La promesa del padre de mis trillizos
Capítulo 45

Capítulo 45:

POV Niccolo Di Pascuale

“No, porque España es el país de mi mujer y la empresa es suya. Eso es de cobardes, porque si nos perdemos a otro país y nos encuentran estamos en las mismas”, le recrimino sin más y no me sigue recriminando.

“Entonces, muévete rápido porque Eva está corriendo peligro y nadie está para ella”, me hace saber y yo me levanto de la cama preocupado porque no sé qué es lo que le puede hacer.

´La he dejado junto a los lobos´.

“Bien, entonces, me puedes contar ¿Qué es lo que vas a hacer mientras que supuestamente estás sin vida?”, inquiere mi abuelo ya calmado y algo divertido mientras busca un lado para sentarse, asi que Cahir se levanta y le sede el asiento a mi abuelo.

“Bueno, ahora mismo tengo que ir a hacer una diligencia, pero tengo planeado trabajar a profundidad con los detectives sobre el caso de su padre y de la empresa en general, y ayudar a apresar a Daniel y su combo, estar pendiente de que le den una buena condena”, le expreso básicamente mi intensión con todo esto.

“De acuerdo, todos nosotros te acompañaremos a donde tengas que ir”.

Sentencia Cahir y asiento con la cabeza, me pasa una camisa y un suéter con capucha, nos vamos de este lugar.

Unos minutos después llegamos al hospital donde mandé a internar a Eva y Paola, tengo en claro que la noticia de mi fallecimiento fue muy fuerte y difícil de digerir, pero hago lo mejor que puedo y es la única opción que tengo.

Antes de que ellos se bajaran les pedí que me dejaran solo por un rato, ellos accedieron y me dijeron en que habitación estaba ella, asi que caminé hacia dónde pudiera ver la ventana de su habitación y detengo mis pasos.

Yo estaba escapando cuando vi que ella llegó y justo al desmayarse corrí hacia donde Eva, la sostuve, la metí dentro del auto y le pedí a Rogelio, que apareció de la nada, que las llevará al Hospital y que guardará mi secreto consigo.

Espero unos minutos y sinceramente no tengo esperanzas de que salga a ver por la ventana por casualidad.

´¡Oh, carajo!, ella está allí´.

Observo como está inclinada viendo hacia el paisaje y mi corazón se detiene, no me había dado cuenta de que llevé mi mano hacia mi boca, asi que la quito y ajusto mi capucha para que no me reconozca, pero lo suficiente como para seguir viéndola desde abajo.

Yo me congelo cuando sus ojos parecen dar con los míos y el simple hecho de verla bien y sana, se me desborda el corazón de felicidad, una impulsividad se hace presente de ir a subir todos esos pisos e ir a abrazarla y decirle que estoy bien. Pero, antes de que cometa una locura, ajusto otra vez mi capucha y veo como ella se va y viene Paola, por lo que más rápido me voy, ella me conoce muy bien y me puede reconocer, por ende, me voy al auto.

Me subo todo destruido porque no tengo mi mujer en mis brazos, suspiro pesadamente, al instante llevo mis hombros hacia atrás para tomar postura y me acerco a mi abuelo

“Abuelo, cuando hagan mi funeral, por favor has que vayan Eva y Paola, no importa cuánto cueste, yo te lo compensaré”, le ruego a mi abuelo y solo me mira con pesadez para colocar su mano en mi hombro.

“La única recompensa que aceptaré es que estés a salvo con tu mujer y tu hijo, por favor, sal de esta situación rápido. Yo me encargo de lo demás, si me pides que haga algo y si está en mis manos, sabes que lo haré”, me asegura muy triste, estamos pasando por una gran depresión en nuestras vidas y yo lo empeoré más cuando decidí fingir mi fallecimiento.

“¡Gracias! Mientras haré como te dije y me centraré en investigar cómo están repartidas las piezas para dar un buen movimiento para de este modo tan meticulosamente planeado darle un jaque mate al rey, que hasta ahora es Daniel”

Vuelvo hacer alusión, ellos me miran con unas expresiones particularmente fastidiados.

“Así que, dirijámonos hacia la casa que queda en el lado sur de la ciudad”, le ordeno a Caleb y este asiente sin decir nada, solo arranca pisando el acelerador al máximo.

…

Acabamos de llegar a la casa, es muy lejos de donde se mueven las ratas esas, por lo tanto es un punto a favor para mí. Me dirijo hacia la sala donde hay una pared con un pizarrón de tiza, busco la tiza en el florero que está como decoración.

