La exesposa del CEO es una cirujana -
Capítulo 104
Capítulo 104:
Cuando abrió los ojos, sus miradas se cruzaron.
“Vamos a tener una sesión de fotos. Así que, ¿Por qué no reemplazas este retrato por el nuevo?”, sugirió.
Evan asintió.
“La dejé porque es uno de mis únicos recuerdos de ti y te velas muy hermosa allí. Pero sí te incomoda, la quitaré”, explicó.
“Vamos a… reemplazarla por fotos más nuevas y felices, Evan. ¿Te parece bien?”, preguntó Shantelle.
“Cuando vuelvas a casarte conmigo, seré el hombre más teliz del mundo. Se me notará en los ojos, en la sonrisa y en cómo me veré a tu lado, Pondré una foto de nosotros en cada rincón de la casa”, sugirió Evan tomándole la mano.
Shantelle soltó una risita.
“No, no en cada rincón, Evan. Pero sí, si es que me caso contigo”.
La cara de Evan palideció y Shantelle se echó a reír.
“Deberías ver la cara que tienes”, bromeó.
“Shanty, por favor, no me rompas el corazón”, pidió Evan.
“Te he querido durante tanto tiempo. No me veo con ninguna otra mujer”.
Shantelle no respondió. En cambio, puso las manos alrededor del cuello de Evan.
“Evan, tengo algo que decirte”, reveló
Shantelle casi se sonrojaba mientras admitía:
“Ayer practiqué durante todo el día para decírtelo. Pero en serio, era mucho más fácil decírselo a un Evan de mentira”, admitió Shantelle mientras casi se sonroja.
Evan frunció el ceño.
“¿Tuviste que practicar?”, preguntó.
Ella asintió.
“No lo sé, pero me cuesta decirlo… decírtelo en persona, pero eso no significa que no lo sienta”, dijo.
Su boca se entreabrió, luchando para que las palabras salieran de su boca, y mientras trataba una y otra vez, Evan esperó y esperó. Toda su atención estaba puesta en ella.
“Te extraño”, dijo Shantelle finalmente.
Ella jadeó y en su frente se formaron gotas de sudor.
“Te extraño tanto que ahora me doy cuenta de que no me gustaba estar lejos de ti”, continuó.
Shantelle abrazó a Evan, ocultando su rostro sonrojado.
“Quiero abrazarte más tiempo, besarte más tiempo y por eso decidí venir contigo a la villa, porque quiero sentir más de ti”, dijo.
Al escuchar a Shantelle admitir sus sentimientos, Evan se llenó de alegría. Tuvo un presentimiento de que muy pronto podría escucharla decir que lo amaba, y de que tal vez no fuera un futuro tan lejano cuando ella dijera “sí, quiero”.
Bajó la cabeza y le besó los labios.
“Gracias, esposita. Necesitaba esas palabras”, respondió Evan.
La acercó más a su cuerpo y la abrazó más fuerte.
“Cada día te extraño tanto a ti y a Lucas”.
Evan levantó a Shantelle por los muslos y la empujó contra la pared más cercana, besándola intensamente. Sus lenguas se entrelazaron rápidamente y gimieron en sus bocas.
Con la intensidad con la que se estaban besando y cómo sus piernas colgaban en el aire, Shantelle rodeó automáticamente la cintura de Evan con sus piernas.
Esto provocó a Evan a empujar todo su peso contra ella hasta que Shantelle sintió su erección, Seguidamente, Shantelle sintió la mano de Evan subir hasta su pecho. Se apartó brevemente e informó:
“Tengo tantas ganas de tocarte”.
“Tócame”, dijo Shantelle, y al instante vio que los ojos de Evan se llenaban de pasión.
“Tócame, Evan, porque yo sin duda… te morderé”.
Shantelle echó la cabeza hacia atrás y se estremeció.
