Capítulo 18:

POV Eva Dreyfus

Es que sabe mucho sobre mí, tal vez yo le haya contado la mayoría de las cosas, pero es que no lo puedo creer en verdad toda una espía.

Paola se ríe.

“Perdona, me voy a volver a presentar, soy Paola, no soy conductora profesional ni niñera, soy hermana de la madre de Niccolo, el muchacho había pedido mi ayuda para cuidarte y estoy verdaderamente feliz de ver que mi hermana tendrá nietos, ella lleva mucho tiempo muerta”.

Me justifica Paola el cómo sabe todo lo que sabe y por qué y al menos me lo dice un poco más antes.

“Mis condolencias”, le digo y ella sonríe.

“Gracias, ella también estaría muy feliz, también debo de resaltar que una nuera como tú, una dama pura, madura, amable y dulce, que nunca trata a sus subordinados con dureza es muy buena para Niccolo, ya que siempre he visto que sus ex novias eran muy idiotas con los demás”.

Termina de aclararme solo para dejarme pensando.

“¿Por qué eres tan considerada conmigo?”, le pregunto por qué ya que en todo este tiempo pudo haber sido cruel o estar celosa pero está muy alejada de eso.

“Mi familia también experimentó la bancarrota y mi hermana pudo superar las dificultades con ayuda del padre de Niccolo”.

Toma una pausa para poder continuar y el que me comparta esto me hace sentir que no estoy sola, que hay alguien que sabe por lo que estoy pasando.

“Si mi hermana no se hubiera casado con un hombre rico, yo no habría tenido la oportunidad de trabajar para mi sobrino, yo también era pobre, asi que lo entiendo”.

Las lágrimas se me salen si decirme nada y sonrío, ella también me devuelve la sonrisa.

Me arreglé un poco más para ver a Niccolo, lo que me obliga a voltearme y verme en el espejo del ascensor y nuevamente me arreglo el cabello y me doy media vuelta para verme por detrás y estoy hermosa.

Se abren las puertas del ascensor y doy los primeros pasos con un poco de emoción por ver a Niccolo, las personas se topan conmigo y estoy algo incómoda porque ya varias se chocan conmigo.

Asi que maniobrando un poco, salgo por las puertas rodantes, pongo mis manos sobre el vidrio para hacerla girar y justo Niccolo que estaba mirando hacia arriba, dirige sus ojos hacia mi, me percato de que tienen un brillo especial que me hace a mi sentir una emoción en el pecho.

Camino hacia él y él hacia mí, aunque yo voy más lento porque en la forma como él está vestido de traje me recuerda la noche de ayer.

´Es que otra vez vuelve a mí lo que viví anoche y toda esa rabia acumulada que me hace caminar más lento porque no quiero volverlo a sentir, ¡Exploté en frente de él!, y en vulnerabilidad le dije todo lo que me preocupaba, no quiero hablar con él.. al menos, no ahora´.

Me doy cuenta de que a él le pican los pies por aproximarse a mí, justo al dar un respiro llega él hacia mí con una sonrisa extraña y algo avergonzado, yo inclino un poco la cabeza, con media sonrisa intentando ocultar mi desagrado y mi vergüenza.

“Eva, estás preciosa el día de hoy, siempre me dejas perplejo…”

Luego de alargarme para romper el hielo, suelta una carcajada y se lleva su mano a su nuca, hay algo de tensión entre nosotros.

“¿Quieres que te lleve en el auto de Paola para ir a la empresa de tu padre?”, inquiere con un tono más suave para que yo diga algo, aunque estoy muy tensa como para decir algo.

“Te pasaste de la raya, vamos al auto”, me cruzo de brazos, le dedico una mirada seria y él asiente esperando a que de los primeros pasos para seguirme por detrás.

Llegamos al auto y él me abre la puerta, entro al asiento trasero.

´Supongo que Niccolo entrará se sentará en el piloto´.

Al voltearme veo que Niccolo me está pidiendo permiso para sentarse, asi que me arrimo y cierra la puerta para después torpemente estirarse hasta mi ventana y abrirla girando la perilla, ya que este es un auto de los antiguas.

´Entiendo por qué lo hace para no derretirnos de calor, pero, ¿Es necesario poner su mano en mi pierna?, me incomoda un poco sin mencionar que su rostro está a escasos centímetros de mis pechos´.

“Paola es mi tía y solo me obedecerá lo que yo diga, asi que…”, le interrumpo antes de que diga algo de lo que pueda arrepentirse.

