Esposo infiel -
Capítulo 68
Capítulo 68:
Luego paso a mi habitación. Aquí las cosas no están tan diferentes a como las dejé, pero se nota que entraron porque al menos la cama está destrozada. A mi mente viene la idea de qué nos hubieran hecho de habernos quedado y ciertamente, es algo difícil para procesar. Demasiado difícil.
Jamás hubiera dejado que le hicieran daño a Ava, pero hubiera sido imposible de evitar dado que, por todo el daño que vi hasta ahora, esto no fue causado por una sola persona sino por varias.
Decido no pensar en las cosas difíciles y me pongo a la tarea, buscando algunos trajes que estén bien para poder poner todo en la maleta. Guardo lo esencial, incluso mi laptop del trabajo que seguía en mi escritorio cuando entré. Por suerte, intacto.
Tengo demasiado trabajo, presentaciones y pienso que iremos a algún hotel hasta que se cumplan las semanas para poder ir a la boda de Paulson, pero cuando me encuentro con Ava en la sala, para irnos, veo que estoy equivocado.
“¿Dónde iremos? Ava, quizás podríamos quedarnos en un hotel hasta que la casa esté habitable. ¿Qué dices?”, pregunto, obteniendo su mirada sobre mí.
Clava su mirada en mí.
“No nos quedaremos aquí. Hablé con la policía y no les parece mala ¡idea el salir de la ciudad por unas semanas. Evitaríamos nuevos incidentes si es que lo hacemos en silencio”, menciona taciturna.
“Por eso no le dijiste nada a tu madre”, asiento.
“Por eso y porque no me veo teniendo esa misma conversación de siempre donde me acusan de ser una idiota por seguir con el hombre al que le importé un carajo. Iremos a Miami, nos quedaremos un tiempo y después, cuanto todo esto se resuelva, veremos si es posible regresar”, menciona, claramente dolida y molesta.
Trago grueso, acercándome a ella. Se muestra reticente, es más que obvio que las palabras de su madre la han calado demasiado profundo porque ahora mismo, casi está desconfiando de mis pasos.
“Para cuando esto se termine, la casa estará reconstruida y podremos regresar para…”.
“¿Regresar? Adam, el día en que tengamos que regresar, no volveré a esta casa”, dice con el ceño fruncido
“¿Qué? ¿De qué hablas?”, parpadeo rápidamente.
“Refacciona todo lo que quieras, Adam, pero este no es un lugar al que quiero volver y sobre todo, cuando tengamos que regresar, será solo para firmar los papeles del divorcio y este terreno no es algo que quiero de ti. Puedes conservarlo”, suelta un suspiro.
Ella sale sin decir ni una palabra más. Aunque sus palabras me duelen, me trago todo lo que me da, toda la ira, la rabia y la decepción porque es algo que me gané.
Jamás pretendí que me perdonara al instante. Es un proceso largo que tomará su tiempo, incluso tomará tiempo tener el espacio para charlar y después de unos días de pura relajación donde fingimos que nada malo sucedía entre nosotros, creo que este es el momento donde regresamos a la realidad.
Una realidad en donde ella me odia y donde a mí, me toca arrastrarme en busca de su perdón.
POV Ava.
Durante el resto del viaje no soy capaz de decir ni una sola palabra. He dejado que el mundo entero decida y charle acerca de mi relación, de mi esposo, y critique mi decisión de permanecer a su lado sin llegar a comprender por qué lo hago en realidad.
Puede que Adam piense que es porque decidí darle esa segunda oportunidad que tanto me ha rogado, pero no es así. No tiene nada que ver con eso, sino con el hecho de que, ante la prensa, soy la idiota y me gusta ese papel.
Todos me tienen como la victima de esta situación horrenda, ahora con el ataque, nuestra popularidad aumentó hasta el punto en que los proyectos entrantes solo me quieren a mí.
La población ha demostrado tener afecto por mí, sentir empatía por mi situación y más que nada, sentir incluso un poco de conexión con lo que me pasó porque de seguro que no soy ni seré jamás, la única a la que fueron infiel, así duela decirlo.
Ante los demás, soy la pobre esposa que busca tener una segunda oportunidad en su matrimonio, darle a su esposo el espacio para que se arrepienta por lo que hizo e intentar enmendar todos los errores que cometió, aunque dentro mío sé que aquello jamás va a suceder.
