La promesa del padre de mis trillizos -
Capítulo 13
Capítulo 13:
POV Niccolo Di Pascuale
Voy a ser papá y de una mujer que estoy más seguro que es la indicada, pero,siento que no la merezco, porque no tengo el valor de admitirle a Eva que yo soy el hombre con que se acostó esa noche.
´Porque posiblemente y estoy muy seguro que piensa que ese hombre al que supuestamente no conoce fue el que le arruinó la vida. Pues no es así, esto no lo generé yo´.
No puedo dejar que me tome odio, estaría en las ruinas, estaría devastado de que la mujer a la cual amo, me odie y también le daría más motivos para qué aborte sin remordimiento.
Quiero la solución más simple, más suave, más fácil, asi que le tengo que proponer algo a esa mujer para que siga con su embarazo normal de mi hijo.
´No, nuestro hijo porque quiero a ese bebé y a esa mujer´.
“Paola, te llamará Víctor, ya que yo no se lo puedo decir a la cara, cuando te llamé le darás el teléfono a Eva”, le ordeno y de inmediato escucho un ´si´ con su respiración agitada.
Le cuelgo para llamar a Víctor.
“Por favor, ven a mi oficina”, le digo apenas le marco, me contesta y luego me cuelga.
Espero unos segundos y tengo a Víctor en frente todo agitado.
“Es sobre Eva, ella si está embarazada de mí y ahora mismo está en un hospital para abortar a nuestro hijo y no quiero eso. Pero no le puedo decírselo a la cara porque seré muy obvio”, carraspeo un poco.
“Por lo que tu le dirás que le ofrezco un trabajo y que de todo me encargaré yo, incluso después del embarazo y que la única condición es que tenga al bebé sano, que no se preocupe por nada y que todo absolutamente todo me lo deje a mí”, le explico a Víctor y este sin decir una palabra asiente, marca a Paola y lo pone en altavoz.
“Hola, Paola, por favor pásame con la señorita Dreyfus”, le pide de una manera muy cantarina a Paola.
“Si, si, ya voy”.
Ambos nos miramos y se nota que Paola es la que está más notoriamente está sufriendo, lo entiendo, yo también estoy sufriendo en silencio.
“Por favor, necesito hablar con la señorita Dreyfus… No, no, déjeme pasar, ¡Déjeme pasar que es algo
importante!… permiso, si, hola Eva, esto es para ti…”
Escuchamos como Paola tan agitadamente se pelea con alguna persona y nos pasa a Eva, por unos minutos Víctor no puede decir nada por qué está en blanco.
“Confío en él, aunque por ahora parezco estar muerto por dentro porque no me siento muy bien y si tan solo se lo pudiera decir yo, es que esta mujer me gusta tanto que me aterra cometer algún error cuando se trata de ella”.
“Eva, es Víctor, la mano derecha de Niccolo…”, dice con voz enérgica que hace que el ambiente se aligere un poco para no dar indicios de que sea algo grave, aunque lo es porque me está afectando lo que está sucediendo.
“Víctor, ¿Qué es lo que sucede?”, inquiere asustada, se le nota mucho en el tono, cierro los ojos porque me imagino lo asustada que debe de estar y si tan solo supiera que le puedo dar lo que ella quiere, puedo darle eso y mucho más, pero, por ahora me tengo que callar.
Entrelazo mis dedos de una manera muy fuerte porque me desespera que no hablen con rapidez y que lleguemos al fallo que quiero escuchar.
“Eva, gracias a la preocupación de Paola, sabemos por lo que estás pasando y Niccolo al enterarse te quería proponer algo, sé que en la situación en donde te encuentras no es muy buena como para tener a un bebé, así que te puede dar un trabajo muy práctico para que no te sobre esfuerces”.
Percibo que está nervioso porque ha empezado hablar más rápido.
“Además de que te puede dar manutención y puede hacer que te cuiden a lo largo de todo el embarazo y después del mismo”.
Casi rogándole le sugiere Víctor lo que puede pedir para sostener este embarazo con el mayor cariño posible, me muerdo los labios porque estoy sudando.
