Capítulo 153:

Al verlo, Scarlett quiso levantarse y correr hacia él, pero Jahir le pidió que no se moviera.

Jahir le aseguró que lo importante era su recuperación, que debía alimentarse bien y mantenerse hidratada.

Mientras hablaban sobre lo sucedido antes del secuestro, Scarlett recordó haberlo buscado, pero Jahir le explicó que había dejado un mensaje en la recepción por si acudía a buscarlo.

Ambos expresaron su amor y su deseo de enfrentar juntos el futuro.

Sin embargo, cuando el médico entró para examinar a Scarlett, su conversación fue interrumpida. El médico se mostró satisfecho al ver que Scarlett no presentaba dolores significativos, aunque mencionó que las náuseas eran normales en su estado y que deberían desaparecer en una o dos semanas, ya que el segundo trimestre del embarazo suele ser más tranquilo.

Scarlett, sorprendida por las palabras del médico, miró a Jahir con los ojos muy abiertos.

“¿Embarazo?”

Cuestionó, aún sin poder creer la noticia de su estado.

Jahir se quedó helado al darse cuenta de que Scarlett no sabía que estaba embarazada. La posibilidad de haber perdido al bebé sin que ella lo supiera lo aterraba.

“Sí, ¿No lo sabías?” preguntó el médico, sorprendido ante la ignorancia de Scarlett sobre su embarazo de casi tres meses.

“No”, respondió ella, su voz reflejando el shock que sentía.

El médico les informó que Scarlett estaba de diez semanas y, aunque ella se sintió abrumada por una avalancha de emociones y miedo, Jahir se mantuvo firme a su lado.

“Aquí estoy contigo”, le aseguró, y con una sonrisa le transmitió tranquilidad.

Scarlett, recordando los últimos días de bebida, compartió con vergüenza sus hábitos recientes con el médico, evitando la mirada de Jahir.

El médico les explicó que, a pesar de la deshidratación severa de Scarlett, no habían encontrado anomalías en el feto, pero que le darían seguimiento estricto y le prescribirían vitaminas y suplementos.

Más tarde le harían una ecografía para verificar el peso y el líquido amniótico.

Jahir y Scarlett asintieron, agradeciendo al médico antes de que saliera y los dejara solos en un silencio cargado de tensión.

“Un bebé”, murmuró Scarlett, todavía procesando la noticia.

“Tuyo y mío, este pequeño es la prueba de nuestro amor”, dijo Jahir, lleno de emociones.

Scarlett, luchando con la culpa, temía haber puesto en peligro al bebé por su descuido.

Jahir, sin embargo, la consoló, enfatizando que lo importante era que estaban bien y que él estaba con ellos.

Se sentía el hombre más feliz del mundo.

Pero la felicidad de Jahir se vio interrumpida cuando Sienna entró abruptamente en la habitación, exigiendo hablar con Scarlett.

“Me cansé de esperar. Usted y yo tenemos que hablar, señorita”, dijo Sienna con firmeza.

Scarlett, asustada pero consciente de que Sienna no le haría daño, asintió a la petición de su hermana de hablar a solas.

Jahir, aunque reacio, salió de la habitación, prometiendo estar cerca.

“Estaré afuera”, le dijo a Scarlett, ofreciéndole un último vistazo de apoyo antes de cerrar la puerta tras de sí.

Las hermanas se enfrentaron en un silencio tenso.

“¿Estás molesta por lo de Jahir?” preguntó Scarlett con voz baja.

Sienna expresó su frustración no solo por Jahir, sino por la falta de comunicación entre ellas, especialmente en lo relacionado con Fiona.

“No quería molestarte, Sienna”, susurró Scarlett, explicando que había intentado manejar la situación por su cuenta.

Sienna, acercándose y tomando la mano de Scarlett, le recordó la importancia de su vínculo como hermanas.

“Somos tú y yo contra el mundo”, le dijo, enfatizando la necesidad de apoyarse mutuamente. Scarlett, conmovida por las palabras de su hermana, asintió en acuerdo.

Entonces, con la franqueza que la caracterizaba, Scarlett reveló su embarazo, agradecida de que Sienna ya estuviera al tanto.

“Tienes la delicadeza de un cactus para dar noticias”, bromeó Sienna, aliviando la tensión del momento.

“Lo siento, ¿Lo sabías?” preguntó Scarlett, aún avergonzada. Sienna confirmó que se había enterado recientemente y expresó su sorpresa por el hecho de que Scarlett no hubiera notado su embarazo antes.

“N1 siquiera lo sospeché”, se lamentó Scarlett, llevando una mano a su plano v!entre, aún procesando la noticia de su embarazo.

Sienna, con un tono que mezclaba preocupación y reproche, le recordó la importancia de cuidarse y dejar las fiestas.

“¿También lo sabes?”, preguntó Scarlett, sorprendida de que Sienna estuviera al tanto de sus recientes excesos.

“Nayla estaba muy asustada y terminó contándome todo. Incluso sobre la mentira de Jahir, el muy canalla ni siquiera te dijo que era casado”, masculló Sienna, su frustración evidente en cada palabra.

Scarlett tragó en seco, consciente de la complejidad de su situación con Jahir.

“Sé que es difícil que lo aceptes, Sienna. Mi relación con Jahir quizá no es la que esperabas o la que yo esperaba tener, sin embargo, me enamoré de él y quiero intentarlo. Quiero intentar ser feliz a su lado y al lado de nuestro bebé”, expresó con voz baja, su determinación de seguir adelante clara a pesar de las circunstancias.

“¡Se ha casado tres veces, Scarlett! No creo que estés preparada para compartirlo con otras mujeres”, argumentó Sienna, preocupada por el bienestar emocional de su hermana.

“Lo sé, sé que se ha casado tres veces, más se ha divorciado de dos de sus esposas”, confesó Scarlett, revelando detalles que Sienna desconocía.

Sienna, sorprendida, reflexionó sobre la situación. No había conocido a las exesposas de Jahir y no estaba segura de si creer o no en la versión de Scarlett.

“Jahir no se ha enamorado de ninguna de sus esposas”, continuó Scarlett.

“Él no pudo escapar como lo hizo Hassan, sus matrimonios han sido por acuerdos comerciales. Negocios fríos y sin sentimientos”.

Scarlett decidió no mencionar a Dalila, la amiga por la que Jahir había sacrificado su libertad en el pasado, un tema delicado que prefería mantener en privado.

“Está casado”, insistió Sienna, aunque sin mucha convicción.

“Pero no la ama, Sienna. Jahir se ha enamorado de mí, como yo de él”, aseguró Scarlett.

“Por favor, déjame intentarlo. No quiero que sufras”, expresó Sienna, su preocupación por el potencial sufrimiento de su hermana evidente.

“El dolor es parte de la vida, Sienna. Parte del aprendizaje en el camino a la felicidad y si aún me toca sufrir para estar con Jahir, seré valiente”, dijo Scarlett, apretando la mano de su hermana.

“Déjame experimentar en mis propias carnes y si me equivoco, sé que estarás allí para sostenerme y decirme ‘te lo dije’”.

Sienna, conmovida por la valentía de su hermana, se inclinó sobre ella, le dejó un beso en la frente y acarició su mejilla.

“Siempre estaré para ti, Scarlett, jamás lo dudes. Por favor, ya no quiero más secretos entre nosotras, ¿Lo prometes?”

Scarlett asintió, su garganta apretada por la emoción.

“Te amo, hermanita”, dijo Sienna con ternura.

“También yo te amo”, respondió Scarlett, su sonrisa reflejando el amor y la gratitud que sentía hacia su hermana.

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