Capítulo 17:

POV Eva Dreyfus

“Fuiste tú quien entró en mi habitación”, musita y lo logro escuchar a la perfección, quedo de piedra, no sé qué pensar, no sé qué decir.

´¡Realmente es él! ¡Él fue quién arruinó mi vida!, aunque casi todo lo que he mejorado después de arruinarme la vida ha sido gracias a él´.

“Estaba borracho y pedí al Señor Dreyfus que me diera una habitación, así que me acompañó a una de invitados, luego de un rato no lograba conciliar el sueño y justo entraste tú y ya sabes… Lo demás es historia”, confiesa con facilidad lo que me indigna más y ni siquiera aún tiene el valor de verme a los ojos.

Por su culpa, me convertí en una perra traicionada, mi padre ha sido el desquite de la venganza del idiota de Daniel, la propiedad de mi familia fue embargada y vendida, tengo que dejar mis estudios.

´Y ahora unos trillizos de Niccolo, con razón, no quería que los dejará, ja, con el que me vine a enrollar, ¡Qué estúpida soy!, ¡Qué tonta fui!, dejarme embriagar por Daniel que no me amaba y acabe en la cama del hombre que tengo enfrente´.

Incluso estuve agradecida con él tontamente, pero..- también desarrollé mucho afecto hacia este desgraciado idiota..

Me levanto de mi asiento porque me siento tan estúpida, tan humillada y engañada que ni siquiera tengo palabras.

Observa como otros comensales a nuestro alrededor comienzan hablar y a mirar hacia nuestra mesa, supongo que creen que Niccolo haría una propuesta exitosa de matrimonio exitosa aquí.

Me quedo en silencio unos minutos contemplando desde un tercer plano lo que está pasando y como estoy sintiéndome, respiro hondo para calmar mis manos temblorosas por la ira que recorre mi cuerpo, tomo la copa de vino tinto que me costó tomarme.

Justo Niccolo sube la mirada luego de haberse arrodillado y humillado frente de mí y le derramo el tinto en la cara, veo como el vino fluye por el rostro de Niccolo que sin moverse lo recibe aceptando mi berrinche.

Al terminarse la copa, la devuelvo a la mesa y levanto mi mirada mirando como los comensales empiezan hablar de nosotros, sin ninguna vergüenza les miro de vuelta y con una mueca les pregunto qué es lo que ven y de pronto ellos se voltean y dejan de vernos.

Niccolo para mi es todo un caso interesante, ya que se queda en silencio y se levanta, veo cómo guarda la caja de terciopelo con el anillo, toma una servilleta de la mesa y se seca lo más que puede. Él se sigue acercando hacia mi.

Yo no quiero escuchar sus explicaciones improvisadas, le quito los ojos de encima para ir recogiendo mi bolsa, siento como si en algo fallé, pero no logro distinguir qué es. Además solo pienso una y otra vez que debe ser muy divertido jugar a la pelota con Eva.

Por fin tomo mi bolsa y al voltear me consigo con Niccolo que está muy cerca de mi.

“Si, es divertido jugar conmigo, Señor Niccolo lo veré en la entrada de la empresa mañana, permiso”

Objeto pidiéndole que se arrime y él sin más lo hace.

El que no se oponga me hace suponer que de verdad deja que yo haga lo que tengo que hacer, camina fuera del restaurante, salgo por la puerta si ni siquiera mirar al estúpido que me humilló, esta vez no me dirijo donde Paola.

Ya que claramente es una espía de Niccolo y no me va a permitir cometer lo que tengo creído, así que voy a la app de taxis y llamo a un Ub3r, leo como se ve y que estará aquí en unos minutos y sigo caminando para poder perderme de vista de estas personas insensibles.

Veo el Ub3r y levanto la mano para que veo que soy yo reviso la placa y es el carro y la marca, con confianza, esta vez prevenida abro la puerta y me siento, es el tipo de la foto, así que le indico donde ir.

Me recuesto en el espaldar cómodo del asiento trasero.

´Con razón me pidió que me quedará con los bebés, ahora todo tiene sentido. Se siente bien saber quién es el padre, pero eso significa saber que también fue la persona que estuvo implicada en la ruina de mi vida, por eso tengo que escapar para que no siga arruinándola´.

Llego sana y salva a la habitación del hotel, voy juntando mis cosas una a una para ir clasificándolas y luego meterlas en un bolso que me había regalado Niccolo, voy metiendo mis cosas y ya casi termino aunque cada cosa que veo me pone triste.

