La Novia Fugitiva y el Magnate Misterioso -
Capítulo 178
Capítulo 178:
«Oye, por favor, ten cuidado», dijo Tyson con preocupación mientras corría a agarrar a Flavia, quien lo miró y lo tomó de la mano antes de voltearse hacia Wayne Estaba demasiado emocionada como para hablar y tenía los ojos aguados.
Luego, habiéndose tomado su tiempo para calmarse, finalmente comentó: «No tengo palabras para expresarles mi gratitud. Sin su ayuda, estoy segura de que no estaría listo para la cirugía tan pronto. ¡Tengo el deber de retribuirles su compasión en el futuro!».
La verdad era que Tyson nunca se había encontrado con algo así, por lo que no tenía idea de cómo responder.
Allí, notando el dilema en el que se encontraba Tyson, Wayne se rio y tomó una foto a escondidas con su celular.
De hecho, no lo guardó sino hasta que Tyson lo miró con el ceño fruncido antes de acercárseles a ellos. Acto seguido, le sonrió a Flavia, diciendo: «Ni te preocupes, Flavia. Realmente no hicimos mucho. Créeme, tu buena fortuna fue lo que te salvó. A propósito, recientemente ha habido un evento en el hospital. Todavía no lo sabes, ¿Cierto? En fin, el punto es que te ganaste el premio mayor, así los gastos quirúrgicos tendrán un descuento del 80%. El otro 20% no era demasiado, de modo que cuando escuché que se había encontrado al donante de riñón, cubrí ese monto por adelantado. Tranquila, cuando Cece y Tyson tengan suficiente dinero, me lo devolverán».
Perpleja, Flavia preguntó: «Pero yo nunca he participado en ningún sorteo. ¿A qué se refiere con eso?».
En ese instante Tyson recibió un codazo de Wayne, por lo que no le quedó más remedio que mentir: «Mmm… yo participé en el evento en tu nombre, Flavia. Lo hice después de que Wayne me avisara. No tenía muchas esperanzas, pero mira, ¡Ganamos!».
«¡Así es! Si no nos crees, puedes revisar el anuncio que puso el hospital», añadió Wayne, buscando en su teléfono el aviso que había hecho en el sitio web del hospital para ayudar a Tyson a engañar a Flavia.
«Mira», dijo, entregándole el celular.
Sacudiendo la cabeza, la mujer sonrió aliviada.
“Oh, no es necesario. Hay muchos términos que no entiendo debido a mi mala visión y falta de vocabulario. Solo quiero darte las gracias».
Dicho eso, se giró hacia Tyson, lo tomó de la mano con firmeza, y repitió: «Gracias, Tyson y Cece. Me salvaron la vida y nunca lo olvidaré. Estaré aquí un poco más».
Enseguida se echó a llorar.
«Flavia, insisto, no fue nada, no hace falta que nos agradezcas una y otra vez», la trató de tranquilizar Wayne.
«Estamos hablando de un asunto de vida o muerte. ¿Cómo podría ser algo simple? Sinceramente, muchas gracias». Después de recibir tanta generosidad, Flavia se sintió incómoda porque no tenía forma de mostrar su gratitud.
«¿Por qué no ha llegado Cece?», le preguntó a Tyson.
«No le informé a porque hoy está demasiado ocupada en el trabajo y su cirugía de trasplante de riñón se programó muy rápido. Más tarde le diré lo que ha ocurrido.
Estoy seguro de que vendrá a visitarte luego».
«Es comprensible», respondió la chica, que tras un segundo de reflexión, añadió: «No le digamos nada por el momento. Se lo haremos saber cuando termine la operación. No la distraigamos».
«Tienes mi palabra», replicó Tyson con ternura.
Seguidamente, con la intención de aliviar los nervios de la mujer, él y Wayne se quedaron charlando con ella. Al rato, una enfermera les pidió que se alistaran, por lo que Flavia se preparó para que la llevaran al quirófano.
Asustada, agarró la mano de Tyson con fuerza.
«No te preocupes. Este médico es un verdadero experto. Tómatelo con calma y duerme un poco. Todo estará bien una vez que despiertes», la animó él.
Por su parte, Wayne también hizo lo suyo.
“Descuida, Flavia. ¡Estarás en perfectas condiciones antes de que te des cuenta! Ni tus piernas ni tu cintura te volverán a doler. ¡Deberías poder alimentarte mejor después de esto!», exclamó.
Hasta cierto punto Flavia se sintió aliviada, e incluso sonrió.
Pronto, Tyson y Wayne la acompañaron a la entrada del quirófano, sin poder evitar sentirse un poco nerviosos.
Tyson esperaba que todo saliera bien, porque si no, la noticia sería devastadora para Celia.
El chico rezaba por el bienestar de todos los que amaba Celia.
Aparte de eso, deseaba que pasaran el resto de sus vidas juntos.
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