La exesposa del CEO es una cirujana
Capítulo 133

Capítulo 133:

“Buenas noches. Te amo, Lucas”, respondió Shantelle.

Después de observar a Lucas en la cama durante unos minutos, la pareja se dirigió a su habitación. En cuanto entraron, Evan abrazó a Shantelle por detrás. Le besó la mejilla.

“A veces, estoy celoso de Lucas”, admitió.

“¿Perdón?”.

Shantelle giró la cabeza hacia él, levantando la ceja.

“¿Por qué?”.

“Porque sí”.

Evan dio la vuelta a Shantelle.

Cuando estuvo frente a él, apoyó la frente contra la suya.

“Lucas siempre te escucha decirle te amo todos los días, pero yo no…”, reveló.

“Shanty, ¿Ya me amas? Me muero por saberlo”, dijo Evan.

“Dime, ¿Cómo te sientes, por favor? Esto no puede ser solo por Lucas y el hecho de que vamos a tener un bebé, ¿Verdad?”.

Evan vio cómo Shantelle se ponía roja. Abrió la boca, pero no dijo nada. En lugar de eso, se pegó a él y le acarició el pecho.

Shantelle lo abrazó y le salieron unas palabras mientras estaba pegada a él.

“Yo… no…”.

“¿Qué?”, preguntó Evan.

“Háblame bien, Shanty. Déjame oír esas palabras, dime algo para ponerme feliz “.

“¿No estás feliz?”, preguntó ella, mientras se apartaba.

Su cara se sonrojaba mientras lo hacía.

“Lo estoy. Ahora mismo soy el hombre más feliz del mundo. Pero por cielos, si me dices esas palabras y lo dices en serio, te juro que te complaceré toda la noche”, ofreció Evan, haciendo reír a Shantelle.

Shantelle agarró la barbilla de Evan.

“Antes de que me complazcas toda la noche, debemos aseguramos de que mi embarazo es saludable”, le dijo.

“De acuerdo”, dijo Evan.

“Entonces, vayamos a revisarte mañana a primera hora”.

Shantelle asintió.

“Eso deberíamos hacer. No solo es nuestro primer bebé juntos, ya sabes, estando juntos en una relación, sino que este bebé puede salvar la vida de Lucas”, dijo Shantelle.

Evan asintió y luego volvió a su punto.

“Entonces, Shanty, ¿Me amas?”, dijo él.

Notó la reticencia de ella, así que le acarició las mejillas con ambas manos. Evan le besó los labios.

“Shanty, te amo mucho. Siento que tú también me amas, pero no quiero suponer cosas. Dime lo que sientes por mí, por favor”, dijo.

“Te amo, Shanty, muchísimo. ¿Tú me amas?”, le dijo con otro beso en los labios.

Shantelle le devolvió el beso.

“Sí”, dijo en voz baja apretando a Evan.

Tragó saliva y siguió.

“Te amo, Evan”.

“Guau”, dijo Evan.

Su respiración se entrecortó y se le llenaron los ojos de lágrimas.

“Yo… nunca pensé… que me sentiría tan bien”.

Evan se masajeó el pecho.

“Me siento tan bien, Shanty, al escucharte decirme esas palabras otra vez”, dijo.

Más lágrimas rodaron por sus mejillas mientras se inclinaba y le besaba los labios.

“Te amo tanto”, le dijo.

Sintió un nudo en la garganta.

“Te amo tanto, Shanty”, dijo con lucha.

Shantelle lo sintió.

Fue debido a la forma en que las manos de Evan temblaban, la forma en que sus labios temblaban y la forma en que las lágrimas caían incontrolablemente sobre sus mejillas.

Era como si una oleada de arrepentimiento se apoderara de el al pronunciar repetidamente aquellas palabras para asegurarle de su amor.

Ella no pudo evitar llorar con él. Shantelle asintió repetidamente mientras le secaba las lágrimas de la cara.

“Lo sé. Yo también te amo, Evan. Te amo”.

Entonces, se besaron.

Era necesario.

Sus manos se posaron en sus nucas, sus labios se juntaron gentilmente y sus lenguas bailaron juntas.

La intensidad del beso los empujó a tumbarse en la cama. Sus manos recorrieron sus cuerpos con avidez y se quitaron la ropa enseguida.

La pareja hizo el amor apasionadamente. Gemidos y suspiros eróticos llenaron el aire.

Sus cuerpos se entrelazaron durante un tiempo indeterminado. Evan sentía a menudo una lágrima rodar por sus mejillas cada vez que pensaba en lo que Shantelle le había dicho aquella noche.

Cuando Evan se vino por segunda vez dentro de ella, disfrutó el momento, empujando una y otra vez su miembro en ella.

Mientras estaba encima, Evan capturó cariñosamente los labios de Shantelle y, cuando se apartó.

“Te amo, Shanty. Esta vez, apreciaré tu amor para siempre”, le dijo suavemente.

Shantelle besó el labio inferior de Evan. Lo mordisqueó suavemente.

“Yo también te amo, Evan”, contestó.

“Ay, maldición”, siseó Evan.

“¿Qué?”, preguntó Shantelle.

Sin embargo, sus ojos se abrieron de par en par al sentir que su miembro se agrandaba dentro de ella.

Evan tragó saliva.

“Cada vez que dices te amo, se me pone más duro. ¿Qué hago, Shanty? Se me puso duro de nuevo”, admitió.

“No tengo nada de sueño”, dijo Evan mientras le daba besos en la cabeza a Shantelle.

La pareja estaba recostada en la cama, esperando a que pasara el tiempo. Shantelle estaba apoyada en el pecho de Evan, con la mano sobre el torso. Luego miró el brazo de Evan y le pasó los dedos por el antebrazo.

“Vamos a ajustar tu prenda de compresión. Creo que la parte superior de tu brazo está mejor. Tu antebrazo necesita más compresión”, le dijo.

“Lo haré después de que te revisen el embarazo”, reconoció Evan.

“¿Acaso odias mis quemaduras?”.

“¡No!”.

Ella lo miró.

“Claro que no, Evan”, dijo.

Shantelle se levantó y le besó la parte más afectada del antebrazo. Ya no había heridas abiertas, pero sí ligeras inflamaciones.

“Este brazo me protegió del fuego. ¿Cómo podría odiarlo?”, comentó.

Volvió a su lado y le besó los labios.

Evan acabó sonriéndole alegremente.

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