Porque me recuerdan a Niccolo y aunque no se haya quejado ni nada por el estilo, sé que lo humillé y eso me hace sentir mal, no obstante, se lo merece.

`Sí, porque si me hubiera dicho la verdad desde un principio o al menos desde que se enteró de la verdad, me hubiera facilitado las cosas, aunque no creo que.. siguiera con el embarazo de Niccolo´.

Detengo en mis movimientos apresurados para quedarme un momento calmada.

Porque tengo toda esta oleada de emociones que no me dejan ni respirar, al principio me da rabia que me escondan las cosas, pero luego me da tristeza porque eso me hace querer irme.

Sin embargo, no me quiero ir y si me quedo me decepciona, es tan fuerte este mar de sentimientos y este resentimiento hacia Niccolo que me hace pensar que me gusta aunque no sea del todo.

Pero odio todo lo que tuve que pasar desde que estuvimos juntos en la noche de mi cumpleaños, con este pensamiento cierro el bolso y lo cargo en mi hombro y camino directo hacia la puerta, tomo el picaporte para poder irme de aquí.

“¡Eva!, ¡No te vayas, por favor”, me consigo en la puerta a Paola que está jadeando, me imagino que vino corriendo.

“No es porque te quiera hacer sentir mal, pero mañana es un día importante, se trata de la empresa de tu padre, entonces, no puedes irte, ya que supervisarás lo que pasará porque serás su heredera totalitaria, si sucede algo, Dios no lo quiera”.

Pone una mano en el marco de la puerta y al momento de verme a los ojos, no dudo en abrazarla.

Porque después de todo necesito un abrazo, ella me acepta el abrazo, aunque ella me obliga alejarme de ella, poniendo sus manos en mis hombros y al verme que estoy lagrimeando, se quita su suéter y me seca las lágrimas.

“Ven, vamos adentro que necesitas descansar y yo estaré en el lugar de siempre, te acompañaré”.

Le hago caso y nos vamos adentro de la habitación, cierra la puerta y escucho que suena que está bien cerrada y me siento en la cama, ella se siente en una mueble de siempre en una esquina de la habitación, me quedo en silencio mientras que dejo fluir las lágrimas que necesitan salir.

En la mañana siguiente

“Toda esta actuación necesita terminar ya, el señor Niccolo había cometido un error, pero desde hace media hora, está abajo fuera del hotel, por si quiere verlo”.

Veo a Paola aseverarme eso mientras frunzo el ceño y no puedo creer que Niccolo sea ten intenso, así que me voy hacia la ventana y abro las cortinas.

Y Niccolo en realidad está apoyado contra la puerta de su auto con los brazos cruzados con el mentón un poco para abajo y observando fijamente mi ventana, al instante de darme cuenta de que era mi ventana a la que estaba mirando cierro la cortina porque me enoja que siga tras de mi.

“Lo sé, es intenso cuando de verdad se enamora de una mujer, el joven Niccolo no persigue de este modo tan intenso a las otras mujeres con las que estuvo ni persigue a otras mujeres porque siempre. No puedo omitir a un caso, todas iban o estaban con él por su dinero, además que él es hombre de una sola mujer”.

Creo que Paola dice la verdad.

“Al menos no le importa nadie más que a usted, ya que él es hombre de una sola mujer, podría ser una buena idea llegar a ser su esposa, por el hecho de que no se vería obligada a soportar una traición”, sigue alegando Paola mientras come, yo me siento en la cama para poder descansar los pies.

“Así mismo, después de que nazcan los herederos de Niccolo, obtendrá una identidad y estatus social dignos y tú podrás continuar lo poco que te quedan de tus estudios y luego el postgrado en Italia y al mismo tiempo podrás recuperar la empresa de tu padre lo antes posible, aunque si te avispas lo hacen antes”.

Menciona buenas ideas que podría tomar en cuenta.

Más, yo no le quiero hacer algún desaire a Niccolo, porque en si, aunque apenas ayer me haya dado cuenta de que siento algo hacia él, no quiero casarme y no sentir nada o aun peor forzarme a sentir. ´Aunque sabes que lo contrario del amor es la indiferencia y es lo menos que sientes hacia él´.

“También opino que no perteneces a los barrios marginales y no deberías volver al campo a vivir con tus familiares que no habías visto en años, te mereces más”, considera en voz alta y yo me quedo atónita sobre lo que dice. ´Es mejor que una investigadora profesional´.

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