La Novia Fugitiva y el Magnate Misterioso
Capítulo 151

Capítulo 151:

Tyson cogió su celular de la mesita de noche y vio el mensaje de Wayne.

«¡Hey, amigo! Solo quiero informarte de que encontramos un donante de riñón para Flavia. Espero no haberlos molestado».

El chico miró a Celia, que estaba tumbada a su lado y, con una sonrisa en los labios, respondió: «Eres muy capaz».

Tyson supuso que Celia estaría contenta una vez que resolvieran los problemas de Flavia y, si ese fuese el caso, entonces por fin podrían prepararse para su retrasada noche de bodas.

En cuanto Tyson dejó de lado el teléfono, Wayne le envió otro mensaje.

“¿Qué hacen Cece y tú? ¿Están haciendo ese ejercicio? ¿Por qué no descansan? No se excedan con eso, recuerden que ya no son adolescentes… no se lo pongas difícil a tu esposa».

Tyson no disfrutaba de sus burlas, y le respondió con el cejo fruncido.

“Deja de decir tonterías si no quieres morir».

Su mensaje asustó a Wayne, que enseguida se disculpó.

“Mi tío preguntaba cuándo querías que organizara la operación de trasplante».

Tyson envió las palabras: «Lo antes posible». Pero pronto añadió: «Flavia era la niñera de Cece, por lo que ella insiste en reunir el dinero para la operación por su cuenta, pero no pudo hacerlo a tiempo. Piensa que soy un pobre tipo que no puede permitirse pagar esas cosas. Aunque yo pague la cirugía, no le digas ni una palabra al respecto».

Wayne respondió después de un largo rato: «¿Es realmente necesario? Son solo cientos de miles de dólares. ¿Por qué lo complicas tanto? No lo entiendo».

«¿Cooperarás conmigo o no?», instó Tyson.

Wayne contestó: «Por supuesto que sí. Eres mi mejor amigo, ¡Siempre estaré de tu lado!».

«Entonces organiza la operación pronto. Puedes decirles a Cece y a Flavia que hubo un sorteo en el hospital y que ella ganó, lo que reduce el costo de su operación en un ochenta por ciento».

«¡Vaya! No puedo creer que se te ocurriera eso. Pero sigo sin entender la necesidad de hacerlo tan complicado».

Tyson replicó con severidad: «Solo déjalo y arregla todo. Hablamos de los detalles mañana. Cece acaba de dormirse y no quiero molestarla con la luz del celular».

A continuación, Wayne solo envió unos puntos suspensivos, mostrando que estaba sin palabras.

Tyson la ignoró, guardó su teléfono, abrazó a Celia y se durmió.

Probablemente, fue debido a esos mensajes que Celia terminó despertándose antes que su esposo y, como rara vez se levantaba tan temprano, solo se quedó en la cama con él, mirando su rostro enmascarado.

Habían pasado por muchas cosas, pero ella seguía sin saber cómo era él debajo de esa máscara.

Curiosa, trató de quitársela, porque sabía que lo querría sin importar cómo se viera, pero solo quería ver su rostro.

«Oye, ¿Tyson?».

Lo empujó con suavidad, pues no quería tocar la máscara hasta estar segura de que él estaba bien dormido.

Sin embargo, su esposo se despertó en el momento en que sus dedos tocaron la máscara, y ella enseguida retiró la mano.

«¿Qué pasa, Cece?», preguntó el muchacho, aún medio dormido.

Celia se apresuró a distraerlo.

“Solo quería darte un beso, lamento despertarte… intentaba ser amable, pero, por desgracia, interrumpí tu sueño», dijo, fingiendo estar decepcionada.

Tyson le acarició el pelo ondulado.

“Prefiero recibir un beso tuyo que seguir durmiendo. Ahora, terminemos lo que empezaste, ¿Sí?».

Su mirada fue como una flecha de dulce miel que atravesó el corazón de la muchacha.

«Muy bien, entonces… te besaré».

Celia se armó de valor y lo besó con mucha pasión.

.

.

.