Capítulo 33:

Durante un minuto, escuchó a la Señora Shaw llorar delante de él. Él cerró los ojos, impidiendo que se le escaparan también las lágrimas.

Finalmente, Evan se masajeó la frente, sintiendo un dolor de cabeza. Tocó el hombro de la Señora Shaw y le pidió suavemente:

“Por favor, Señora Shaw, prepáreme un poco de sopa de pollo”.

Levantó la mirada y observó el vestido blanco que le había comprado a Shantelle por su cumpleaños.

La Señora Shaw lo había colgado en el armario unos días antes. Luego se fijó en el resto de la ropa de Shantelle.

La Señora Shaw seguía secándose las lágrimas de la cara. Estaba a punto de salir de la habitación cuando Evan le indicó:

“Por favor, asegúrese de cuidar de la ropa de Shantelle”.

“Cuando ella regrese, podrá ponérsela sin problemas”.

Tras decir eso, salió del vestidor y fue a darse un baño caliente.

Los días pasaron. Evan se encontró frente a la mansión de los Scott. Esta vez, había hablado con Kristine Jones antes de visitarla. Ese día, llegó con su asistente y un abogado con una oferta.

Una criada los guio hasta la sala. Kristine y su esposo lo estaban esperando.

“Buenos días, Señor Thompson”, saludó el Señor Jones.

“Buenos días, Señor y Señora Jones”, respondió Evan.

Su asistente y su abogado hicieron lo mismo.

“Bienvenidos a nuestra casa”, dijo Kristine. Después de que Evan y sus acompañantes tomaran asiento, ella preguntó:

“¿Qué lo trae por aquí, Señor Thompson?”.

“Me gustaría hacerle una oferta”, sugirió Evan. Dirigió la mirada a su abogado y presentó un documento a la pareja Jones.

Kristine y su esposo leyeron el documento detenidamente, pasando de una página a otra. Cuando Evan vio sus expresiones abrumadas, les explicó:

“Quiero comprar esta casa por el doble de la cantidad que le pagaron al Doctor Scott. Esta es… La casa de mi exesposa, y quiero que siga siendo así”.

“Por favor, déjeme comprar esta casa para ella”, repitió él.

Los Jones se intercambiaron miradas entre sí. La propiedad de los Scott era realmente encantadora, pero… La oferta de Evan también era muy generosa.

Se excusaron al estudio para discutir en privado y, cuando volvieron, Kristine dijo:

“Señor Thompson, debe de querer mucho a su exesposa. Espero que todo esto valga la pena. Accedemos en venderle la propiedad”.

El alivio llenó el corazón de Evan. Recuperar la casa no traería a Shantelle devuelta, pero ella había vivido allí durante veinte años.

Evan pensó que Shantelle regresaría algún día. Algún día le devolvería la casa a los Scott como un regalo, y algún día, Shantelle lo perdonaría.

Algún día.

No importaba cuánto tardara, Evan esperaría ese dia.

[A veces, cuando las cosas no salen como lo planeaste, significa que algo mejor está por llegar. Puede ser difícil aceptar dónde estás ahora mismo, pero una desviación puede llevarte al destino correcto. Esta es una bendición y estoy seguro de ello. ¡Besos y abrazos para mi amiga, Shanty! Nos vemos dentro de una semanal].

Shantelle sonrió al leer el comentario de Karise en su perfil. Al poco tiempo, sus otras amigas dejaron comentarios.

[Aunque esté pobre, también iré a ver a mi chica], comentó Felice.

Más abajo, su otra amiga, Celeste, comentó:

[Yo estoy aún más pobre, pero Karise me pagará el boleto. ¡Te quiero Karise! Hasta pronto, bella Shanty].

Los comentarios le sacaron una gran sonrisa a Shantelle.

Ella estaba apoyada contra la pared, fuera del aula de su última clase del día, mientras revisaba el itinerario de sus amigas para viajar a Warlington.

Respiró hondo, guardó su teléfono en el bolso y se acarició el v!entre que seguía creciendo.

Dos semanas antes, durante su cumpleaños, les había contado a sus padres lo del embarazo. Se les rompió el corazón cuando se enteraron, ya que ahora tendrían que considerar una nueva vida dentro de sus planes.

Sin embargo, como padres cariñosos que eran, aceptaron la situación. Su padre empezó a hacer llamadas telefónicas, evaluando las posibilidades para que cursara más rápido la carrera de medicina estando embarazada.

Shantelle salió de la facultad con confianza. Sabía que podría superar sus dificultades con el apoyo de sus amigos y su familia. Algún día se convertiría en una de las mejores cirujanas torácicas.

Algún día lo lograría.

Al llegar a la entrada de la facultad, se quedó sorprendida al ver a Keith Henderson. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que el Chófer que su padre había contratado no estaba por ninguna parte.

“Le dije a tu padre que te llevaría a casa. Ya me iré de Warlington y no sé cuándo volveré, así que vine a despedirme”, dijo él.

“Aunque no para siempre”.

Luego esbozó esa sonrisa sensual que hizo que Shantelle sacudiera la cabeza.

“Voy a tener al bebé”, reveló Shantelle mientras estaban sentados en el banco del parque.

Keith había decidido hacer una parada en el lugar donde se habían enterado de todo; el Parque Warlington.

Fue a la cafetería y compró un té de manzanilla para Shantelle y un café expreso para el mismo.

Ella lo vio asentir y luego suspirar. Él respondió:

“Es lo correcto. Aunque la verdad esperaba que te dedicaras a la medicina justo después de graduarte”.

Shantelle se rio ligeramente. Respondió:

“Cuando terminé la universidad el año pasado, pensé en pasar más tiempo con él. Luego, unos meses después, descubrí que Nicole había regresado a la ciudad. Así que todo ese plan de estudiar medicina se fue a la basura. En ese entonces, no podía permitir que Nicole se saliera con la suya”.

“Seguía a Evan a todas partes, revisaba su teléfono en secreto, iba a su oficina con excusas como llevarle la comida, entre otras cosas”. Se rio entre dientes y reveló:

“Incluso ful a una de las reuniones de clientes de Evan en el restaurante The Hillview, pensando que en realidad había quedado de verse con Nicole”.

Sacudiendo la cabeza, confesó:

“Perdió ese cliente por mi culpa, y fue entonces cuando empezamos a discutir muy, muy fuerte”.

“hice cosas estúpidas por amor, las cuales me han llevado hasta hoy. ¿Puedes creerlo?”, dijo ella.

Su declaración no pretendía ser una pregunta, sino una admisión de sus errores. Sin embargo, Keith respondió:

“Sé exactamente lo que quieres decir. El amor puede hacerte hacer cosas locas”.

“Espera, ¿A qué te refieres? ¿Por qué habla de amor, Señor Henderson?”. Ella asintió y sugirió:

“Dudo que el Señor Casanova haya estado enamorado alguna vez”, Keith río entre dientes y respondió:

“Shanty, deberías saberlo, todo mujeriego tiene su pasado”.

Shantelle se rio por completo. Resopló mientras respondía:

“¿En serio? Soy toda oídos”.

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