La boda del heredero
Capítulo 107

Capítulo 107:

“¿Querías ese niño?” pregunté finalmente luego de meditarlo unos segundos.

Damien frunció el ceño y dio un paso atrás antes de responder.

“Estaba dispuesto a darle lo que necesitara”

Sus palabras, de algún modo, confirmaron mis temores.

Él quería saber más sobre ese bebé en camino, por eso había viajado ese fin de semana a París…

Por eso le había dado dinero, seguramente pretendía volver para saber cómo le había ido.

“No le hubieses dado un cheque si pretendías matarla” murmuré, poniendo una moneda de su lado de la balanza.

“¡Que yo no la maté!” exclamó furioso.

“Si lo hiciste, al menos indirectamente… al ofrecerle tu apoyo… la pusiste en la mira de Nadine”

“¿De qué m!erda hablas?”

Rió con burla.

“Nadine lo hizo… a ella no le conviene otro descendiente tuyo más que su propio hijo”

“¿Dices que Nadine lo hizo?”

Rió una vez más.

“Nadine es una tonta, Emmett; solo sabe gastar dinero… lo ama más que a nada en el mundo”

“Justo por eso haría cualquier cosa por mantenerlo… la ambición no conoce límites, conseguirá lo que quiere como sea”

Sentencié con firmeza, mirándolo fijamente.

Damien se quedó en silencio unos segundos, como si estuviera considerando mis palabras. Podía ver en su rostro que la idea empezaba a tomar forma en su mente.

Quizás, después de todo, no era tan ajeno a la verdadera naturaleza de su esposa como yo pensaba.

“No sé qué diablos pasa contigo, imbécil, pero deja fuera de todo esto a Nadine, ¿Ok? Y a mamá también, ella no sabe nada de mis acuerdos con Moreau”

Yo había estado pensando en empezar a caminar por la oficina un poco, eso me ayudaba a pensar, pero tan pronto oí aquello, me volví de inmediato.

“Damien… dime que no hiciste tratos con el buitre de Moreau”

“Eso no es tu problema”

Su actitud a la defensiva me lo confirmó todo una vez más.

“Lo es si firmaste algo donde menciones a la empresa o los fondos de la familia, estúpido idiota”

Los rasgos de Damien se tensaron por un instante, pero intentó reponerse rápidamente.

“Por supuesto que lo hiciste” murmuré entre dientes, su estupidez no dejaba de sorprenderme.

“¿Qué ganaste con toda esa m!erda? Solo estás dejando que el hombre cree un imperio sobre tus jodidos hombros, y a cambio estás desangrando a la empresa de dónde sacaste todo lo que tienes… ¡¡Dime qué ganaste con eso!!”

“No voy a dedicar ni un minuto de mi tiempo a responder tus absurdas acusaciones, y en realidad no tengo por qué darte explicaciones de nada, pero deja a mamá en paz… y a Nadine. Enloquece tú por tu lado y deja de arrastrar a todos en tus teorías conspirativas, ¿De acuerdo?”

Me apuntó con su índice una vez más antes de darse la vuelta para marcharse.

“Ella lo hizo, Damien” dije antes de que cruzara la puerta.

Le vi detenerse y mirar sobre su hombro.

“¿Tienes pruebas?” siseó mordaz.

“Sé que fue ella”

“Ya veo…”

Sonrió con ironía.

“Entonces no tienes nada”

El portazo que dio retumbó entre las paredes de la oficina y el eco pareció terminar en mi cabeza.

Habíamos estado tan enfocados en Damien que quizás nos hicimos ciegos a las andadas de Nadine.

Me acerqué al teléfono y marqué el número de Adrien.

“¿Bueno?” respondió al primer repique.

“Debes venir de inmediato”

“Ahora estoy allá”

Me dejé caer sobre la silla y empecé a rascar mi cabeza…

Sentía que habíamos caído en un callejón ciego, porque aunque odiaba admitirlo…

Damien tenía razón, no teníamos nada en contra de Nadine, estuvimos tan ocupados tratando de encontrar pruebas contra él que jamás nos detuvimos a pensar en ella.

La puerta se abrió una vez más, esta vez fue Adrien quien entró.

“¿Qué ocurre? ¿Y Harold?”

“Nada, no estaba ahí y la mujer que nos atendió fue muy tajante, a estas alturas ya debe saber que la policía le busca… Nicolaj tenía un plan, era bueno, solo tenía que provocar a Damien y hacerle entrar en pánico, hacerle creer que estaba atrapado, pero…” resoplé con frustración.

“¿Qué pasa?”

Me instó con urgencia.

“No es Damien él que está detrás de la muerte de su amante o de mi accidente…”

Tragué saliva una vez más y le vi ladear la cabeza esperando que continuara.

“Es Nadine, Adrien. Cuando le hablé a Damien sobre Harold, él…”

“No sabía de qué estabas hablando”

Terminó por mí, dejándose caer en la silla frente a mí al verme asentir.

“Y si lo piensas… tiene mucho sentido, porque… Sacándome del camino, todo acabaría en manos de su esposo… y con lo fácil que es manejar a Damien… en sus manos. Cosa que le viene de maravilla, porque logró que el imbécil le otorgara todas sus acciones a Moreau, ¡Jodido estúpido!”

“¿Cómo? ¡No dijiste que él no podía hacer eso? Que…”

“Claro que no puede, pero lo hizo… y pondría mis manos al fuego asegurando que el presidente de D’vine es el padre de Nadine”

“¿Cómo diablos los americanos dejan que un tipo con su historial funde una empresa en sus tierras?” preguntó Adrien conmocionado.

“En E$tados Un!dos el dinero te da poder, no les importa de dónde viene… solo que termine ahí, en sus bancos”

“Puta m!erda… esto lo complica más, contra ella no tenemos nada, Emmett. Todo lo relacionado al robo en la empresa y a la creación de D’vine se liga a Damien, Nadine jamás entró a la ecuación”

“Lo sé, lo sé… debemos encontrar a Harold y…”

“¿Y qué?”

Exclamó mi amigo.

“Suponiendo que ella ya no lo esté sobornando para mantenerle callado, y él esté dispuesto a colaborar con nosotros… Será la palabra de un hombre con fama de imbécil busca pleito y problemático, contra la de Nadine y su padre podrá ser un criminal de cuello blanco, pero ella no tiene ninguna multa de tránsito”

“Lo sé”

“Jamás la atraparemos así”

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