Capítulo 12:

Celia se sonrojó en el acto al escuchar las palabras de Tyson.

¡Por Dios! ¿De verdad iban a dormir juntos tan pronto?

Aunque la expresión de él era bastante amable, la hacía sentir nerviosa e incómoda de todos modos, y por mucho que intentó calmarse, tartamudeó al hablar.

“Y-yo… No creo que sea necesario apresurarse. Temo que tu cuerpo… q-que tu cuerpo no lo soporte».

Ella estaba tan avergonzada que su rostro se puso más rojo y sus orejas más calientes.

No obstante, cuanto más trataba de encontrar excusas, Tyson más quería molestarla, así que se inclinó tan cerca de ella que sus labios quedaron casi en la punta de su nariz. Obviamente Celia pensó que la iba a besar. Sin embargo, no lo hizo.

Ella se sintió inquieta cuando su nariz captó su aliento masculino.

Si Tyson la besara de una vez, ella no se sentiría tan atormentada, pero él solo se mantuvo a una distancia muy corta. En una atmósfera tan romántica, Celia sintió un cosquilleo en el corazón, aunque despreciaba pero esperaba con ansias su coqueteo. Aquello la tenía loca.

«¿Estás dudando de mis habilidades? ¿Te preocupa que no pueda satisfacerte debido a mi débil salud? ¿Es eso lo que estás pensando?», cuestionó él con una diabólica sonrisa y la voz un poco ronca y muy se&y.

Celia ya casi no podía controlarse, pues a pesar de que Tyson llevaba una máscara, pudo despertar su deseo. Sintió que su corazón estaba a punto de salirse de su pecho.

«No te preocupes. Haré todo lo posible para satisfacerte y cumplir con mis responsabilidades como esposo. Podemos hacerlo de la forma que quieras. Si no sé lo que te gusta, puedes enseñármelo; yo aprendo rápido».

Celia se sonrojó aún más ante sus palabras y con el pulso acelerándosele, se sintió tan avergonzada que rápidamente agitó la mano.

“No, eso no es lo que quise decir. Es que todavía necesito tiempo para acostumbrarme a esto. Quiero decir, apenas nos acabamos de conocer».

Ella de veras temía que lo que había dicho pudiera ofender a Tyson. No obstante y para su sorpresa, él simplemente dijo con calma: «Está bien. Te daré tiempo para que te acostumbres. Pero ten en cuenta que ya eres mi esposa».

Su tono, especialmente cuando dijo la última oración, fue muy seguro.

Celia solo asintió distraídamente.

«Cariño…». La voz suave y el comportamiento relajado de Tyson la calmaron un poco, y él volvió a acercar los labios a su oído.

“¿Quieres llamarme ‘cariño’? De esa forma, te acostumbrarás más fácilmente».

¿Pero cómo podía Celia llamarlo así si ella era tan tímida? Todavía estaba aturdida y sin saber qué hacer cuando de repente sonó el celular de él.

«Dame un minuto, ¿Sí? Tengo que atender esta llamada», pidió él en tono de disculpa al tiempo que le acariciaba la cabeza con sus manos grandes y suaves.

Habiéndose encogido un poco, ella asintió obedientemente.

Entonces él caminó hacia el balcón con su celular en mano, y tan pronto como atendió, la voz de Briar llegó desde el otro extremo de la línea.

«Señor Shaw, por favor, venga a la compañía. Hay una emergencia que requiere su atención directa».

«De acuerdo».

Después de colgar, Tyson volvió a la habitación y se sorprendió al ver que Celia seguía allí de pie, esperándolo.

«¿Por qué no estás en la cama todavía?», preguntó a medida que se le acercaba y le acariciaba el cabello.

“Tengo algo de lo cual encargarme, así que debo salir, pero volveré pronto. Si tienes sueño, puedes irte a la cama. No es necesario que me esperes».

Ella estaba a punto de decir que estaba bien cuando de repente él añadió en voz baja: «Te lo compensaré. Te daré una noche de bodas que nunca olvidarás».

Ante eso, la cara bonita de Celia se puso roja en un segundo.

Entonces Tyson salió de la casa a toda prisa.

Celia suspiró de alivio y de hecho pensó que era mejor que él se hubiese tenido que ir, pues la verdad era que ella no sabía cómo comportarse con él esa noche.

Pensando en todas las cosas que habían pasado ese día, su estado de ánimo estaba un poco conflictuado.

Tyson la trataba bien, por lo que imaginó lo agradable que sería vivir una vida sencilla con él así.

Sin embargo, su principal prioridad era recuperar el anillo de su madre, el cual Adrien tenía en su poder. Su única esperanza ahora era que ese padre sin escrúpulos cumpliera su palabra y dejara de causar problemas.

Tras subirse a la cama, ella no tardó en dormirse. El aroma masculino de Tyson en la cama la hizo sentir a gusto.

Fue un buen y largo sueño, tanto así que ella no se despertó hasta que el sol brilló intensamente hacia el interior de la habitación.

Apenas abrió los ojos, lo primero que vio fue el rostro enmascarado de Tyson.

¿Qué estaba pasando? ¿Cómo podía él estar en la misma cama con ella? ¿Qué había sucedido la noche anterior?

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