La Novia Fugitiva y el Magnate Misterioso -
Capítulo 133
Capítulo 133:
Al ver la alegría en los ojos de Kiley, Alick supo que su plan ya tenía la mitad del éxito. Sonrió y exclamó: «¡Por supuesto! Cien mil dólares no son nada para mí. Y cumplo mi palabra».
Kiley soltó un suspiro de alivio.
“Señor Juarez, mis heridas en realidad no son tan graves. Exageré a propósito su gravedad para que me hospitalizaran. Así, cuando me den de alta, podré ir con Celia y pedirle que pague para vengarme de ella. Todavía faltan unos días para la cena. Estaré bien para entonces, así que prometo ayudarlo con su plan».
Al chico le complació que ella se mostrara tan dispuesta a ayudarlo; sin embargo, seguía un poco preocupado.
«Kiley, eres inteligente, pero Celia lo es más y, además, tiene a alguien que la respalda. Si solo quieres chantajearla con las heridas, me temo que lo vas a tener muy complicado. Y si no tienes el suficiente cuidado, el resultado puede ser contraproducente y acabarás por perjudicarte a ti misma».
La otra enseguida se puso ansiosa.
“¿Qué debería hacer entonces?», preguntó.
Agarró la mano de Alick y se negó a soltarla, como si fuese un salvavidas.
“Señor Juarez, ¿Qué cree que debo hacer? Por favor, deme un buen consejo».
Alick retiró la mano, y pensó un rato antes de decir: «Lo mejor es que te disculpes con Celia y le digas que tus heridas no son su culpa, y asegúrate de hacerlo en público».
La sorpresa se apoderó del rostro de la muchacha, y preguntó confundida: «¿No la estaré ayudando si hago eso? ¡De ninguna manera me disculparé con esa p%rra!».
Su estúpida mirada hizo que Alick se sintiera asqueado.
Si no necesitara de su ayuda, nunca se habría relacionado con ella «¿Cómo puedes ser tan imbécil? Hay que tener una buena relación con ella si quieres ayudarme. Te digo que hagas esto para relajar sus sospechas contra ti. Solo entonces tendrás una oportunidad para dr%garla».
Kiley lo pensó unos segundos, y se dio cuenta de que las palabras ajenas tenían sentido; sin embargo, no quería dejar ir a Celia así como así.
«Pero, después de todo, estoy herida. No puedo sufrir de esta manera en vano, ¿Verdad? Tengo que aprovechar la ocasión para chantajearla».
Alick no pudo evitar burlarse: «¿De verdad eres tan idiota? Si te atreves a chantajearla, Derek y Brea definitivamente la ayudarán. Al final, serás la culpable, perderás tu trabajo, y no obtendrás ninguna venganza».
Kiley se dejó convencer por él y se preocupó.
“No, no puedo perder mi trabajo», murmuró.
«Entonces haz lo que te digo», señaló Alick de inmediato.
“Primero tienes que crear una buena relación con Celia para poder acercarte a ella durante la cena sin que sea raro. Entonces, podrás darle una bebida con dr%gas, y te daré cien mil dólares después de eso. Eso es mucho dinero, ¿Verdad?».
Ella asintió en señal de acuerdo.
Aunque sabía lo p%rvertido que era Alick, seguía sin renunciar a la idea de acostarse con él porque, a fin de cuentas, era guapo y rico. No perdería nada si se acostaban.
Extendió la mano y tiró de la manga ajena, para decirle con una sonrisa aduladora: «Señor Juarez, usted es rico e ingenioso. No creo que los demás hombres de la empresa puedan comparársele».
A él le agradaron sus palabras, y comentó: «Bueno, eso es decir mucho. Hay muchos hombres poderosos y ricos en el Grupo Semshy».
Pero, a pesar de decir eso, ya se sentía orgulloso y satisfecho Kiley lo tomó del brazo, le guiñó un ojo y le dijo: «Señor Juarez, no entiendo por qué tiene que gastar tanto dinero para acostarse con Celia».
Apoyó todo su cuerpo contra él y añadió con timidez: «¿Por qué no me toma en cuenta? Me encantaría acostarme con un hombre guapo como usted. Si me elige, no necesita gastar tanto. De todos modos, no necesito su dinero, lo único que quiero es acostarme con usted».
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar