La promesa del padre de mis trillizos
Capítulo 15

Capítulo 15:

POV Eva Dreyfus

“Ah… si, por eso es el vestido, estoy de acuerdo, también te quería invitar a la reunión de los accionistas que es una cena en la noche siguiente, ¿Puedes ir o crees que estarás cansada?”, me vuelve a preguntar preocupándose demasiado por mí.

“Si, si, yo iré contigo”, afirmo para calmar su ansiedad.

“Muy bien, muchas gracias por aceptar, no sabría que podría haber hecho si te negaras, ja. Te veo esta noche…”

Lo último lo susurra con un tonito sexy, lo que me lleva a sonreír. Todo lo que le quiero preguntar se lo preguntaré en persona.

…

POV Niccolo Di Pascuale

Ya estoy yendo al restaurante italiano que le avisé a Paola de llevar a Eva, no le dije para buscarla porque sabía que algo me iba a suceder y pues fue un embotellamiento bien estresante, miro mi reloj de muñeca y están marcando las seis y cincuenta de la tarde, lo que me preocupa aún más.

No había podido ver a Eva desde hace cinco semanas y me he encontrado contando los días que no la veo, dándome cuenta de que su presencia me hace mucha falta y que la extraño de una manera que, a veces, me desconcierta totalmente.

Por eso es que la invité a cenar porque no quería vernos por primera vez en mucho tiempo en una cena ejecutiva, odiaría mucho que así fuese.

Muevo la pierna con ansiedad, veo por todos lados a ver si no se han movido más los autos y nada. Desde que recibí la noticia de que Eva está embarazada de mí, además con la confirmación de la prueba de embarazo, me he sentido mucho más motivado.

Tengo que seguir adelante para enamorarla y que mas adelante se case conmigo de una forma legítima. Con eso hecho pronto traeré el primer heredero de mi generación a la familia, lo que tranquilizará a mis padres y sobre todo a mi abuelo que ya me tiene bastante cansado de tanto preguntar.

´No obstante, antes de todo eso y de demostrarle que mis intenciones son buenas, tengo un buen anillo de compromiso que compré ayer´.

´Yo no le quiero prometer nada en particular, yo no sirvo para eso. Lo que yo quiero es comprometerme en matrimonio con todo mi ser a esa mujer que ruego se enamore de mí´.

“Es posible que no llegue a tiempo, llamaré a Eva para avisarle que voy tarde”, me digo a mi mismo para buscar mi teléfono y marcarle.

Escucho como me dice que no hay cobertura y no lo puedo creer, lo intento una vez más y consigo el mismo resultado de antes.

Me desespero aún más porque no le quiero quedar mal a Eva. Me obligo a calmarme y veo que se está moviendo el tráfico pero muy lentamente.

´Yo predigo que Eva ya sospecha que yo soy el hombre con que se acostó esa noche, el papá de sus hijos, porque es obvio, aunque incluso si no estuviese embarazada trataría de conquistarla por todos los medios posibles. Ella es muy importante para mí, la amo´.

POV Eva Dreyfus

No sé qué más pedir que no sea agua, me senté en una mesa desde la que se ve directamente la puerta de entrada del restaurante para estar pendiente de cuando entrase Niccolo, porque al momento de estar aquí, me di cuenta de que era la primera en llegar.

Ya son las siete y veinte, estoy muy intranquila, mis pensamientos van desde que si tal vez le pasó algo a Niccolo que no ha llegado, hasta que posiblemente se haya arrepentido de invitarme a cenar.

Me siento decepcionada, reposo mis brazos sobre la mesa y luego encima pongo mi barbilla, la emoción que tenía antes se ha ido desvaneciendo poco a poco y las preguntas que tenía en la cabeza se han ido acumulando.

´Tal vez él no va a llegar a la cita´.

Casi se me aguan los ojos, suspiro pesadamente para recomponerme en la silla y mirar por el vitral del restaurante a ver si Niccolo llega.

´¡Hey!´ , me llaman la atención y al voltear veo que es un chico que estaba en recepción como personal del restaurante.

“¿Tú no eres la hija de Dreyfus, la hija más escandalosa en la prensa rosa? Todavía tienes tiempo para divertirte, cuando tu ex prometido ha robado tu herencia, woah…”

Está parado frente a mí con ínfulas de superioridad.