Es más, me tengo que levantar de mi silla, escucho esos instantes de incertidumbre, porque no es porque la esté comprando en si, es mi deber velar por el bienestar de ella y de nuestro hijo.
“Bien, pero, ¿No querrá poner condiciones?”, le pregunta no muy segura y me estoy revolcando por las ganas de que no puedo tomar un auto para ir hasta donde está porque voy a hacer más obvio de lo que ya pudiera ser.
´Tan solo si pudiera abrazarla´.
Víctor me mira por unos segundos y asiento.
“Si, solo hay una condición y es que no abortes. Ten un embarazo tranquila de que todo, absolutamente todo, se encargará él”, le aclara lo último para terminarla de convencer y es que hay más silencio de su parte, espero que no sospeche de mí.
“Muy bien, le diré a Paola que me saque de aquí y nos regresamos al hotel”, responde y de inmediato me apresuro para susurrarle a Víctor.
“Que se vayan a almorzar que yo pago”, le mascullo y él asiente.
“Pueden irse a almorzar a un buen sitio”, le cambia la idea y escuchamos un ´´Humm´ de su parte.
“Vale, muchas gracias se lo plantearé a Paola, nos hablamos luego, adiós”, se despide amablemente de Víctor y escuchar su voz me gusta mucho. Él me mira orgulloso porque lo ha logrado.
“Me siento aliviado de que aún voy a ser tío, además que te tengo que comentar que el vestido que me pediste comprar le pedí ayuda a mi novia para elegirlo, ya lo compramos y es este”.
Busca algo en su teléfono y me muestra un vestido blanco de noche de tirantes y con tirantes en la cintura, de espalda descubierta y de tela de seda.
“Waoh, tu novia tiene buenos gustos, ¿Dónde lo tienes?”, interrogo a ver si lo tiene cerca.
“Lo tengo en mi oficina”, me alega mientras se guarda el teléfono.
“Gracias, podrías dejarlo en mi oficina, cuando la vaya a invitar se lo quiero dar personalmente”, le asevero amable para no parecer tan demandante con Víctor.
“Vale no hay problema, entonces ya vuelvo”.
Así mismo como vino se fue, me apena mucho que yo pueda ser tan duro con él pero es su trabajo, no seré muy duro, pero, tampoco muy flojo.
Las cenas de las empresas Dreyfus, que van a celebrar las ventas de los mercados de ultramar, serán cenas semi-públicas, y los invitados suelen ser empresarios y ejecutivos que tienen relaciones con Dreyfus, pero, debido al escándalo, me temo que no querrá venir mucha gente.
Por eso estoy contratando al grupo de relaciones industriales, para ir cambiando la mala reputación que tiene la compañía de Dreyfus, sé que es un trabajo forzado, pero, podré con esto.
…
“Niccolo, hijo mio, vamos a cenar con esa chica que te había estado hablando, la escogí junto a tu abuelo para que congenien y que si surge algo más, se case contigo”.
Viene mi padre de pronto y me avisa de la cena que ya había olvidado.
Y solo me le quedo mirando porque si tan solo supiera que voy a ser papá, no estaría con estas estupideces de mujeres a las cuales no amo, porque yo solo quiero a Eva y nuestro futuro hijo.
POV Eva Dreyfus
He vivido todo un mes entero en el hotel y Paola se ha vuelto como una verdadera hermana para mí, ha pasado mucho tiempo conmigo al punto de preocuparme por su vida social, de todos modos, cuando le pregunto al respecto no quiere hablar del tema.
Niccolo finalmente me detalló el trabajo que me había ofrecido antes, el cual tiene mucho que ver con arquitectura. Su familia, aparte de tener una empresa familiar principal, tiene una constructora y me pide que diseñe planos para una residencia que quieren lanzar allí en Italia.
Básicamente, armo el plano y dejo instrucciones, las necesarias para construir la estructura, Niccolo me dejó en claro que no me intranquilice, ya que hay dos arquitectos más supervisando y ayudando en esos proyectos.
Como es de esperarse Niccolo me ha tratado muy bien desde que me llamó su amigo Víctor, debería decir mejor, casi hasta sentirme como una princesa y hoy no es la excepción, hoy será la primera vez que veré a mi bebé por el ecógrafo.
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