses desde que me pidió matrimonio, lo que cada vez me pone más y más nerviosa, porque ya tengo siete meses de embarazo y cada vez veo que la barriga que tengo no es de un solo bebé, sino de tres porque ha crecido mucho mas rápido.
En verdad yo tengo una teoría y es que desde que Niccolo me pidió matrimonio he descansado mucho, mucho más aparte de que me he leído libros y libros para poder manejar bien la empresa, pienso que después de que terminé arquitectura pueda estudiar administración de empresas.
De hecho, ha comenzado el semestre de arquitectura que llevo hace un mes, no obstante, yo lo llevo de manera virtual y un poco más calmada, todas las evaluaciones que se evalúen en el mes, las tengo que entregar al final del mismo, se me ha hecho más fácil así.
“Eva, por favor, escoge un estilo de torta para tu casamiento”, me pregunta Paola y yo volteo a ver que me está diciendo y tengo un gusto en común con Niccolo que es la torta tres leches y como esta esta allí se me pinta una sonrisa en el rostro.
“La torta de tres leches y vámonos, que me he empezado a sentir mucho más cansada”, le expreso a Paola y ella me mira un poco preocupada, ella se encarga de dar la orden y nos vamos pronto de ese lugar.
“Paola, yo creo que es por el embarazo, pero, supongo que esto me hace estar agotada cada vez más y también me sobre esforzaba los primeros meses, asi que, no puedo pedir mucha energía para mí”.
Me echo a reír porque el único que sabía que se trata de tres bebés era Miles.
No obstante, el otro doctor sabe que son tres también, es inevitable, sin embargo, no me llevo muy bien con ese doctor, prefería a Miles, aunque supongo que le gusté por ello, por eso tuvimos que tomar caminos distintos.
“Bueno, en unos días es tu boda, te verás preciosa con tu barriga y tu vestido de novia”, ella me alaga, nos montamos en su auto y suspiro porque no me imaginaba casarme con una barriga de embarazo, sin embargo, yo acepté.
…
Tres días después llega el dia de mi boda. Asi lo preferimos Niccolo y yo, que todo pasara rápido para poner tener mas tiempo para otras cosas. De mi parte yo con mis estudios y él con los negocios que tiene que manejar porque al fin el abuelo y su padre aprobaron que sea CEO de la empresa de su familia, ya que me tiene a mí.
Por eso le he preguntado a Niccolo, si no siente mucho estrés porque llega completamente tenso de las empresas y él me dice que no, que está bien. Por eso quiero estudiar rápido para ayudarle.
Me están arreglando el cabello y me están maquillando, pero les pedí que el maquillaje no sea muy recargado, asi mismo me lo hace, me veo muy natural, aunque sí se ve que me retocaron.
E inmediatamente suspiro porque me voy a casar con el amor de mi vida, que al principio no sabía que lo era y que por una casualidad de una noche nos quedamos el uno con el otro.
Me siento bastante satisfecha de como terminó Daniel y su combo, sé que todo es gracias a Niccolo. Vuelvo a suspirar porque huelo su perfume, desde ayer vengo soñando con su perfume.
Él como despedida de soltero fue a beber a una casa que tienen ellos, creo que fue a la que se estaba hospedando cuando se creía que estaba fallecido, de todas maneras, mi despedida de soltera fue unos mariachis que me cantaron y fui a almorzar con las mujeres de su familia.
Al final del día, comí helado con Paola viendo ´Kilos Mortales´, si, lo cuento porque es muy cómico, pero fue muy relajante.
Me terminan de estilizar y voy hacia el vestidor donde me quito la bata del hotel y me coloco el vestido ya decente, les pido ayuda a las chicas para que cierren mi vestido.
“Wao, Eva Antonia Dreyfus Castello, estás muy hermosa, me siento muy orgullosa de tí”, esa es la voz de mi tía que ya está arreglada para ir a mi boda, por lo menos alguien de mi familia irá.
“Si, tía, muchas gracias, ¿Estás nada más tú?”, inquiero para saber si viene acompañada o no.
“Solo somos tu prima Gaby y yo. De acuerdo, verdad, ¿Quién te llevará a ese altar?”, me pregunta mi tía a mi y es inevitable no verla con tristeza, porque el idiota de mi padre pudo muy bien haberme llevado, pero, no voy a esperar veintisiete años para que me lleve él mismo al altar.
“Lo hará el papá de Niccolo”, le aseguro con una sonrisa de medio lado, para que no sienta la tristeza de esta pequeña cosa que siento por dentro, pronto podré llorar, pero, ahora, no quiero perder el maquillaje.
“De acuerdo vamos a llevarte a ese altar precioso”, me alaga para darme un buen abrazo, aunque todas las mujeres me piden que las abrace, asi que, una por una, las abrazo y nos vamos hacia la iglesia que no queda lejos.
Tomo mi vestido y caminamos, apenas personas desconocidas me ven, empieza a aplaudir, yo me siento como una verdadera princesa, quiero llorar de la felicidad, pero es que estoy seca.
Todas las mujeres me acompañan en el auto, comienzan a echar chismes y hablar entre los invitados quienes era más guapos que otros, la verdad, es que me quedo escuchándolas, porque para mi el más guapo es Niccolo.
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