“Sí eso lo sé, aparte, ¿Era necesario que abrieras tú la ventana?, me podrías haberme dicho y yo lo hacía”, le reclamo algo sonrojada mirando a otra parte aún con los brazos cruzados.

“Si pero no quería que hicieras esfuerzo, además que necesito que me escuches, necesito que hablemos a solas, por eso agradezco tanto que me hayas dicho para venir al auto”, me suplica y a la vez me agradece, ruedo los ojos pero no hago que se vea tan obvio. Suspiro porque pensamos lo mismo, no quería arman un escándalo en la puerta del hotel.

“También quiero hablar contigo, no obstante, ahora que te mostraste como eres, ¿Cómo puedo saber que eres una persona de fiar?”, le pregunto altanera y él abre un poco los ojos, algo sorprendido de que yo dude de él.

“Porque te lo he venido demostrando desde antes de saber que estabas embarazada de mí, porque realmente me interesa tu bienestar y ahora el de nuestro bebé”, me responde contundentemente.

Yo no puedo contra decir nada.

Antes sentía un poco de debilidad por Niccolo pero ahora con la verdad ha a la luz, siento que la vida será más difícil. Sobre todo cuando me pidió ser su mujer, mi ansiedad aumentó.

´No quiero abandonar mis estudios, pero me acuerdo cuando era pequeña, me acuerdo lo que mi madre había sufrido por mí, incluso mucho más por lo que estoy pasando ahora´.

Mi madre estaba embarazada, sin algún apellido especial como el mio, vivía en un piso arreglado por mi padre, ella nunca había sido realmente la mujer de mi padre por un largo tiempo de su vida, ella había sido la amante formal de mi padre cuando estaba comprometido con una mujer que no amaba.

Mi madre, incluso con todo eso, jamás se quiso rendir conmigo, ella daba todo por mi. Yo estoy en mejores condiciones, quiero decir en severamente mejores condiciones que ella, asi que no me puedo rendir con mis trillizos, además que son tres.

´Si, tengo esta oportunidad en frente de mí, para que este hombre que dice amarme les dé su apellido a nuestros bebés, tengo que hacer lo que hay que hacer´.

“Entonces, señor Niccolo Di Pascuale, si quería conversar conmigo sobre el bebé, acepto y le pido que mi bebé que desde un principio que nazca sea legítimo y que no sea maltratado por nadie de su familia”.

Al tomar la iniciativa, observo como Niccolo se alegra porque ya hablé con palabras más fuertes, respira hondo por la emoción y a mis adentros me conmueve un tanto pero debo ser seria.

“Es muy reconfortante que quieras avanzar con el embarazo, es que…”, Niccolo se emociona unos segundos tratando de expresar lo que siente y piensa.

“Yo te lo juro por mi familia, por el bebé, por ti y por mí, que ahora son lo más sagrado que tengo, que nunca serán maltratados por mi familia, y haré lo que he dicho antes, mi tía Paola seguirá cuidando de ti y del bebé siempre, les daré los mejores cuidados posibles y cuando nazcan será mucho mejor”.

Niccolo sonríe pícaramente. veo en su rostro que ya se está imaginando todo lo que pueda pasar de aquí a nueve meses, lo que me da un poco de presión, sin embargo, me alegra que sea tan auténtico conmigo.

Aunque no puedo olvidar que sea en si también la persona que me arruinó la vida, lo que me hace sonreír con impotencia… suspiro y relajo un poco los hombros.

“Entonces, si quieres que las cosas se formalicen referente al bebé, pídele a Víctor que redacte un ´Contrato de maternidad subrogada´, así se llamará ”, le exijo con voz firme y sin mostrar pistas de dar mi brazo a torcer. Al mismo tiempo, observo su mirada desilusionada por pedirle tal cosa y me entra un poco de sentimiento.

“Yo daré a luz tu descendencia y usted se hará cargo de todos los gastos del embarazo y el parto, después de todo ese proceso, no tendremos más nada que ver el uno con el otro, a cambio de que usted pague todos mis gastos académicos”, reclamo y pongo en orden todo lo que vamos a hacer.

Espero de verdad haber dejado a Niccolo en su puesto, dejándole muy claro que no quiero nada con ese hombre farsante.

Busco en sus ojos alguna respuesta o señal de que esté de acuerdo con lo que yo estoy diciendo, presencio como se ensombrece su rostro y en sus ojos veo decepción y furia.

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