La enfermera del CEO
Capítulo 122

Capítulo 122:

“¿Cómo lo sabes?”, cuestiona.

“Porque venimos de allá, de su casa en Blanco.”

“¿Por qué no está aquí? No entiendo nada de lo que está pasando Alec”, dice caminando de un lado a otro.

“Lo único de lo que estoy seguro es que esto lo orquestó tu mujer.”

“¡¿Qué?!”, exclama Patrick, que había estado callado en una esquina. Se tapa la boca cuando comprende que se ha hecho notar.

“¿Cómo lo va a hacer ella?”, refuto.

“¿No te das cuenta, muchacho? ¡Esa mujer no te ama, Quiere tu dinero! Si la foto está sacada de contexto como aseguras, solo ella pudo haberla tomado ese día en la fiesta.”

“Había muchos invitados ahí, pudo ser cualquiera.”

“Sí, pero ella era la única interesada en encontrar pruebas de infidelidad. Te lo dije, te lo vengo diciendo desde hace tiempo, ella hizo esa cláusula con la intención de buscar quedarse con tu dinero.”

Es lo mismo que me dijo Madison.

Sé que estoy tratando de negarlo, pero no puedo obviar lo evidente como si no estuviera escupiéndome a la cara.

Tengo que aceptar que Jennifer me engañó como a un gran pendejo.

“Necesito hablar con ella ahora mismo.”

“¿Dónde está Madison? ¿Por qué no está aquí? Yo necesito que ella me aclare esto.”

“Abuelo, no tienes que molestarla, ella no tiene idea de lo que está pasando. Madison renunció anoche.”

“¿Qué? ¿Por qué?”, pregunta frunciendo el ceño.

Claramente mi abuelo no nació ayer. Es demasiado sospechoso que ella renuncie y al día siguiente pase esto, no lo niego.

Pero la verdad es más sencilla, es una tremenda coincidencia.

Una que parece un macabro juego del destino.

No puedo creer que todo se haya orquestado para suceder a la vez.

Que justo vuelva el prometido de Madison, salga esta noticia, ella me rechace, y ahora se me venga un tremendo problema encima.

«No lo sé abuelo, solo se fue. Supongo que sospechaba de mi esposa y sus intenciones, no estaba cómoda».

En teoría, no es una mentira.

«Esto es todo muy raro Alec. Si no tienes forma de probar que esa foto es falsa, todo esto solo aumenta la creencia de la infidelidad. Jennifer te va a quitar todo.»

Llevo mis manos a la cabeza, siento que me falta la respiración de la nada.

Todo esto es un caos.

Nunca debí dudar de Madison.

«Señor, ¿recuerda que esta mañana vimos a su esposa con un sobre?»

Interviene Patrick ligeramente agazapado.

Levanto mi rostro con los ojos muy abiertos.

«¿Qué sobre?» pregunta mi abuelo.

«Salió y dijo que era algo importante, no quiso decirme de qué se trataba, pero sí remarcó que no sería ningún secreto por mucho tiempo. ¿Crees que haya sido la foto y el artículo?»

«No lo sé.»

«Espérame aquí».

Toma sus cosas y se dispone a salir.

«Afuera, todavía está la prensa aguardando. Yo resolveré esto, no te preocupes.»

«Abuelo, ¿a qué te refieres? ¡¿a dónde vas?!», grito, pero él no se vuelve en ningún momento.

Cierra la puerta y nos deja a solas a Patrick y a mí.

Él me mira con una expresión de desconcierto total.

«Vamos a mi habitación», le pido.

Es ridículo que siga ocultando las cosas, él es la única persona en la que confío en este momento, además de Madison, pero es claro que a ella no la volveré a ver nunca más. Posiblemente también he arruinado su vida y ella ni siquiera lo sabe.

«Imagino que estarás pensando cualquier cosa», comienzo a decir.

«No, sé Alec. Yo no pienso absolutamente nada. No voy a decir que conozco a Madison de toda la vida porque no es así, pero no la creo capaz de meterse en una relación de esposos. Tampoco creo que usted sea esa clase de hombre.»

«Gracias Patrick, pero tengo que decirte la verdad.»

«Escucho», dice tomando asiento. Su rostro es serio, no muestra ninguna expresión, ni para bien, ni para mal.

«La verdad es que esa foto es falsa. Está tomada para que parezca lo que no es. Sin embargo, no es mentira que me enamoré de Madison.»

«Es por eso que ella renunció», concluye.

«Sí.»

«Eso tiene mucho más sentido.»

«Te juro que no ha pasado nada entre nosotros. Me enamoré de ella, pero nunca engañé a mi esposa.» Omito lo del beso, porque eso sí que me incriminaría.

«Bueno, enamorarse de otra estando casado no sé si cuenta como fidelidad.»

«Mis pensamientos me pertenecen, ahí dentro puedo imaginar lo que yo quiera, pero de ahí a hacerlo, es algo muy diferente. Y tienes razón respecto a Madison. Ella es una mujer de principios, nunca aceptaría nada conmigo. Es claro que ama a su novio, como te pudiste dar cuenta. Cometí un error al mezclar mis sentimientos, pero no es justo que ella pague por algo que no ha hecho. Ni yo.»

«Te creo, pero no tenía por qué decirme esto, yo solo soy un empleado más.»

«Sabes que no. Te considero un amigo, casi como un hermano menor. Quiero asegurarme de que sepas que todo esto es mentira.»

«Gracias», responde con una sonrisa.

«Yo también te aprecio bastante.»

Estoy tan abrumado que ni siquiera me he puesto a pensar en las consecuencias que esto traerá para la empresa.

Lo que se me viene es más grande de lo que puedo dimensionar. Llamo a mi abogado y le explico la situación.

«Señor Fairchild, voy a necesitar que venga personalmente, o yo puedo apersonarme a su casa, pero sería mañana. Por hoy ya no puedo. Sin embargo, según todo lo que me cuenta, me temo que sin una prueba fehaciente de que la foto es trucada o está sacada de contexto, no se puede hacer nada. Si su esposa decide demandarlo por el divorcio, podría quedarse incluso con más del cincuenta por ciento de sus bienes.»

«Está bien Turner, iré mañana mismo a verte a primera hora. Por favor, busca si se puede hacer algo más, llegar a un acuerdo. Esto no puede quedarse así.»

Cuelgo la llamada, más inquieto que antes. No comprendo cómo es que no fui capaz de ver las señales de bandera roja en Jennifer.

Pasan las horas, entretanto yo intento contactarla, pero no responde mis llamadas. Patrick trata de distraerme para relajar mi mente un poco, no obstante, no lo consigue.

Cuando escuchamos las llaves abriendo la puerta, le pido que me lleve a toda prisa al recibidor.

Jennifer entra a la casa dando tumbos, parece estar borracha. Es la primera vez que la veo en ese estado.

«Al fin llegas», espeto.

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