Adam no cambiará, y yo no lo perdonaré. No puedo ni siquiera imaginarlo, y cuando él intenta tener alguna clase de acercamiento, no termino sintiendo más que náuseas y repulsión, porque ante mi, él ha quedado manchado por la infidelidad que cometió, y ese aroma a traición no se irá así se duche miles de veces.
En cierta forma me duele tener este pensamiento.
Ver que de hecho, sí está intentando cambiar, me tiene demasiado confundida porque una parte de mí quiere odiarlo por todo lo que hizo, lo que no es menor, pero otra parte… esa otra parte que me niego a dejar que resurja, me grita internamente que posiblemente, darle esa segunda oportunidad no sea tan mala idea después de todo.
Siento que toda mi mente se encuentra en un torbellino de emociones que no hacen más que dejarme el triple de confundida que antes.
Si bien, sé que es un infiel de mi%rda que no merece compasión por los tres años donde disfrutó teniéndome como la tonta, también sé que está intentando mejorar porque no se quiere divorciar, aunque…jamás haya dicho que me ama. Al menos no con sinceridad.
Ese es el otro asunto ¿Cómo podría quedarme en un matrimonio que desde el principio fue una red flag? ¿Cómo podría confiar en él dé nuevo?
Porque ahora, así me ruegue, no sería capaz ni siquiera de darle el beneficio de la duda, pero él está tan concentrado en querer ser mejor persona y mejor esposo, que ha olvidado por completo, que la que decide si continuamos aquí, soy yo y yo ya decidí.
Observo que está completamente dormido en el asiento de al lado del avión. Estamos en primera clase, los asientos son un poco más alejados que los normales debido al espacio que tenemos, y aprovecho esa distancia para poder enviar un email rápido a mi abogado, pidiendo explícitamente que comience a mover los papeles para el divorcio.
Puede que tenga demasiadas dudas, pero sé que no aclararé ninguna si al menos no comienzo con los papeles. Ya, cuando los tenga en mano, puede que la situación haya cambiado y que no quiera firmarlos, pero ahora mismo es la mejor decisión y la única que quiero tomar.
Cuando me responde que con gusto comenzará el proceso, tengo una paz interna que hace tiempo no experimentaba.
Según Janice, esto se debe a que finalmente estoy tomando las decisiones que debí tomar al principio y que, sin importar las palabras de Adam, estoy tomando esta decisión por mí, no por él ni por el matrimonio que no pudo ser, porque si alguien falló, no fui yo, por lo tanto, no es mi culpa que el matrimonio se disuelva.
Dar este primer paso, no tiene por qué ser una carga para mí, pues fue Adam quien hace tiempo dejó de respetar nuestra unión. Volteo a verlo. La mitad de su rostro todavía continúa inflamado y apenas puede abrir el ojo afectado.
Si bien esa acción de cuidarme, de protegerme y ponerme como prioridad le ha sumado puntos, no es suficiente para que deje de pensar en el divorcio así que confirmo con mi abogado que es lo que quiero hacer, antes de cerrar la laptop y abrocharme el cinturón de seguridad como me lo pide la azafata pues estamos a punto de aterrizar.
Observo hacia adelante durante todo el proceso. No quiero ni tengo ganas de preguntarme absolutamente nada, aunque es imposible no pensar en que él, de hecho, me puso como su prioridad y por eso salió lastimado.
Si bien pudo haber sumado algo de credibilidad acerca de sus intenciones de cambiar, no fueron suficientes como para que olvide todo intentando enfocarme en rehacer nuestro matrimonio, solo me orillaron a tener que alejarme de mi ciudad, mi empresa, mi trabajo y mis padres, para poder mantenernos a ambos con vida.
Como dije, quiero el divorcio, no la muerte de Adam y lógicamente, la única forma de protegernos, dado que ambos somos objetivos en Nueva York, es estando juntos.
Quien sea que quiera lastimarnos, se tomará su tiempo para encontrarnos porque absolutamente nadie sabe que vinimos a Miami, ni siquiera los Paulson pues, para ellos, nosotros llegaremos apenas la semana próxima a la ciudad, así que estamos prácticamente desaparecidos.
Para cuando tocamos tierra, me toca despertar a Adam quien apenas abre los ojos, menciona que tiene hambre y no es el único, yo estoy igual.
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