La Novia Fugitiva y el Magnate Misterioso -
Capítulo 120
Capítulo 120:
Aunque Celia era buena en la lucha, no podía manejar a varios guardaespaldas profesionales por sí sola, así que pronto la empujaron a la fuerza hacia la puerta.
«¡Puedo salir sola!».
Empujó a uno de los guardaespaldas y miró a su padre.
«Será mejor que te lo pienses y me des una respuesta lo antes posible, o nos veremos en los tribunales. Si rompes tu promesa y te niegas a darme el anillo, tendré que contarle a la Familia Shaw todo sobre tu complot y hacerles saber cómo los Kane los engañaron. ¡No me pongas a prueba, o no podrás soportar las consecuencias! Ya debes saber cómo soy. No te daré mucho tiempo para que te lo pienses, así que será mejor que estés alerta».
El rostro de Mabel se contorsionó con furia, y señaló a Celia acusadoramente.
“¡Bruja! ¡Qué ingrata! ¿Cómo te atreves a amenazarnos de esa forma? ¿Crees que te tengo miedo? Pues me gustaría ver de qué eres capaz».
Volvió a tomar la escoba y empezó a golpear a Celia con ella. Sin embargo, la muchacha le arrebató la escoba de la mano con un fuerte golpe, haciéndola caer bajo sus pies.
«Ni se te ocurra intentar pelear conmigo. Mi paciencia tiene un límite».
La otra se sorprendió. Aunque seguía hirviendo de rabia, sabía que no debía actuar precipitadamente en ese momento.
Celia miró a Adrien una vez más antes de salir de la casa sin mirar atrás.
Nada más salir, Mabel estalló en un ataque de maldiciones.
«¡¿Cómo se atreve a amenazarnos?! ¡¿Quién diablos se cree que es?! ¡No es más que una patética putita! ¡Es igual a su desvergonzada madre! Como era de esperar, ¡No hay manera de que una p%ta barata pueda dar a luz a una hija decente!».
Los criados se hicieron eco de sus sentimientos.
“¡Es la personificación de la mala suerte! Cada vez que vuelve aquí, algo malo sucede…».
«Mamá, no te enojes con mi hermana», dijo Cerissa, «Ella de por sí es muy lamentable. Su vida ya está camino al fracaso después de casarse con un perdedor como Tyson…».
Celia no tenía intención de seguir hablando con la familia. Además, les había dado un ultimátum. Quería ver si Adrien era lo bastante inteligente como para reconocer la importancia del asunto.
Contuvo su tristeza mientras levantaba la mano para secar una lágrima de su ojo, al tiempo que caminaba de vuelta a la casa que compartía con su esposo.
Cuando la lágrima cayó, su ilusión de Adrien se rompió también.
En su cabeza se mezclaron sentimientos a medida que avanzaba por el camino.
Antes de ir allí, tuvo sus últimas fantasías y expectativas para su padre.
Siempre pensó que era imposible que él fuera tan despiadado, pero, después de ver sus verdaderos colores con sus propios ojos, no pudo contener la tristeza que se coló en su corazón.
Adrien fue bueno con ella cuando era una niña. Solía darle lo que quería, y la defendía siempre que la acusaban injustamente.
¿Qué pudo haber pasado para que fuera quien era ahora?
No lo entendía, y tampoco podía aceptar que el Adrien actual fuera el mismo padre amable que conoció entonces.
De repente, Celia sintió que algo húmedo le caía encima de la cabeza y, al poco tiempo, unas pesadas gotas se precipitaron desde el cielo, trayendo consigo el fuerte y crujiente sonido de un trueno.
Buscó con desesperación un refugio para protegerse de la lluvia torrencial, pero no había ni un solo techo bajo el que pudiera esconderse.
Llena de impotencia y resignación, levantó la cabeza y miró al cielo con una sonrisa llena de amargura. La lluvia salpicó sin piedad su rostro, nublando su vista por un momento. Parpadeando las lágrimas mezcladas con el agua de la lluvia, bajó la cabeza y se dejó envolver por sus emociones, deseando que la lluvia pudiera lavar cada parte de su pena.
De la nada, dejó de sentir la lluvia sobre su cuerpo, y un paraguas apareció sobre ella, bloqueando el fuerte aguacero.
Sorprendida, Celia levantó la vista y vio una máscara plateada que le resultaba familiar.
¡Era Tyson!
Él sostenía el paraguas sobre su cabeza y la miraba con preocupación.
La muchacha parpadeó rápidamente, incrédula, y sintió que era una escena sacada de un sueño.
«¿Qué haces aquí?», preguntó ansiosa.
La casa de los Kane estaba muy cerca de allí, así que le preocupaba que Tyson hubiera visto cómo la echaban Mabel y aquellos guardaespaldas.
«No estabas en casa, así que me aburrí y salí a trabajar. Por casualidad, traje a un cliente en este vecindario y te vi parada bajo la lluvia, así que me apresuré hacia aquí lo más rápido que pude», explicó Tyson, inventando una mentira para tranquilizarla.
La verdad era que la había seguido hasta la casa de la Familia Kane, y estuvo vigilando a escondidas desde fuera.
No sabía la razón por la que ella fue allí, pero sí vio la escena en la que los guardias de seguridad la expulsaron.
En ese momento, estuvo a punto de perder los estribos, pero a duras penas se contuvo de ir corriendo hacia allá para darles a esos tipos una lección que nunca olvidarían. Al final, no interfirió. Decidió no aparecer mientras ella se encontraba en una situación tan estresante, porque no quería avergonzarla. Sabía que su esposa tenía muchos secretos que aún no le había contado, pero no le urgía desentrañarlos.
Celia no vio la mentira de Tyson y, con un sollozo ahogado, se arrojó a sus brazos y dejó que las lágrimas brotaran de sus ojos.
En ese momento, una ola de emociones la inundó como una marea, y sintió que no solo amaba a Tyson de verdad, sino que también se sentía extremadamente agradecida hacia él.
Le agradecía que hubiera acudido a ella en uno de sus momentos de dolor, y que la hubiera salvado de un abismo de angustia insoportable.
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Nota de Tac-K: Tengan una linda mañana, una linda tarde y una linda noche, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (=◡=) /
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