La mano de Evan le acarició el seno y se sintió muy bien. Evan solo la había tocado por la parte exterior de la blusa, pero su cuerpo ya estaba en un mar de placer.
Luego, Shantelle sintió los labios de Evan en su cuello, besando y chupando su piel, lo que la hizo temblar de satisfacción. Recordaba lo bien que se sentía al estar con Evan así, en esa misma habitación, pero ahora notaba la diferencia, una gran diferencia.
Ahora, Evan se tomaba su tiempo, como un niño que disfrutaba lentamente de un caramelo. Estaba besando casi cada parte de su piel mientras masajeaba uno de sus senos, aún con la ropa puesta.
“Extrañé esto. Extraño tocarte, y cielos, cómo extraño la sensación de estar dentro de ti”, dijo Evan.
La pareja siguió besándose despreocupadamente mientras Evan cargaba todo el peso de Shantelle. Su cuerpo permanecía pegado a la pared.
Evan quería más, así que acabó arrancándole la blusa. En ese momento, Shantelle no supo cómo reaccionar. Sin embargo, quería continuar lo que estaba haciendo con Evan así que no se preocupó mucho por la blusa.
Cuando volvió en sí, se dio cuenta que su sujetador colgaba de su brazo.
Evan se apartó un segundo para disfrutar la hermosura del torso desnudo de Shantelle.
“Ya no son tan firmes como antes. Amamanté a tu hijo durante dos meses antes de regresar a la universidad”, dijo ella.
“Son preciosos. Eres una belleza”, comentó Evan antes de volver a besar a Shantelle.
Finalmente, su mano tocó su seno desnudo. Shantelle sintió que se le ponía la piel de gallina por todo el cuerpo. El contacto directo de la mano de Evan sobre su piel le produjo un cosquilleo que la hizo apretar las piernas alrededor de él.
“Se siente increíble cuando me tocas”, admitió tímidamente.
Seguidamente, Evan y Shantelle se besaron locamente, con sus cabezas girando de un lado a otro y la respiración agitada.
Mientras se besaban, las manos de Evan se turnaban entre sus senos y sus caderas. Sin darse cuenta, las caderas de Evan se movían repetidamente contra la zona pélvica de Shantelle.
Poco después, Evan la llevó a la cama. La recostó sobre las sábanas y siguió besándola. Entonces, Shantelle le pidió a Evan que se quitara la ropa, empezando por su chaqueta. Luego, ella empezó a desabrocharle la camisa.
Cuando Shantelle le pasó los dedos por el pecho, Evan se inclinó hacia atrás. Se quitó la camisa y las prendas de compresión.
Volvió a besarla brevemente en los labios, empezó a darle mordiscos de amor en el cuello y pronto empezó a chuparle los senos.
“cielos, cómo extrañaba esto”, juró Evan.
Con la lengua, hizo círculos por la areola de su seno y luego le chupó el pezón. Lo mismo hizo con el otro seno, acariciándolos lentamente.
Evan también le dejó mordiscos de amor en el pecho, y lo hizo generosamente. Finalmente, sus ojos se posaron en los pantalones de Shantelle. Siseó, sintiendo que su miembro se agrandaba. Juró que estaba a punto de escaparse de sus pantalones en cualquier momento.
Se sentó y agarró la cintura de los pantalones de Shantelle. Antes de quitárselos, la miró, pidiéndole su aprobación con los ojos. Ella no lo rechazó, así que él lo tomó como un sí.
Evan le quitó los pantalones con entusiasmo al igual que la ropa interior. Cuando vio sus labios inferiores desnudos, levantó una ceja.
“¿Siempre te afeitas ahí abajo?”, le preguntó.
Shantelle miró en otra dirección.
“Estaba pensando en dejar que me toques desde… ayer”, admitió con pena.
“¡Maldición!”.
Evan no se lo pensó más.
Se abalanzó sobre ella y comenzó a jugar con su boca.
“Evan… ¡Evan!”.
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