La novia más afortunada
Capítulo 875

Capítulo 875:

Janet estaba visiblemente disgustada. No quería que Brandon se involucrara en su trabajo. «No te preocupes», le dijo tranquilizadora. «Puedo encargarme yo sola”.

“¿Cuál es tu plan?» preguntó Brandon.

«¿Enfrentarla cara a cara? ¿Tienes alguna prueba de que Kathie fue quien planeó todo anoche?».

La pregunta de Brandon dio en el clavo. Bajó la cabeza y respiró lenta y profundamente para calmarse.

«¿Qué vas a hacer entonces?», preguntó.

Cogiéndole la mano con suavidad, Brandon se volvió hacia el cuadro. «No dejes que alguien como Kathie nos arruine el día», aconsejó. «Disfrutemos de la exposición por ahora. Es interesante».

Los ánimos de Janet estaban por los suelos. «Realmente me has arruinado el día…» murmuró amargamente.

Pasándole el brazo por el hombro, Brandon dijo: «Alguien le ha dicho a Zuri que he venido. Me envió un mensaje esta mañana para decirme cuánto lo sentía por ti, no tienes que preocuparte por eso. También me dijo que ella se encargaría».

Luego asintió obedientemente. Janet miró a Kathie por encima del hombro, y Kathie seguía hablando con la modelo que tenía al lado. No se había fijado en Janet. Kathie se rió un momento, antes de darse cuenta de que su volumen no era el apropiado.

Tapándose los labios, dijo: «Fue una suerte que él se escapara y a ti no te atraparan».

La modelo de pelo corto la miró fijamente. «Pero todos los que contratamos fueron detenidos», dijo.

Sus ojos se movieron nerviosamente a su alrededor, aunque a Kathie no le preocupaban los arrestos de esos hombres, respondió con ligereza.

«Les pagué para que hicieran algo por mí, pero fracasaron». Su voz adquirió un tono más lastimero.

«Sinceramente, son unos inútiles. ¿Sabes cuánto he tenido que trabajar para ganar tiempo para ti? Y al final, lo estropeaste de todas formas».

La modelo se horrorizó «¿Cómo puedes culparnos? Fue ella la que se escapó. Deberías haber investigado más a fondo quién era antes de actuar». La modelo bajó la voz. «¡Esa mujer es la esposa de Brandon Larson!», siseó. «¡La hija de la Familia White! Nunca debimos ofenderla. Brandon nunca nos dejaría salirnos con la nuestra».

La modelo de pelo corto y sus compañeras se asustaron cuando ayer se reveló la identidad de Janet.

Afortunadamente, se habían marchado inmediatamente después de entregar a Janet a los fornidos hombres. Si se hubieran demorado un momento más, los guardaespaldas de Brandon las habrían capturado y golpeado sin piedad.

Sólo de pensarlo, la modelo se tocaba la cara de miedo. Kathie también se sorprendió.

Nunca se le había ocurrido que Janet pudiera ser la hija de la Familia White, ¡Y mucho menos la esposa de Brandon!

¡Brandon Larson es una leyenda!

El instinto de Kathie había sido descartar a Janet como una pobre diseñadora más, no perteneciente a una familia noble, ni digna de un hombre noble. Como tal, no había pensado en investigar a Janet.

«No importa», dijo Kathie. «Ya ha pasado todo. Janet nunca sabrá que fuimos nosotras. Supongo que se metió en el mundo de la moda sólo por diversión. Es hija de una familia adinerada y esposa de un hombre rico, así que dudo que buscara demasiado o que siquiera sospechara de una trampa.» Kathie razonó su miedo.

Gracias a la explicación de Kathie, la modelo dejó de sentir pánico. Continuaron contemplando la exposición de arte.

De repente, un hombre se dirigió hacia ellas, seguido de una docena de guardaespaldas.

«Disculpe, señorita», dijo el hombre. «Ya no es bienvenida a esta exposición. Váyase, por favor».

El hombre ordenó al guardaespaldas más cercano que escoltara a Kathie y a la modelo fuera del edificio.

Kathie se ofendió de inmediato. su rostro se sonrojó de un violento carmesí y empezó a discutir con el hombre. «¡¿Qué estás haciendo?!», gritó. «¡Tenemos entradas!»

«Señorita Jiménez», respondió el hombre con calma, «Usted y su amiga han sido incluidas en la lista negra. No podrán asistir a más espectáculos ni exposiciones».

La modelo estaba a su lado, y las dos hicieron la misma pregunta al mismo tiempo:

«¿Por qué? ¡Nosotras no hemos hecho nada!».

El responsable sonrió pacientemente. «Saben lo que hicieron». Dijo. «Acabamos de recibir la orden de escoltarles hasta la salida. Ah, y un último consejo: No crean que las malas acciones quedan impunes. Los molinos de Dios muelen lenta pero inexorablemente».

En ese momento, los guardaespaldas sacaron sin piedad a Kathie y a la modelo del lugar. Que la echaran de la exposición hizo que Kathie se sintiera humillada. Casi la habían empujado al suelo.

Al volver la vista hacia la puerta que se cerraba tras ella, Kathie vio que Janet la saludaba desde su interior.

Un destello de ira hizo que Kathie corriera hacia el interior, pero la puerta se cerró demasiado rápido. «¡Mi%rda!» Espetó: «Era Janet». Kathie golpeó la puerta, liberando parte de su conmoción hacia ella y de su rabia hacia ella.

«Parece que Brandon ya estaba al tanto de la situación», dijo finalmente.

La modelo de pelo corto estaba a su lado, rechinando los dientes con rabia.

“¿Qué se supone que tenemos que hacer ahora?» Gritó: «¡Nos han puesto a las dos en la lista negra! »

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