Esposo infiel
Capítulo 79

Capítulo 79:

POV Adam.

Oprimo la tecla sobre el correo enviado por mi investigador privado, abriendo de inmediato una sesión fotográfica en las calles de Nueva York, aunque en un barrio que no conozco, pero, en definitiva, sí conozco a las personas que están juntas.

“¿Cuándo las tomaste?”, pregunto.

“¿Puede reconocer a la persona que está junto a Kim?”, pregunta el investigador.

“Sí, lo reconozco. Es Nick, trabaja con nosotros en la empresa”, inhalo profundo.

Comienzo a pasar entre las fotografías, notando que siempre se reúnen en el mismo lugar y que fueron tomadas en diferentes días por el cambio de vestimenta mientras voy pasando. De repente veo que el escenario es diferente porque no están en la misma cuadra, sino a la vuelta de la empresa y están… abrazados.

“Llevo casi dos semanas siguiéndolos y ambos están juntos. Es un hecho. Él la recoge en su coche a la vuelta de tu empresa, van juntos a un departamento en Manhattan donde pasan las noches”, me dice.

Trago grueso. Siempre supe que Nick no era más que un maldito mujeriego de mi%rda que quería quitarme a mi esposa, pero jamás pensé que fuera la clase de tipo que le gustara tener todo lo que yo me tengo, incluyendo a mi ex amante.

De Kimberly no me sorprende absolutamente nada. Sus acciones las últimas semanas dieron mucho de qué hablar y más para pensar. Su lado esquizofrénico salió a la luz, mucho más cuando amenazó a Ava con vengarse, como si fuera una santa paloma que jamás hizo nada.

Ahora el problema está en por qué están juntos, si realmente se quieren o si en verdad tienen algo que ver con lo que nos pasó. Razón por la cual contraté un investigador privado, dado que la policía no ha podido recabar pruebas suficientes en su contra.

“¿No hacen nada más que ir al mismo departamento todas las noches?”, pregunto, todavía cambiando de fotografías pues envió un montón.

“Algunas veces recorren tu vecindario”, dice.

“¿Qué?”, cuestiono.

“Al parecer, los están buscando. Los seguí hasta la casa de los padres de Ava quienes no los atendieron porque no estaban, luego fueron a ver a tu padre quien les dijo que no tenía información sobre ti e incluso fueron a la policía”, dice.

Eso me deja confundido, aunque en estado de alerta porque, a fin de cuentas, están enseñando sus verdaderos rostros. Unos malvados, al parecer.

“¿Pudiste conseguir información sobre la familia de Kim y su pasado? Porque te juro que pienso en eso cada noche”, pregunto.

“De hecho, intenté conseguir algo, pero llegué solo a inicios de su pre adolescencia, donde fue adoptada por la familia Heard”, responde.

“¿Adoptada? Ella jamás mencionó algo como eso”, frunzo el ceño

“Sí. Clare Jensen es su verdadero nombre, se crio en un centro para menores a cuidado del Estado. Fue adoptada a la edad de doce años por la familia Heard quien le cambió el nombre para cederle el apellido. Por eso no pude encontrar nada de su pasado”, me explica.

Siento como si me hubieran lanzado un valde de agua fría. Ahora mismo, me cuestiono con quién estuve tres años porqué, a decir verdad, no reconozco a Kimberly pues creí tontamente que me decía todo. Estuve viviendo una mentira todo el tiempo que pasé a su lado, fallándole a mi esposa con una persona que quizás…

“Y eso no es todo. Ese chico, Nick, también fue adoptado del mismo centro, solo dos años después de ella”, dice.

“Tienes que estar jodiéndome”, digo.

“Adam, visité el centro donde estuvieron y según las cuidadoras de los chicos, ellos estaban juntos”, me comenta.

“¿Cómo pareja?”, pregunto.

“Exacto. Solo se separaron cuando ella fue adoptada, y creen que incluso entonces, seguían en contrato”, estoy tan ensimismado que dejo de pensar en ese momento.

¿Es posible que todo fuera un engaño y nosotros sus piezas de ajedrez en un juego donde jamás participamos?

