Capítulo 217:

«Si no te gusta cómo hablo, no me escuches. Nadie te está obligando», dijo Wayne en voz baja, volviendo a ser el mismo de siempre.

Brea estaba a punto de replicar cuando recordó que él se había arriesgado para salvarla, así que no continuó, pero tampoco entró en la habitación.

Por ende, los dos se quedaron en el pasillo por un par de minutos, al tiempo que el ambiente se volvía cada vez más incómodo.

De pronto, Wayne estiró la mano para presionar a Brea contra la puerta.

«Superestrella, ¿Por qué no entras a tu habitación? ¿No quieres separarte de mí? Si necesitas algún servicio especial, no me importaría acompañarte».

Sonrojándose, Brea lo golpeó con enojo. Acto seguido, lo pisó con fuerza.

«¡Imbécil!», le gritó, antes de finalmente abrir la puerta de su dormitorio.

Sin embargo, él solo le sonrió con picardía.

«Superestrella, llámame si necesitas mis servicios. Puedo darte un veinte por ciento de descuento».

«¡Ni lo sueñes! Y si te atreves a acosarme de nuevo, le tomaré una foto a tu estúpida cara y la publicaré en mis redes sociales para que todos vean lo insolente que es el joven sucesor del Grupo Evans». Dicho eso, Brea le cerró la puerta en las narices para no tener que seguir viéndolo. ¡Ese b$stardo se había atrevido a coquetear con ella!

No obstante, tenía que admitir que lo encontraba muy guapo, especialmente si ignoraba las cicatrices que ella le había causado a su rostro.

«Superestrella… ya sabes, estoy al lado. Llámame si necesitas algo».

Sin decir nada, y como estaba un poco cansada, Brea se fue al baño con la intención de deshacerse de todo lo que había experimentado ese día con una buena ducha caliente.

Esos tipos realmente la habían asustado mucho. Tuvo suerte de que Wayne estuviera ahí, o las consecuencias habrían sido devastadoras.

Tumbándose en la bañera, la chica cerró los ojos tratando de relajarse. El problema era que la cara de Wayne seguía apareciendo en su mente. No importaba cuánto tratara de expulsarlo de sus pensamientos, era inútil.

Lo peor era que pensaba que él era muy guapo y heroico.

No es necesario decir que cuando una mujer comienza a extrañar locamente a un hombre, e incluso encuentra cada uno de sus movimientos agradables, significa que no está lejos de enamorarse de él.

Al pensar en eso, el corazón de Brea se aceleró.

¡Maldita sea! ¿Estaba enamorándose de Wayne?

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