Por lo que le miro de arriba abajo y luego hago como si, no estuviera hablándome.

“No me ignores. Sabes que soy la primer persona en treinta minutos con la que conversas, no aparece ningún hombre por aquí, posiblemente estás plantada y no lo quieres aceptar”.

Luego de sentenciar aquello se ríe y otras personas que atienden se ríen del chistecito de mal gusto y sin gracia de este chico.

“Quizás tú Sugar Daddy, el que necesitas para salir de la miseria de donde estás, te abandonó como lo hizo tu padre”.

Sigue insultándome y ya yo puedo más, me levanto para tomar mi cartera y camino directo hacia la puerta de salida y siento como este chico me está persiguiendo.

Abro la puerta y me permito llorar. Justo se detiene al frente un auto, donde un hombre muy guapo sale, le miro de arriba abajo y es Niccolo.

Veo el auto de Paola esperando por mí, así que camino hacía él y me abrazo a mí misma ignorando que Niccolo viene tras de mi.

“Por favor, te lo ruego, no te vayas”, me suplica tratando de tomar mi mano, pero, se la quito con fuerza, me volteo para verle y siento toda mi cara enrojecida y húmeda por mis lágrimas.

“Te puedo explicar el motivo de mi tardanza”, intenta buscar mi mirada, pero volteo hacia otro lado para no ver sus ojos entristecidos.

“No es solo por tu tardanza Niccolo Di Pascuale, ese idiota me acaba de humillar frente a todo el mundo, aparte no te entiendo y no entiendo por qué…”

Me comienzo a hiperventilar, no puedo respirar. Él se intenta acercar a mí pero lo alejo con mis manos.

Me doy unos segundos para recuperar la respiración.

“Mira… Señor Di Pascuale, mantendremos nuestra distancia para no confundir esta situación con otra, puedes tomar mi mano casualmente, pero, no quiero seguir aceptando tus donativos, ni tus regalos, ni nada de eso…”, le miro con lágrimas en los ojos porque me duele mucho no entenderlo.

“Porque no sé por qué quieres ayudarme, no sé por qué eres amable conmigo y no quiero que todo esto sea por interés y que solo me ayudes para hacer crecer tus números”, le digo lo que pienso con el ceño fruncido y las manos echa puños, él me mira confundido como si no supiera de lo que estoy hablando.

“Tsk.. Parece que quieres eso, no deseo hacer esto por más tiempo, después de la Junta General de Accionistas de mañana, no vengas más, puedo parecer tu novia en esa cena, sin embargo, no tendremos más nada que ver después”.

Pauso un momento para verle a los ojos.

“Y, ¿Sabes qué haré?, me iré con mi tía al campo, ya que ella me aseguró que la residencia allá es buena y que todo estará bien. Así que no te preocupes de mí ni mi bebé”, le declaro con un tono fuerte de voz y me volteo para subir al auto de Paola.

POV Eva Dreyfus

Las lágrimas comienzan a brotar cada vez con más fuerza de mis ojos, sollozos se quieren salir de mi garganta cuando doy cada vez más pasos hacia el auto de Paola, más, al instante siento como Niccolo me abraza por detrás sosteniéndome con fuerza.

Casi me desplomo en sus brazos, si no fuera por la rabia que tengo hacia él, lo hubiera hecho. Siento como mi mundo se vuelve poco a poco un infierno en miniatura, por lo que volteo mi cara y le miro por el rabillo de mi ojo esperando a que reaccione.

“Por favor… Te lo pido Eva Dreyfus… Quédate conmigo esta noche y vayamos hacia la mesa para cenar juntos. Por favor, no te vayas”, me suplica con un tono de voz triste y suave, a la vez se me hace un nudo en la garganta porque jamás lo había sentido tan honesto.

Sigo dudando de sus acciones hasta que siento como esconde su rostro en mi cuello, lo que me hace doblarme a su favor, suspiro hondo y por el bien de mío y de mis bebés me calmo.

“Te prometo que todo lo malo que hayas pasado, te lo recompensaré, por favor…”, le interrumpo en sus lamentables quejidos, porque ya quiero acabar con todo esto de una vez.

“Si, vamos al restaurante, hagamos esto rápido”, le susurro con un tono neutro para dejar en claro de una vez que no estoy muy contenta.

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