La enfermera del CEO -
Capítulo 126
Capítulo 126:
Luego de salir de allí nos vamos directamente a la empresa.
Ahora más que nunca, no puedo descuidarla.
Cuando llego ella ya se encuentra ahí.
Está metida en mi despacho, como si fuese la dueña absoluta.
Los empleados del lugar me miran con curiosidad, cuchichean a mis espaldas como si yo no supiera lo que están diciendo o pensando.
«Si no tienen nada que hacer, puedo irlos despidiendo de inmediato», amenazo.
En seguida se apresuran a meterse a sus cubículos y pretenden que no estoy ahí.
Entro a mi oficina, donde Jennifer ya se ha encargado de sacar todas mis cosas.
Las ha dejado en una caja de cartón en la entrada.
«¿Qué estás haciendo?», cuestiono.
«Oh, nada, solo arreglo mi oficina.»
«Esta no es tu oficina, y jamás lo será, lárgate de aquí antes de que llame a seguridad para que te saquen por la fuerza.»
«¡Ja! Alec, querido, ni esta oficina, ni el edificio entero te pertenecen. Ya te envié el documento del divorcio, y en él, este edificio y todo lo que hay dentro son míos. Pero te dejo la basura que siempre has tenido en el escritorio para que veas que tengo buen corazón.»
Aprieto los puños de la ira.
Juro que quiero olvidarme por un momento de que es mujer y golpearla. Sé que no puedo hacer eso, además la silla también me lo impide.
«Eres una desgraciada. Maldigo el día en que te conocí.»
«Oh, amor mío», dice en tono irónico.
«No tienes ni idea. Ah, y por si piensas buscar a seguridad, este documento firmado por la junta de la empresa dice que yo soy la nueva presidente. Debido al terrible e indecoroso comportamiento del CEO, te han sustituido, porque no quieren arruinar la imagen de la compañía, que en un futuro también cambiará de nombre.»
«¿Qué?»
Le arranco el papel de las manos, lo leo rápidamente solo para comprobar que lo que ha dicho es verdad.
Esos hijos de puta me han traicionado.
Comenzando por el imbécil de Ethan Leone.
Para mi sorpresa, la firma de Patterson no está.
«Adiós, nos vemos en la conciliación, a menos que quieras ir a juicio, pero no creo que eso salga bien para ti», dice con un tono burlón.
Odio a esta mujer, la odio con todo mi ser.
Soy incapaz de salir de allí, así que le hago una seña a Patrick para que me saque del lugar.
Detesto tener que irme derrotado, me siento como un idiota, un inútil que no pudo ni ver lo que tenía en sus narices, pero esto no se va a quedar así, voy a pelear, así tenga que llegar hasta las últimas consecuencias.
Jennifer no va a quedarse con lo que me ha costado tanto trabajo construir.
POV Madison
Llevo toda la tarde esperando que vuelva Liam para explicarle la situación antes de que se entere por alguien o algo más, sin embargo, no puedo asegurar que ya no lo sepa. He intentado llamarlo por el celular sin éxito, pues no me contesta.
Cuando escucho sus pasos en la grava de la tierra me levanto de la mesa como un resorte. Estoy muy nerviosa, me sudan las manos y la verdad imagino que tengo un aspecto terrible.
Él entra a la casa y al levantar la mirada me doy cuenta de que ya lo sabe todo. Deja la mochila que lleva sobre una silla cerca de la entrada y se planta delante de mí.
«Liam…»
«No, no intentes decir nada.»
«Supongo que ya lo sabes.»
«¿Cómo no saberlo? Está en todos lados, hasta en mi teléfono salió la maldita noticia. Todo el mundo lo sabe. ¿Es por eso que renunciaste?»
«O sea tú estás asumiendo automáticamente que es verdad, ni siquiera vas a preguntar mi versión, ¿De verdad vas a creer todas las mentiras que dice ese periódico?», cuestiono.
«La foto es bastante clara, Madison.»
«Esa foto es falsa, Liam», contesto en el mismo tono.
«Él nunca me besó ahí, está sacado de contexto. No somos amantes, todo eso es una trampa de su mujer.»
«¿Qué? Lo que dices no tiene ningún sentido, ¿Por qué su mujer haría algo así?»
Dejo escapar un suspiro de frustración.
No me agrada tener que explicar todo esto otra vez.
Agradezco que mi padre se haya salido con Caleb a pasear para poder dejarnos a solas, de otro modo, escucharía lo que estoy a punto de decir.
«Mira, es demasiado complicado. Ella no lo ama, lo está engañando, yo la he visto con mis propios ojos. Quiso buscar el divorcio con él, solo que, si se lo pide así sin más, no podría quedarse con nada. Cuando ellos se casaron, le hizo firmar un acuerdo prenupcial con una cláusula de infidelidad, así, si él le es infiel, ella puede quedarse con la mitad o hasta más. De hecho, sospecho que me contrató con esa intención desde el inicio.»
«¿Qué estás diciendo Madison? ¿Todo eso es verdad?»
«Lo es, tengo pruebas incluso. A los pocos días de comenzar, ella dr%gó a su esposo y llevó a una mujer de un night club para tomarle fotos comprometedoras. Creo que pensó que yo no le sería útil. Aquella vez logré frustrar sus planes. Hace poco me encontré con esa mujer y me confesó que la había contratado un tal «Charles», nunca supe quién era, no le he visto la cara a su amante, pero sí que los vi un día en la casa, besándose y manoseándose. Quise tomarles una foto, pero pues», giro los ojos, «no quiero recordar ese momento de vergüenza…perdí el teléfono y las fotos en la piscina.»
«Ok, y si sabías todo eso, ¿Por qué no le dijiste a tu jefe de eso? ¿Por qué continuaste en esa casa a pesar de que sabías que esa mujer tenía malas intenciones?»
Frunzo los labios sin saber qué responder.
Si soy totalmente sincera, no me fui porque ya empezaba a sentir cosas por Alec, quería protegerlo y no sabía de qué otra manera hacerlo.
«Necesitaba el dinero, además, quería ayudarlo.»
Liam niega con la cabeza y me da la espalda.
No le he mentido, excepto por la parte donde desarrollé sentimientos hacia Alec y que en realidad sí nos habíamos besado, solo que no ahí, ni en esa foto. No puedo confesar aquello, si lo hago, no solo lo perjudicaré a él, en el proceso, yo también me veré muy afectada.
«Sé que te encanta ayudar, y en la mayoría de las ocasiones, eso me encanta de ti. Pero hay veces en las que no piensas en las consecuencias Madison. De lejos, esto ha sido lo peor que te ha podido pasar. No importa si lo que dice ese artículo es cierto o no, para el resto del mundo que no te conoce, siempre serás la amante de ese sujeto.»
«Lo importante es que tú me creas», respondo con un nudo en la garganta.
Liam me mira a los ojos y da dos pasos para quedar cerca de mí.
Agacho la cabeza porque temo que, si fija su mirada en la mía, descubrirá parte de mis mentiras. Él toma mi mentón y hace que la levante.
«Nunca me has dado motivos para desconfiar de ti, sin embargo, no puedo negarte que todo esto es demasiado extraño, y me siento incómodo con ello.»
«Lo sé, pero te juro que no pasó nada entre nosotros. Al menos no dejé que continuara más allá.»
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