La enfermera del CEO -
Capítulo 156
Capítulo 156:
Jennifer se pone pálida cuando escucha aquello.
Los abogados la miran con nerviosismo, es claro que ella nunca les informó de eso, hasta a ellos los engañó.
Mason por otro lado, se remueve en su asiento, también se ha puesto nervioso.
El juez toma la prueba y la lee por encima, deja el papel a un lado y los mira a ellos.
“¿Algo que decir, abogados?”
“Nosotros no teníamos conocimiento de esa declaración, señor juez. Pedimos que se desestime. No hay ningún testigo de que eso haya sucedido, la chica podría estar contratada por ellos para decir eso”.
“De hecho, sí hay pruebas de que sucedió. Tenemos un reporte policial de esa mañana. La enfermera había llamado para reportar un supuesto robo, pero el señor Fairchild no quiso continuar con la investigación. Sin embargo, se realizó todo el peritaje de rutina, la policía confirma que sí hubo avistamientos de una señorita con poca ropa corriendo por la calle, vista por los vecinos”.
“¡Eso es mentira!”, grita Jennifer.
El juez la mira con malos ojos y sus abogados enseguida le piden que se siente.
“Lo siento, pero voy a tomarlo como una prueba”, dice el juez.
“Su señoría, nosotros tenemos pruebas de la infidelidad del señor Fairchild”, interviene el abogado de Jennifer.
Veo de reojo como Mason le toma la mano para calmarla.
El juez le hace seña para que se acerque, y él le entrega el periódico donde sale la infame fotografía.
“Su señoría, esa foto está sacada de contexto, mi cliente nunca se besó con la enfermera en ese lugar ni en ningún otro. De hecho, ese fue el día del cumpleaños de su abuelo, el señor Thomas. Y también el mismo día que su silla fue saboteada y cayó por un barranco. La señorita Martin está siendo investigada por posible implicancia en el asunto”.
¡Objeción! La policía la descartó como sospechosa, no tienen más que acusaciones sin ninguna prueba”, refuta el otro abogado.
Viktor suspira profundo y no dice nada más, vuelve a sentarse con nosotros.
“Necesitamos algo mucho más contundente que pruebe que ella miente”, susurra.
“Si tan solo pudiera probar su infidelidad con Mason desde mucho antes…”, le digo.
Mi abuelo no contesta, en cambio mira hacia afuera con insistencia.
De pronto, su celular suena.
Se pone de pie para contestarlo y sale.
“¿Qué se trae entre manos?”
“No lo sé, pero si no lo hace ya, estaremos perdidos”.
POV Madison
“Mamá, despierta”.
Unas pequeñas manitas me sacuden por el hombro. Abro los ojos sintiéndome un poco desorientada, hasta que caigo en cuenta de dónde estoy y qué día es. Me levanto de la cama de un salto.
“¡Es tarde!”, exclamo.
“No mamá, tranquila, todavía es de madrugada, mira la hora”, señala Caleb.
Es cierto, son las cinco de la mañana. La boda será después del mediodía. Suspiro de alivio y vuelvo a sentarme en la cama mientras estrujo mis ojos.
“Creí que era más tarde”.
“Lo siento por despertarte mamá, es que roncas mucho y ya no podía dormir.”
“Yo no ronco.”
“Sí lo haces”, asegura.
No sé en qué momento ha crecido tanto, ya lo veo un poco más inquisitivo que antes. Me sonríe con ternura y se sienta a mi lado en la cama, seguido, me da un gran abrazo.
“Hoy me casaré con Liam.”
“Pensé que ya no lo harías.”
Volteo a mirarlo con una ceja enarcada.
“¿Por qué pensaste eso?”
“Bueno, como el otro día fui a buscar al señor… Fairchild… pensé que lo querías a él.”
“Ay mi niño, nunca hablé contigo sobre eso, ¿Verdad? Es más complicado de lo que parece.”
“¿Por qué?”
“Bueno porque…”
Me encuentro sin palabras para explicarle los motivos, ¿en realidad es tan complicado?
“… Alec está casado, y aunque ahora se está divorciando, que yo me meta en su vida, arruinaría las oportunidades de hacerlo sin perder toda su fortuna. Además, no puedo lastimar a Liam. Yo tengo que cumplir mi palabra como ya la dije.”
“No entiendo nada”, dice meneando la cabeza.
Me echo a reír, ni siquiera yo lo entiendo.
“Lo entenderás cuando crezcas.”
“Solo quiero que seas feliz, mami.”
“Lo seré hijo, no te preocupes. A ti te gusta Liam como tu papá, ¿No?”
“Mmm.”
Caleb se encoge de hombros y hace un simple ‘jum’, como si le diera igual.
No sé qué fue lo que cambió en él. Luego de extrañarlo por meses, ahora de pronto pareciera que no le importase en lo absoluto.
Luego de eso ya no puedo seguir durmiendo, así que decido salir a la cocina a tomarme un café y hacer algo de desayuno.
A las pocas horas mi padre y Liam se despiertan también.
Mi padre está que corre de aquí para allá con los preparativos de la boda.
Se realizará en Austin, en una iglesia no demasiado grande, donde estarán nuestros amigos y familiares. Los padres de Liam habían avisado que llegarían después de todo.
Mi vestido se ha quedado en casa de Tania, así que los tres teníamos que bajar hasta la capital para terminar de alistarnos e ir a la iglesia.
“Dentro de poco serás la señora de Neeson”, susurra Liam a mis espaldas, cuando estamos por abordar el auto.
“Lo sé.” Es todo lo que puedo decirle.
Una voz dentro de mi cabeza grita que detenga esa locura, pero una vez más me quedo muda, incapaz de decir lo que realmente quiero.
Tomamos el auto y una hora después nos encontramos en la capital. No es novedad para mí saber que hoy es el juicio de divorcio de Alec y Jennifer.
Es la única noticia de farándula de la que hablan todos los medios.
Pasamos cerca del juzgado para ir camino a la casa de Tania. Por un momento tengo la esperanza de verlo ahí, pero no está.
“Aquí nos separamos, te veré en la iglesia en un par de horas”, me dice Liam.
Entro a la casa de Tania, quien me espera con una gran sonrisa y la emoción a flor de piel.
“¡¿Qué haces ahí parada?! Ven ya”, dice jalándome del brazo.
Me lleva hasta la habitación donde está el vestido colgado de un gancho en la pared.
Me quedo paralizada viéndolo.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar