La enfermera del CEO -
Capítulo 65
Capítulo 65:
“No, fue un malentendido. Jennifer se confundió,» explico.
“¿Tanto como para ponerte las maletas en la puerta?”
“Creyó que le era infiel y tenía un hijo bastardo por fuera”
Incluso decirlo en voz alta es como para soltar una carcajada.
Completamente absurdo.
Mason se echa a reír como es lógico.
“¿Qué? ¿Por qué pensó eso?”
“Porque estaba en una fiesta infantil»
Él enarca una ceja esperando una explicación más ampliada de mi parte.
“Era del hijo de la enfermera.»
“¿Tiene hijo? Mmm, interesante”.
“Jen no lo sabía, ella no quería que me atendiese una enfermera casada o con hijos”.
“Es lógico, mira si estuviera soltera, no te habría pedido el día libre, ¿No lo crees?”
“Eso no me importa, yo la quiero a ella como mi enfermera, a nadie más”.
Mason sonríe de medio lado cuando me escucha decir eso.
“Bueno, si es así, entonces debes hacerte respetar frente a Jennifer, no des tu brazo a torcer por un capricho de ella”.
“Sí, el problema es que ahora Madison quiere renunciar”.
“¿Con el buen bono que le pagas? Debe pensar que Jennifer está super celosa”
Vuelve a reírse.
Se inclina más en el asiento para acercarse a mí y susurra.
“Si ella es la indicada para cuidarte, no la dejes ir, convéncela de cualquier modo posible para que se quede.»
El consejo de Mason me parece acertado, aunque extraño.
¿A él por qué le importa tanto quién me cuida o no?
“Es lo que pensaba hacer”.
“Y en cuanto a la empresa, si crees que es momento de volver, hazlo también. Yo siempre estaré ahí para darte mi apoyo.»
“Gracias Mason, eres un gran amigo.»
Jennifer vuelve con los documentos, le insisto para que se quede un rato más, pero él se niega, diciendo que tiene que irse a entregar los papeles.
“Vamos, no puedes irte así, al menos quédate a cenar»
Jennifer me mira con los ojos muy abiertos.
“Amor, si se tiene que ir es mejor que no…”
“¡No!», interrumpe.
“Creo que sí podría aceptar tu invitación a cenar,» dice Mason.
“¡Excelente!”
Mientras esperamos que la cena esté lista nos sentamos a la mesa a conversar.
Hacía mucho tiempo que no estábamos los tres reunidos de esta manera. Vernos así me trae viejos recuerdos de aquella época en la que los conocí a ambos.
Curiosamente los dos entraron a mi vida casi en simultáneo.
Primero conocí a Mason, en uno de esos eventos benéficos que organiza la empresa de vez en cuando.
Él fue quien más dio esa vez, y a las pocas semanas, Jennifer se unió a mi vida y posteriormente a la suya.
Nos volvimos casi inseparables desde entonces.
Él fue quien más celebró nuestra unión, siempre dispuesto a aconsejarme o a ayudarme cuando lo necesitara.
De no ser por Mason, quizá Jennifer y yo no habríamos terminado juntos.
Principio del formulario
“Ya está la cena”
Avisa la mucama.
“Está bien, yo iré a traer los platos,” dice Jenn.
“Voy a ayudarla,” dice Mason cuando la ve irse.
Me siento como un inútil al no poder hacer nada.
Los dos se van y me dejan solo en la mesa, hasta que cinco minutos después vuelven con los platos y una botella de vino.
“Imagino que puedes beber de esto,” supone Mason.
“¡Por supuesto!”
La noche transcurre sin más sorpresas luego de que mi amigo se va.
Patrick vuelve casi una hora después de lo habitual. Se había quedado en la fiesta, y cuando se dio cuenta de que no estaba, ya era demasiado tarde.
Esta noche trato de conciliar el sueño una vez más, pero la idea de que ella se vaya me da vueltas en la cabeza y no me deja dormir.
La única cosa que creo que podría convencerla de quedarse es lo que no puedo hacer. No puedo dárselo por mucho que lo intente, sin embargo, quizá haya algo más que pueda persuadirla.
…
A la mañana siguiente Madison aparece.
Debo admitir que tenía un ligero miedo a que no viniese.
Cuando nos quedamos a solas decido hablar.
“¿Has pensado en lo de ayer?”, pregunto.
“La verdad es que sí, y te seré honesta, mi decisión no ha cambiado,” concluye.
“Entonces eso es todo, después de todo lo que hemos pasado simplemente te irás.»
“Creo que estás exagerando, no nos conocemos tanto como para que digas algo así. Estoy segura de que podrás encontrar otra enfermera que se adapte a tus necesidades.»
“Tienes razón, no nos conocemos tanto. Todavía hay cosas de mí que no sabes, que he querido mantener ocultas porque ni siquiera yo mismo sé cómo lidiar con ellas.»
“Y eso está bien, no tienes que contármelo todo,» asegura.
“Madison, te propongo un trato.»
“¿Qué?»
“Si te quedas, dejaré que leas mi diagnóstico. Creo que es hora de que sepas toda la verdad sobre mi accidente.»
POV Alec
Hace ocho meses atrás…
“Señor Fairchild, estos son los últimos documentos que me pidió.»
“Muy bien, déjalos en el escritorio y retírate por favor.»
“Ok señor.»
Mi asistente sale de la oficina cerrando con cuidado la puerta.
Es demasiado tarde por la noche, pero no puedo volver a casa hasta que no termine de leer estos permisos.
Si hay, aunque sea una coma mal en ellos, el ayuntamiento me rechazará todo y no podremos comenzar la nueva extracción del año.
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