“De acuerdo desde aquí investigaré”.

Me pongo manos a la obra, no obstante, me silban, volteo y son Cahir, Caleb y mi abuelo:

“Nos vamos a hacer algunas compras, aquí no hay nada para comer. Aparte te traeré ropa y lo que necesites”, me avisa y yo a gusto asiento con la cabeza.

“Vale, gracias los esperaré, quizás llame a Rogelio para más seguridad, os veo luego”, asi me despido de ellos, con mi teléfono comienzo a llamar a mi investigador de confianza, y a varios detectives haciéndome pasar por otras personas fiables para sacarles información.

“Cómo dice mi abuelo, me tengo que apurar en esto”.

Asi que más que nunca, estoy en mi teléfono llamando a personas, en un ordenador que encontré en esta casa, y asi voy anotando todo en el pizarrón de tiza

…

Ya tengo unos días desde que fallecí y es mi padre, madrastra y hermanos que están organizando mi funeral para mañana, mi abuelo está nervioso porque no sabe si Eva dirá que si, Paola claro que viene, pero a Eva la ha visto más deprimida desde que me fui.

“De acuerdo, ahora el juego está asi, según fuentes de casinos oscuros, el padre de Eva fue a apostar por su hermano Drogo y casualmente le asignaron como consejero de apuesta a Daniel, quien casualmente estudia con Eva arquitectura”, voy leyendo en orden lo que tengo en el pizarrón.

“Él viene de una familia de clase media baja, quienes como pueden lo ayudan a estudiar. Daniel se hace novio de la hija de su aprendiz y supongo que a estas alturas Daniel sabia mucho de Alfonso porque este sufría de alcoholismo, pero, los contratados como Daniel no pueden beber”, cuando termino de decir este tacho una teoría que había escrito.

“Asi que, el hombre borracho cuenta la verdad, Daniel sabía mucho de Drogo también a través de Alfonso, asi que,en un ataque de impulsividad confiesa a las autoridades todo lo que hizo Drogo ilegalmente y él culpa de absolutamente todo a Alfonso, quien acaba en la cárcel”.

Esta vez uno dos mensajes que escribí en la pared pizarrón.

“Supongo que antes, en una de las borracheras de Alfonso, lo obligo a darle un cuarenta por ciento de su empresa, que por cierto está aún en el auge de ventas en la parte oriental”.

Tacho una conclusión que marqué.

“Mmm… Aún me falta algo”, susurro mientras que veo cada cosa que escribí para ver asi no se me escapa nada.

“¡Ah!, cuando ve que su supuesto “honor”, fue manchado ya que todos se enteren de que Eva supuestamente le fue infiel, sin embargo, él término ´comprometidos´, está de más, porque jamás le pidió matrimonio, en cambio, yo si le pedí su mano”.

Sonrío porque recuerdo que se negó pero, tiene mi anillo en su dedo, asi que, para mi, sí aceptó.

´De hecho, esa vez que cuando Eva fue a visitar a su padre, aproveché y le pedí su bendición, le expliqué que quería formar una familia oficialmente con Eva. Por supuesto, me la dio, no tenía más opción´.

“También hay pruebas de que la secuestro asi que eso le agrega más años a su condena…”, llevo una mano hacia mi mentón, examinando cada argumento que he conseguido gracias a muchas fuentes y pruebas fiable que encuadran con la investigación.

“¡Niccolo!”, me gritan desde atrás asi que volteo y es mi abuelo, todo eufórico se me viene a acercar, pero retrocede con toda la cara arrugada.

“¡Carajo!, ¡Ve a bañarte por favor!, ¡Hueles horrible!”, me ordena mientras tose y se tapa la nariz como si yo oliera a una sustancia lacrimógena.

“Si, si, abuelo, dentro de una hora me voy a bañar solo que estoy concluyendo mi investigación y se la presentaré a las autoridades para ayudarles”, aseguro muy ligero, sin darle mucha importancia.

Pero, de todos modos, siento la afilada mirada de mi abuelo como si me estuviera clavando mil cuchillos de frente.

“¡Vaffanculo! En verdad eres un idiota, ¡Hoy es tu puto funeral, por lo menos has acto de presencia para Eva!”, exclama mi abuelo y abro muy bien los ojos, por ende, dejo lo que estoy haciendo y corro hacia el baño.

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