Capítulo 61:

Madison había dormido solo un par de horas cuando el llanto de Miranda la despertó, su testaruda hija no quería la leche en el biberón que su niñera quería darle sino directamente de la fuente, por lo que sin reparo ni remordimiento su madre la metió en la cama, en medio de Simón y ella para darle el pecho.

La bebé estaba feliz porque estaba tomando leche del pecho de su madre y porque tenía a ambos padres a su alcance.

“¡Dios mío! ¿Cuándo comenzará a despertarse tarde?”, protestó Simón muerto de sueño.

Era imposible volver a dormir con Miranda dando pataditas de contenta o tratando de abrir sus ojos metiendo los deditos en los párpados cerrados de su padre.

“Creo que en la adolescencia se levantan tarde, pero nos desvelaremos esperando que llegue a casa cuando lo que queremos es dormir”, respondió Madison con los ojos cerrados.

“Creo que Miranda será hija única”, gruñó Simón.

“Es tarde para eso, será la hermana mayor”, dijo Madison. Simón abrió los ojos de repente.

“¿Estás embarazada de nuevo?”

“Creo que sí, solo me hice una prueba casera antes de venir, pero salió positiva”

Simón se abalanzó sobre ella para darle un beso.

Miranda, que estaba en el medio, protestó.

“Perdona hija”, se disculpó él dándole un beso a Miranda.

Trató de acercarse a Maddy para darle un beso en la barriga, pero su hija lo pateó.

“Entendido, no me acerco a mamá cuando comes”

Madison soltó una risita.

“¿Y estás contenta?”, preguntó Simón mirándola para evaluar su respuesta.

“Estoy contenta, a pesar de que Miranda no tiene ni un año aún, me gusta que se lleven tan poco tiempo para que puedan jugar juntos. Creo que mi infancia no habría sido tan feliz sin Marga. ¿Y tú? ¿Estás contento con mi embarazo?”

“Si tú estás feliz, yo estoy feliz”

“Chorradas”, replicó Maddy exasperada.

“Quiero saber si te sientes bien con tener otro hijo. No me digas lo que crees que quiero escuchar”

“En realidad sí estoy contento, es más, creo que me dedicaré a mi familia y dejaré a Williams a cargo de la empresa, es un buen CEO”

“Entonces Katherine irá tras él”, respondió Madison sonriendo. “Pobre Williams no sabe lo que le espera”

“Creo que exageras con Katherine, nunca volvió a acercarse a mí”, señaló Simón con una sonrisa.

La sonrisa de Madison fue absolutamente traviesa.

“¿Hay algo que deba saber?”, preguntó Simón levantando una ceja.

Claro que inmediatamente la tuvo que bajar porque Miranda apuntó su dedo al lugar.

“Digamos que ella supo que conmigo no se jugaba”, respondió Madison despertando la intriga de Simón.

“Madison, ¿Qué hiciste?”, preguntó Simón con el ceño fruncido.

“Espero que no nos demande por acoso o algo así, ya estamos metidos en muchos escándalos”

“Personalmente no hice nada, solo le envié a Marga”

“¿Cómo que le enviaste a Marga?”, preguntó sobresaltado.

“Bueno, ella siempre ha sido la fuerte, yo la sacaba de líos y ella me defendía de los abusones, total, nadie podía distinguirnos y nunca estaban seguros de con quién estaban hablando. Pero no te preocupes de que nos vaya a demandar, eso fue hace meses”

“Ustedes están locas, agradezco al cielo poder distinguirlas”

“Yo también, porque menudo susto te hubieras llevado si hubieses entrado a la habitación de Peter y los encuentras como los encontré yo”

“¿Y qué fuiste a hacer a la habitación de Peter?”

“A mostrarle el video, el alcalde te apuntaba. De tus hermanos, era el más cercano”

“¿Entonces fuiste tú la que miraba las cámaras de seguridad? Pensé que había sido uno de los guardaespaldas”

“No, fui yo. Me pareció extraño, había algo que no me terminaba de convencer y desde lo de Katherine, tengo por costumbre mirar las cámaras varias veces al día, y ella lo sabe”

“Me dijiste que no sabías lo que le había dicho Marga”, señaló Simón con sospecha.

“Y es cierto, no sé qué le dijo Marga, yo solo le mandé a decir que la estaría vigilando por las cámaras de seguridad y que si la volvía a ver cerca de ti, que se atuviera a las consecuencias”

“¿Y cuáles serían esas consecuencias?”, preguntó Simón divertido.

“No sé, eso se lo dejé a Marga”

Simón rio divertido.

Miranda soltó el pecho de su madre y rio con él.

“Repito, definitivamente están locas, nunca entendí por qué la habías perdonado tan pronto después de lo que te hizo”

“Es mi hermana, ella puede pegarme y yo puedo pegarle a ella, pero nadie más puede hacerlo porque en ese caso somos una. Por supuesto que en un punto tuve ganas de matarla, pero si tú la hubieses lastimado, te hubiera matado a ti”

“Pero pensaste que te había cambiado por ella, ¿Por qué? Si me dices que son tan unidas”

“Porque soy insegura, siempre he creído que Marga es la guapa y la fuerte. Además, ella me engañó para que me casara contigo porque estaba muy enamorada de Roy, pero conozco a Marga y es vengativa, de repente pensé que quizás te quería para ella solo para hacer pagar al desgraciado ese por haberla engañado”

“¿Puedo volver a decir que están locas?”

“No. Creo que vetaré esa frase”

“Nunca hubiese imaginado que Marga y Peter pudieran tener una relación”, dijo Simón al cabo de un momento en el que permanecieron en silencio con los ojos cerrados.

“Yo tampoco, de hecho, sigo sin creerlo. Sé que a Marga no le gustan los ranchos ni los vaqueros”

“Pudo haberse enamorado”, especuló él.

“Se va a París en dos semanas y estará un par de meses por allá, no creo que vaya a dejar su carrera de modelo por él”

“La modelo y el vaquero, ¿No sería divertido verlos juntos?”, preguntó Simón, preguntándose si Marga sería su cuñada por partida doble.

“No te hagas ilusiones”

“¿Sería una ilusión que Miranda se vuelva a dormir?”

“Absolutamente”

“Me gustaría irme a casa. ¿Por qué no despertamos a todos para marcharnos?”

“Lo que quieres es dormir, Simón. Esta vez seré una madre cómoda y dejaré a Miranda con la niñera”

“Maddy, con el próximo bebé sí tendremos niñera desde el inicio, ¿cierto?”

“Por supuesto, ya no seré madre primeriza que aspira a que todo sea perfecto”

“Lo perfecto es enemigo de lo bueno”, aseguró Simón poniéndose cómodo para seguir durmiendo.

Madison se levantó con una inquieta Miranda, abrió la puerta que comunicaba su habitación con la de la bebé y se encontró con la niñera vestida y esperando para hacerse cargo de la niña.

“Por favor, tenla un par de horas para dormir un poco”

“Sí, señora”

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