“Adam, le envié a la policía lo que encontré y están seguros de que fueron engañados. Tanto Ava como tú”, me dice.

Sacudo la cabeza, intentando no caer en la maldita desesperación de saber que gran parte de mis días con Kim, fueron una completa mentira desde el principio. Sentirme engañado me hace sentir patético, siempre pensé que era alguien sumamente inteligente que se daría cuenta de las cosas a tiempo, pero ahora veo que no.

Posiblemente, jamás notaría algo como eso.

“¿Cómo mi%rdas pasó eso?”, pregunto.

“Desde el principio su vida fue una mentira, Adam. Si tienen algo que ver con lo que pasó en su casa, son demasiado cuidados con sus pasos, pero si me preguntas a mí, creo que son los indicados para señalar. Sus actitudes, sus mentiras, su pasado. Creo que… ustedes son su objetivo y desde hace varios años”, explica.

Trago grueso. Pensar en que estuvieron tan cerca durante tanto tiempo, siendo capaces de hacernos lo que quisieron, me eriza la piel. ¿Cómo te enfrentas al hecho de que estabas en riesgo cada que cerrabas los ojos con esa mujer durmiendo al lado? Lo único bueno de todo esto es que Nick se alejó, o al menos es lo que nos hizo creer. Mi%rda.

“Lo peor no es eso, sino que desde hace días les he perdido el rastro”, comenta.

“¿De qué estás hablando?”, concentrado de nuevo, cierro la laptop de golpe.

“Estoy seguro de que dejaron la ciudad, Adam”, dice.

“¿Tienes idea de donde fueron?”, pregunto.

“No es difícil adivinar. ¿No crees?”, inquiere ella.

Esto es demasiado para procesar y como si no fuera suficiente, Ava sale de un costado, con el rostro completamente preocupado, dejando ver que ha escuchado todo, incluso las partes que no quería que escuchara.

Se nota a leguas que tiene demasiadas preguntas, así como también se nota el temor que siente al tomar asiento frente a mí, abrazándose su cintura en el sofá.

“Necesito que averigües si tomaron algún vuelo para Miami ¿De acuerdo? Tengo que tener pruebas, de ser así tengo que sacar a Ava de aquí”, ordeno.

“Por supuesto. Mañana mismo me presentaré en el aeropuerto a preguntar. Tengo un colega que trabaja en la seguridad, quizás pueda conseguir grabaciones”, responde.

“De acuerdo. Llama apenas tengas algo”, suelto un suspiro, enfocando la mirada en mi esposa.

“Lo haré. Lamento las noticias, Adam”, dice.

Apenas cuelgo, siento que el aire me falta y es que no es difícil comprender que todo esto se va a ir al carajo muy pronto, simplemente porque no tengo idea de dónde están esas personas, ni qué es lo que quieren con nosotros.

Ava tampoco lo entiende, pues me mira con el ceño fruncido, preguntándose demasiadas cosas en silencio.

“¿Por qué no me dijiste que habías contratado un detective privado? Creí que las mentiras ya habían quedado atrás”, susurra.

“Y lo hicieron, quedaron atrás. Tenía miedo que me acusaras de estar perdiendo la razón acusando a Nick sin pruebas y tampoco quería que tuvieras esa presión sobre tus hombros. Ya tuviste demasiado con todo lo que pasó”, le aseguro.

“Adam, tienes que decirme cosas como estas. No solo tu vida está en riesgo”, bufa molesta.

“Y no estoy viendo solo por mí, sino por nosotros ¿Crees que intento averiguar todo por mí? Quiero que estés a salvo, necesito saber quién está detrás de todo esto para poder dormir en paz sabiendo que, si te dejo ir, estarás bien”, aclaro.

Parpadea confundida, cambiando su expresión en cuestión de segundos.

“¿Dejarme ir? ¿Estás pensando en firmar los papeles?”, susurra, casi atónita.

“Una cosa a la vez ¿Sí? ¿Oíste lo que dijo el detective?”, sacudo la cabeza, intentando no caer en ese tema porque de otra forma, no podré dormir.

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