La Novia Fugitiva y el Magnate Misterioso -
Capítulo 104
Capítulo 104:
En cuanto Derek salió de su despacho, vio a un grupo de personas rodeando el escritorio de Celia, y enseguida se dio cuenta de que ella podría estar de nuevo en problemas, así que aceleró el paso y se acercó a ellos, queriendo ayudarla.
«¿Por qué no están trabajando? ¿De qué hablan?».
Cuando todos lo vieron llegar, enseguida contuvieron sus emociones y lo saludaron.
Una mujer que estaba en buenos términos con Kiley se levantó primero, señaló a Celia y dijo: «Jefe, en realidad no es la gran cosa. Hace un momento, Kiley le dio algunas sugerencias a Celia para su proyecto, pero ella las rechazó enseguida, e incluso dijo que sus consejos eran inútiles. Al parecer, menosprecia a los empleados ordinarios como nosotros. La insultó, e incluso la culpó por armar un problema de nada, y después le tiró leche a la cara».
Kiley dio un paso adelante y, con la cara manchada de leche, tomó a Derek del brazo y le dijo con tristeza: «Jefe, Celia me golpeó la frente con un vaso».
Se señaló la frente y Derek se volteó a verla, dándose cuenta de que el área estaba bastante hinchada. La parte delantera de su vestido también se encontraba manchada de leche, y había fragmentos de cristales rotos en el suelo.
Todas las pruebas parecían apuntar a Celia, pero Derek la conocía bien, por lo que no creía que ella fuese capaz de hacer tal cosa.
Con eso en mente, giró a ver a la acusada, insinuándole que le diera una explicación.
Celia explicó en un tono normal: «En realidad fue Kiley la que quiso echarme leche encima hace un momento; yo solo me defendí metiendo el brazo. No esperaba que la leche le cayera encima, ni que el vaso le diera en la frente».
Kiley se puso nerviosa de inmediato, y espetó: «Lo hice porque tú me insultaste primero. Y me lastimaste a propósito, la herida en mi frente es la prueba. ¿No esperabas que el vaso me diera en la frente? Si no lo planeaste, ¿Cómo pudo golpearme con tanta precisión?».
Frente a los ataques rastreros de Kiley, Celia no se apresuró a defenderse. Se limitó a estirar la mano y a señalar con su delgado dedo la cámara de vigilancia que había sobre ellas.
«¿Ves la cámara de vigilancia de ahí? Si insistes en que te lastimé adrede, entonces revisemos el video de vigilancia para ver quién tiene razón y quién se equivoca».
Kiley se asustó, porque el video de vigilancia no mentiría.
Sin embargo, se recuperó enseguida y fingió sentirse miserable frente a sus otros colegas.
«He trabajado duro en esta empresa todos estos años, ¿Quién iba a pensar que una nueva empleada me iba a intimidar así? No entiendo por qué tengo tan mala suerte».
Algunos colegas comenzaron a abogar por Kiley.
“Cece, Kiley es tu superior.
Deberías disculparte con ella para acabar con este asunto».
Pero Celia los ignoró, se negó a disculparse y dijo con obstinación: «No hice nada malo».
Era obvio que Kiley era la que había causado problemas, así que, ¿Por qué tendría ella que disculparse?
Por fortuna, Derek fue lo suficientemente sensato como para tomar la iniciativa de resolver el problema.
“Kiley, basta. No es bueno que hagas una escena».
En el momento en que la nombrada escuchó esto, se burló y dijo: «¿Qué quiere decir? ¿Que esto es mi culpa? Celia hizo todo eso porque alguien le cubre las espaldas… ahora vivimos en una sociedad regida por leyes. Yo soy la afectada aquí, ¿Dónde está la justicia?».
Celia ya no quería discutir con Kiley, así que dijo con frialdad: «Es inútil razonar con alguien como tú. Mejor llamemos a la policía».
Sacó su celular con la intención de hacerlo, y el pánico se extendió en el rostro de la otra, que se adelantó con prisas y quiso tomar el teléfono para evitar que llamara.
¿Qué iba a hacer si la policía se ponía de parte de Celia?
Sin embargo, Celia se dio cuenta de su jugada y de inmediato giró a un lado para esquivarla. Kiley se lanzó al aire y cayó al suelo, dejando al descubierto su ropa interior bajo la falda. Sus codos y rodillas también resultaron heridos.
Pero, en lugar de llorar, giró la cabeza enojada y rugió hacia Celia: «¡Celia Kane, p%rra! ¡Todavía no he terminado contigo!».
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar