La exesposa del CEO es una cirujana -
Capítulo 103
Capítulo 103:
“¡Tienes todo el derecho!”, la incentivó Karise.
Evan tardó cuatro días en regresar a Rose Hills, en lugar de tres. Lo primero que hizo fue ir a la residencia de los Scott. Puso a dormir a Lucas y, después de darle un beso de buenas noches, él y Shantelle hablaron en el patio de la mansión.
“Siento lo del artículo. Iba a ordenar que lo retiraran, pero se me ocurrió una forma mejor de responder. Pero, primero necesitaba de tu permiso”, informó Evan.
“¿Mi permiso? ¿Por qué?”, preguntó Shantelle.
“Estoy pensando en contratar a una revista importante para que publique un artículo sobre nosotros, tú, yo y Lucas, nuestra familia. Quiero que el artículo se titule ‘La Familia Thompson”“, propuso Evan.
“Necesitaríamos tomarnos un retrato familiar. ¿Puedo Shanty, por favor?”.
Shantelle se lo pensó. Si Evan ordenaba que se eliminara el artículo en Internet, no cambiaría la opinión de los que ya lo habían leído.
Por otra parte, si un artículo presentaba a Evan en una relación y ya teniendo una familia, eso acabaría con los rumores y probablemente reduciría sus rivales a la mitad… en teoría.
“Está bien”, respondió cuidadosamente girando hacia Evan.
Evan sonrió de oreja a oreja.
“¿De verdad? Te gusta la idea”, preguntó.
“Alguien me dijo que tenía que marcarte”, informó Shantelle, con las orejas rojas.
“Me pareció una buena idea”, admitió.
“¿Marcarme? ¿Así como morderme?”, preguntó Evan confundido.
Shantelle se rio.
“Si, bueno, no literalmente. Jaja”, contestó.
“No me importaría que me mordieras”, sugirió Evan.
“Te amo, y te extrañó tanto”, le dijo inclinándose hacia ella.
Evan le dio un beso en la mejilla y ella se giró para devolverle el beso.
“Estoy tan estresado por el incidente del incendio en Lockwood que necesito el amor de mi esposita”, le suplicó.
“Por favor, muérdeme”, susurró en forma de broma.
Evan repartió besos por el cuello de Shantelle y ella sintió que un escalofrío recorría su cuerpo. Ella g!mió por el tacto de Evan.
“Mmmm… de acuerdo, pero… aquí no”, dijo.
“¿Qué?”, Evan preguntó sorprendido.
“Vamos a la villa”, sugiró Shantelle.
Al escuchar la sugerencia de Shantelle, Evan tragó saliva. Sintió que se le secaba la garganta.
“Vamos a la villa”, repitió.
La verdad era que Shantelle se dio cuenta de algo muy importante. Aunque Evan la había lastimado en el pasado y ella sabía que debía tener cuidado con sus sentimientos, también se dio cuenta de que muchas mujeres querían estar con él. Y esas mujeres no eran personas cualquiera.
Recordó los nombres que Karise le había mencionado antes. Se sorprendió al saber quiénes eran. Algunas eran supermodelos y otras eran respetadas personalidades de la alta sociedad.
Ellas no eran tan atrevidas y astutas como Jessica Turner, pero unas cuantas habían expresado su interés por Evan a través de entrevistas, o simplemente dándole cumplidos en alguno que otro artículo.
Aunque eso no fue lo único que Clara Thorn y Venice Sash hicieron. Karise le enseñó unas cuantas publicaciones en redes sociales y entrevistas de televisión en las que estas mujeres se sonrojaban al mencionar el nombre de Evan.
Por supuesto, Shantelle no se menospreciaba a sí misma. Ella era una de las mejores Doctoras del país, y creía firmemente en ello.
Sin embargo, más que marcar a Evan, admitió que había llegado el momento de poner de su parte. Después de todo, había accedido a tener una relación con él, y toda relación requiere de dar y recibir.
Por eso, aceptó cuando Evan le propuso hacer pública su relación. Y morderlo… era otra forma de dar para su relación. Pensó que hacer crecer su relación con
Evan y Lucas era más importante que mantener su corazón parcialmente cerrado. Evan estaba tocando la bocina en medio de la carretera. Un coche se había detenido de repente, creando tráfico a las nueve de la noche.
“¡Ay, vamos!”, gritó Evan, lo que hizo que Shantelle se riera en su asiento.
“¡Relájate, quieres!”, dijo Shantelle.
“Mañana es fin de semana. Tenemos… todo el fin de semana”.
“¿Eso significa que te quedarás conmigo?”, preguntó Evan, inclinándose y besándole la mejilla.
Una risa escapó de los labios de Shantelle.
“Quiero decir que no me importa quedarme hasta tarde”, ella respondió.
“Además, pensé que íbamos a tener una sesión de fotos”, agregó luego.
“Si. Mañana por la tarde. Después de eso, tú y Lucas deberían quedarse conmigo hasta el domingo. Sería bueno que Lucas sepa dónde vivo, dónde vivíamos antes”, sugirió Evan.
“Por favor, solo un día para que sienta que somos una familia viviendo en la misma casa”.
Shantelle se giró hacia Evan y se quedó mirándolo. Se dio cuenta al mirar los ojos de Evan, que éste deseaba lo que decía con todas sus fuerzas.
“Somos una familia”, respondió suavemente.
“Lo que diga un papel no cambiará eso”, agregó acariciándole la cara.
“Por favor”, repitió Evan.
Shantelle besó los labios de Evan.
“De acuerdo. Mañana nos quedaremos en la villa”, respondió con un suspiro.
Evan estaba muy contento. Iba a aprovechar que estaban detenidos en el tráfico para besar intensamente a Shantelle, pero antes de que pudiera hacerlo, escuchó el pitido de las bocinas de los coches detrás de el.
Gruñó y se dio cuenta de que el camino ya había sido despejado. Aun así, en su interior estaba deseando que Shantelle lo mordiera; aceleró el paso hacia la villa.
Cuando llegaron a la villa, Shantelle se encontró con la Señora Shaw.
“¡Bienvenida de vuelta, Señora! Es bueno verla en casa”, decía mientras sonreía de oreja a oreja.
“No, yo… solo estoy de visita”, explicó Shantelle.
“Hoy solo está de visita, pero pronto ella y Lucas vivirán aquí. Con permiso, Señora Shaw”, declaró Evan.
“¡Disfruten de la noche!”, dijo la Señora Shaw.
Mientras Evan la arrastraba hacia la habitación principal, Shantelle vio cómo la casa estaba casi igual que antes. Los jarrones y las alfombras eran precisamente los que ella había comprado. La forma en que los muebles estaban arreglados también era la misma.
Cuando entraron en la habitación principal, Shantelle se fijó en el retrato de ella y Evan. Era su retrato de bodas. Había visto esta misma foto cuando Evan estaba en una video llamada con Lucas, pero verla personalmente la llenaba de emociones.
Shantelle se quedó mirando la misma foto durante unos segundos. Luego, sus ojos se posaron en la expresión de Evan. Una vez más, recordó lo infeliz que estaba Evan en el día de su boda.
“Evan, deberías quitar esto”, dijo débilmente.
“No, no lo haré”, dijo él, abrazándola por detrás.
“¿Por qué debería?”.
“Evan, no te ves feliz en la foto”, admitió Shantelle débilmente.
“Deberías quitarla”.
Al escuchar las palabras de Shantelle, Evan la abrazó con más fuerza por detrás. Luego la puso frente a él.
“Lo siento, esposita. ¿Podemos olvidar el pasado?”, le dijo.
Shantelle cerró los ojos y acarició el rostro de Evan. Apoyó la frente en sus labios
“Evan, creo que deberías reemplazarla con una foto donde estés feliz”, respondió.
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