La enfermera del CEO
Capítulo 117

Capítulo 117:

“Madison, no entiendo, ¿De qué estás hablando?», pregunta Alec, desconcertado por las afirmaciones de Madison.

“Alec, ¡abre los ojos de una vez! Jennifer quiere separarse de ti, y ha buscado todos los medios posibles para lograrlo»

Insiste Madison, tratando de hacerlo entender.

“Espera, necesito que expliques lo que quieres decir, porque no veo hacia dónde va esto con lo que te acabo de decir», pide Alec, necesitando más claridad.

“No sé si decirte todo esto, no quiero lastimarte», murmura Madison, notando el cambio en la expresión de Alec.

“Ya empezaste, ahora dilo, ¿Hay algo que yo deba saber?»

Insiste Alec, preparándose para lo peor.

“¿Recuerdas la noche que dije que había entrado una ladrona?», pregunta Madison, obteniendo una respuesta afirmativa de Alec.

“No fue eso. Ella había contratado una mujer de un night club para que se tomara fotos contigo. Fotos comprometedoras», revela Madison, dejando a Alec perplejo.

“¿Qué?», exclama Alec, incrédulo ante lo que acaba de escuchar.

«Incluso creo que me contrató a mí esperando que pasara algo entre nosotros. ¿No lo ves? Estás haciendo exactamente lo que ella quiere, y yo terminé siendo su títere también», continúa Madison, viendo la reacción de Alec.

Alec estalla en risas, incapaz de creer lo que Madison está sugiriendo.

“No tienes que inventarte todo esto para rechazarme», dice entre risas.

“No es un invento, es la verdad», insiste Madison, con seriedad.

“Entonces has estado aliada con ella todo el tiempo», acusa Alec, dejando claro su escepticismo.

“¡¿Qué? Claro que no», responde Madison, sorprendida por la acusación.

“¿Cómo puedes asegurar todo esto entonces? Además, ¿acaso eso no es algo bueno? Si quiere el divorcio, se lo daré ahora mismo», sugiere Alec, intentando procesar la información.

“Ella no lo quiere de ese modo. De ser así, ya te lo hubiera pedido hace tiempo», responde Madison, explicando la situación.

“¿Cómo lo sabes?», pregunta Alec, interesado en los detalles.

«Porque escuché una conversación con tu abuelo. Hay una cláusula prenupcial de separación de bienes, ¿No es así?», pregunta Madison.

Alec se queda callado, reflexionando sobre lo que acaba de escuchar.

«No, eso no puede ser. Tienes que estar equivocada», intenta refutar.

«Puede que sea difícil de aceptar, pero es lo que creo. Tu esposa quiere la mitad de tu fortuna, pero para eso necesita que…»

Madison se detiene antes de completar su frase.

«… que le sea infiel», completa Alec, comprendiendo la implicación.

Madison, luego de limpiar sus lágrimas, busca ponerse de pie.

Siente que el paseo ha terminado abruptamente.

Alec no dice nada mientras Madison lo empuja de regreso al estacionamiento.

Su regreso a casa es incómodo y lleno de silencios pesados.

‘He hecho la única cosa que me prometí que no haría. He arruinado lo que había entre nosotros. Ahora no puedo quedarme ni un minuto más, no lo soportaría’, reflexiona Madison mientras se marcha, dejando a Alec sumido en sus pensamientos.

Guardo todas mis cosas en la maleta y espero a que todos se vayan a dormir para poder irme.

Sé que estoy actuando como una cobarde, al menos debería tener el valor de dar la cara, pero no lo tengo.

Escribo una carta para Alec donde le explico que he decidido renunciar.

Evito mencionar cualquier cosa en caso de que su mujer la lea, no voy a darle la satisfacción de que le saque el dinero del divorcio, a pesar de que en realidad, él sí le ha incumplido.

Cuando me aseguro de que todos están dormidos, dejo la carta a un lado de la mesa de noche de Alec. Patrick ni siquiera se da cuenta de mi presencia, y salgo con sigilo cual ladrón en la oscuridad.

Tomo un taxi hasta Blanco.

Mi vida en Austin oficialmente ha llegado a su fin.

Me permito llorar mientras voy de camino, esta es la decisión más difícil que he tenido que tomar en mucho tiempo, pero es lo correcto.

No puedo seguir lastimando a la gente que quiero, ni a Alec, ni a Liam, incluso esto afecta indirectamente a mi hijo.

Sé que él espera el regreso de Liam para ser una familia feliz.

Todavía falta mucho para que venga, aún quedan seis meses, sin embargo, Caleb lo mantiene presente todo el tiempo.

Jugueteo con el collar de alas que me dio.

Debería quitarlo de mi cuello y arrojarlo por la ventana, pero no es lo que quiero en realidad.

“Yo también creo que te amo, Alec, por eso debo alejarme de ti”, susurro para mí misma.

Llego a mi pueblo en medio de la noche, pero no está la casa como yo espero. Las luces están encendidas, a pesar de ser pasadas las doce de la medianoche.

Me bajo con cautela pensando que ha pasado algo grave.

Ya deberían estar durmiendo, ¿Será que a mi papá se le olvidó apagar la luz?

Meto la llave en la cerradura, pero antes de abrir, escucho voces que vienen de dentro. Empujo la puerta y cuando veo quiénes están dentro, dejo caer la maleta de golpe contra el piso.

POV Alec

Despertar en la mañana con una carta de Madison no es lo que esperaba.

Para ser sincero, no sé qué era lo que pretendía luego de haberle confesado mis sentimientos. Es evidente que ella tiene mucha más moral y decencia que yo.

Juro que traté de resistirlo, pero ya no pude más, necesitaba hacerlo.

Lo que no pensé nunca fue que ella me dijese todas esas cosas en contra de Jennifer.

No sé qué creer, para ser honesto conmigo mismo, tengo que admitir que Jennifer ha tenido actitudes demasiado extrañas, pero eso de querer provocar que yo le sea infiel para usar a su favor la cláusula del convenio de divorcio, es una locura, algo demasiado rebuscado.

Jennifer nunca ha estado interesada en mi dinero, ¿O sí?

He estado seguro desde el momento en que la conocí, que ella y Mason han sido de las pocas personas que están a mi lado por verdadero cariño y no un interés monetario o de poder. Incluso Jennifer no supo quién era yo hasta que tuvimos seis meses de relación.

Cuando me atreví a decirle mi verdadera identidad.

Me cuesta trabajo creer que ahora quiere tenderme trampas rebuscadas solo para deshacerse de mí y quedarse con todo.

No, ella no es capaz de hacerme eso.

Releo una vez más la carta de Madison, no dice mucho.

No menciona nada de lo que pasó ayer, ni los motivos reales por los que se va sin dar la cara, simplemente pide perdón y dice que es por motivos de fuerza mayor.

[Señor Fairchild. Lamento tener que informárselo por este medio, pero no me queda otra manera. Esto ha sido tan repentino que no tengo alternativa. Debo renunciar. Lamento todos los inconvenientes que esta decisión le pueda causar, pero creo que a largo plazo será lo mejor. Gracias por todo, espero que se mejore. Madison].

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