La enfermera del CEO -
Capítulo 18
Capítulo 18:
“Mmm», murmura.
Lo conozco, va a salir con algo que me hará renegar, así siempre es él”.
“Di lo que estás pensando de una vez», exijo.
“Tú eres su jefe, y al estar en horario laboral, al menos debiste ofrecerle ayuda para resolver el problema»
Enarco una ceja sin disimular mi desconcierto.
“¿Cómo podría yo resolverle algo personal? Eso no tiene sentido, abuelo.»
“Es claro que tu padre no te educó con los modales de mi época. En mis tiempos, cuando un empleado estaba en aprietos, como jefe, tenías que ofrecer tu ayuda.»
“No estamos en tus tiempos, además, le di dinero, lo que sea que tenga, puede resolverlo con eso.»
No puedo creer que mi abuelo parezca más preocupado por la enfermera a quien no conoce, que por mi propia esposa.
Ha venido y las dos palabras que ha cruzado sobre ella han sido para desprestigiarla.
Sin embargo, no niego que me causa mucha curiosidad saber de qué se trata el inconveniente de Madison, se veía realmente preocupada; ciertamente, no me gustó dejarla ir de esa forma.
“Bueno y te vuelvo a preguntar, ¿Qué haces así vestido?»
“Hubo un inconveniente con el enfermero de la noche, nada de importancia, tuvo que irse temprano.»
“¿Todos tus empleados hacen lo que quieren? Creo que hasta en eso voy a tener que intervenir.»
“Abuelo, no empieces, por favor. No voy a permitir que interfieras en mi vida entera solo por esta… situación», espeto de mala gana señalando mis piernas.
“Conseguí un doctor que tal vez pueda operarte…”
“Déjame interrumpirte ahora mismo, eso no pasará. No voy a arriesgar otro mes de mi vida en molestos y dolorosos exámenes solo para que al final todo termine en decepción. Acepta de una vez que esto ya no tiene arreglo.»
“No, me niego», dice volteando la mirada.
“¿Por qué, porque crees que soy incapaz de manejar la empresa sin mis piernas? O ¿Por qué toda la vida me trataste como si no supiera lo que hago?”
“Me preocupo por ti, muchacho, es todo. No trates de buscar intenciones ocultas en mis palabras.»
“¡Bah! Si te hubieras preocupado por mí de verdad, no habrías vendido tus acciones al imbécil de Patterson, siempre lo has preferido a él para manejar la empresa, por encima de tu propia sangre», recrimino.
Mi abuelo me mira con los ojos encendidos en cólera. Bufa y sacude las manos frente a mí en señal de fastidio.
Estoy harto de que todos me miren de esa manera.
“¿Sabes qué? Creo que tienes razón, debí ofrecerle mi ayuda a Madison”, comento de pronto para cambiar el tema, y porque en verdad desearía que ella estuviese aquí en este momento.
“Bien, al menos eso te puede hacer salir de la casa, vamos a buscarla”, ofrece mi abuelo.
¿Buscarla?
Un segundo, eso no era lo que yo quería lograr.
“¿Estás loco abuelo? Yo ni siquiera sé dónde vive. Ya volverá, no es necesario”.
“No, en realidad quiero conocerla, a lo mejor pueda decirle las técnicas que me enseñó este doctor y te las haga, así sea en contra de tu voluntad, a ver si mejoras”.
“Definitivamente la edad te está afectando…”
No termino de decir eso cuando él ya está levantando su bastón contra mí.
Por instinto cubro mi cabeza con las manos.
“Insolente, te voy a enseñar a respetar a tus mayores”.
“Lo siento, lo siento”.
“Vamos, te ayudaré a vestirte”.
“¿Lo dices en serio? No creo que debamos ir a molestarla, además ya te dije que ni siquiera sé dónde vive”.
“Trajo un currículo, ¿Cierto? Ahí debe estar la dirección”.
Es inútil que siga intentando llevarle la contraria, cuando a mi abuelo se le mete una idea entre ceja y ceja, no hay poder humano que se la saque.
Por alguna razón que desconozco, se ha encaprichado con la enfermera, aunque solo la ha visto una vez y dudo mucho que siquiera hayan cruzado palabras.
Me empuja contra mi voluntad hacia la habitación, donde termino por dejar que me vista como si tuviera dos años.
Esto es humillante.
Él se percata de mi mala cara y se echa a reír.
“Por favor, Alec, te cambié pañales hasta que los dejaste, no me mires así”.
“Solo termina de una vez”.
Cuando estoy listo, caigo en cuenta de algo que hasta ahora no había notado. Esta sería la primera vez desde el accidente que salgo de la casa.
Me detengo justo en la entrada de la puerta que da al exterior, mi abuelo se adelanta y sale a encender su camioneta, sin embargo, yo soy incapaz de moverme un centímetro más.
“Vamos, ¿Qué esperas?”
“Nada”, digo con voz titubeante.
Suspiro profundo y empujo las ruedas de la silla con decisión. No puedo vivir atemorizado del exterior solo por mis miedos absurdos.
Mi abuelo me ayuda a subir al auto junto a uno de los vaqueros del establo, y arranca sin darle mucho preámbulo al asunto.
Resulta que Madison es de la ciudad de Blanco, un pequeño pueblo a una hora de la capital.
Ir a verla hace que se me acelere el corazón, luego de ese momento en que me rodeó con sus brazos, debo reconocer que me causó otro tipo de impresión.
Su calidez y bondad me hicieron sentir bien.
No dejo de preguntarme qué pudo haber sido tan grave como para huir así de mí. Quizá todo es una gran mentira, y lo hizo porque está cansada de mí.
“Esta es la dirección”, indica mi abuelo luego de una hora.
El pueblo me parece muy lindo y pintoresco.
Puedo imaginarme a una pequeña versión de Madison caminando por estas mismas calles.
El abuelo hace dar la vuelta al carro en un terreno de tierra y grava.
Las ruedas crujen al pasar por sobre las pequeñas piedrecillas.
Frente a nosotros, una casa hecha de madera, bastante modesta, se encuentra a unos pocos metros adelante.
De repente, veo asomarse por la puerta a Madison, y detrás de ella un señor viejecito con un sombrero.
“Buenos días, señor”, saludo.
Mi padre avanza detrás de mí, pero mantiene su distancia.
“Señorita, buenos días”, responde el hombre.
Ahora que lo veo más de cerca, puedo darme cuenta de que es bastante probable que se trate de un familiar de Alec.
Se parecen bastante, a pesar de la edad mayor del hombre, que se ve muy bien conservado.
Abre la puerta del copiloto y lo primero que veo es la mala cara de mi jefe. No puedo disimular mi sorpresa al verlo ahí, es que realmente no tengo idea de qué está haciendo aquí.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar