Esposo infiel
Capítulo 65

Capítulo 65:

“Porque no lo hice yo, sino Nick ¿Cuál crees que fue la razón de traerlo de regreso? Sabía que te molestaría verlo y tuve razón. Él me ayudó en muchas cosas, guardó mi secreto, lo sigue haciendo, y me resulta tonto pensar que quiere hundirme cuando en realidad, pudo hasta enviarme a prisión y no lo hizo antes, ¿Por qué lo haría ahora?”, admito, dejándolo sorprendido.

“Porque pensó que me dejarías y no lo hiciste”, Adam se pone de pie.

“Yo quiero dejarte, ya lo he dicho, incluso te pedí el divorcio, cosa que no quieres hacer”, ruedo los ojos.

“No te daré. el divorcio, mucho menos ahora que corremos riesgo estando juntos. No quiero ni imaginar lo que podría sucederte estando separados, así que no, no es una opción por ahora”, es su turno de rodar los ojos.

“¿Por qué decides por mí? Yo quiero el divorcio, quiero alejarme de ti y esas dos semanas que pasaríamos en Miami no van a cambiar absolutamente nada”, lo miro molesta.

“¡Esto lo cambia todo, Ava! ¿Podrías dejar tu venganza de lado y darte cuenta de las cosas? ¡Te quieren inculpar por intento de homicidio! Sea quien sea que está detrás de esto, quiere culparte y lo va a lograr si decides actuar de esta forma”, grita ofuscado.

“¿Y qué se supone que debo hacer? No tienen pruebas contra mí, no pueden probar nada y…”.

“Eso no les importó al momento de señalarte”, apunta.

“Quizás no quieras verlo, Ava, pero esto se saldrá de control si tomamos caminos separados. Puede que el objetivo no haya sido yo, como dicen, sino tú, el quitarte del camino, y tenemos que averiguar quién mi%rda está detrás de todo esto antes de siquiera pensar en tener caminos separados ¿Entiendes? Quédate conmigo, Ava, hasta que descubramos qué está pasando, porque de otra forma, vamos a perder. Es juntos o juntos. Ya no hay otra opción”, termina de decir.

POV Adam.

Siento que la desesperación en mí voz es latente. Entiendo y admito con franqueza que me estoy aferrando a este incidente para alargar mi tiempo con ella, y así ver si al menos cambia de opinión al ver que yo también he cambiado, pues es lo que intento hacer.

Ava merece lo mejor. No negaré que también quiero que estoy asustado por lo que podría pasarnos si estamos solos, rodeados de sombras que ya fueron capaces de destruir nuestro hogar, pero la verdad, me importa más tenerla cerca y poder disfrutarla un poco más como mi esposa, que encontrar a quienes quieren dañarnos.

Solo espero que no se dé cuenta de mi plan, y salto internamente como un niño pequeño, cuando veo que suelta un suspiro, asintiendo.

“Bien, solo hasta que descubramos qué está pasando. Pero esto no significa que no nos vayamos a divorciar ¿Entiendes? Apenas termine y los responsables estén con la justicia sobre sus hombros, iremos a un abogado y comenzaremos los trámites”, susurra, no muy convencida.

“De acuerdo, pero tengo una condición, no te alejes de Nick por el momento”, aprieto la mandíbula, asintiendo con mi cabeza, quemándome por dentro.

“Dijiste que creías que era culpable”, frunce el ceño.

“Sí y lo creo de verdad, pero ¿Qué pasará si te alejas de la nada? Quizás estando cerca puedas descubrir otra o quizás…”.

“Ya entiendo, jugaré al doble agente. Me gusta, estoy acostumbrada al papel”, dice.

La miro con una clara mueca de confusión en el rostro, lo que la hace reír. Eso me deja aún más ensimismado por ella porque hace tiempo que no la veía sonreír de esta forma tan abierta, tan natural, y se siente genial saber que la razón fue una tonta broma.

“Supongo que ahora que estamos en una tregua, puedo admitirte algunas cosas. Me enteré de tu aventura semanas antes de la fiesta”, dice, todavía sonriendo.

Siento que su revelación es un golpea mi pecho, a mi cordura y a mi razonamiento porque la miro e intento comprender sus palabras con otro significado, pero no puedo. Ella acaba de admitir que estuvo jugando a…

“¿Cómo?”, pregunto.

Baja la mirada de repente.

“Lo supe y ya. La cosa es que tuve que mirarte a la cara, fingir que no sabía nada durante todo ese tiempo así que… supongo que será más fácil con Nick que contigo. Al menos con él no estoy molesta”, me corta, borrando su sonrisa.

Me cabrea la diferencia porque claramente eso también significa que, de no ser culpable de esto, Nick tendría una oportunidad con Ava pues con él no tiene un pasado, ni un tormento, mucho menos un trauma. Mi%rda. Necesito que este hijo de p%ta tenga algo que ver. Lo juro.

“¿Adam? ¿Te sientes bien? ¿Necesitas descansar?”, mueve sus manos frente a mis ojos, regresándome a la realidad.

“Me perdí, ¿Qué decías?”, sacudo la cabeza.

Confundida y algo preocupada, veo la batalla interna que tiene al no saber si comportarse como esposa o seguir enfadada conmigo, incluso; en esta situación donde no veo un carajo con la mitad de mi rostro.

“Dije que me acercaré a Nick, así que no te puedo averiguar y si…”.

“Mantente alejada de él”, apunto con firmeza, haciéndola reír.

“Si sabes que no puedes prohibirme nada ¿Cierto?”, espeta.

“¿Qué parte de que es peligroso no entendiste?”, frustrado, volteo la mirada.

“Es peligroso en tu mente porque no tienes pruebas y yo tampoco! Es lo que quiero conseguir, pruebas para poder meterlo a prisión si tiene algo que ver con todo esto. Mira tú cara, necesitamos un culpable, y claramente uno que no sea yo”.

Se cruza de brazos frente a mí. Es claro que está decidida a quedarse con ese punto y tengo que concedérselo porque de cualquier forma se verían en la empresa, pero entonces se me ocurre una idea para alejarlos y alejarnos a nosotros mismos de quien sea que quiera hacernos daño.

“Está bien”, digo de repente, sorprendiéndola.

“Entonces, tú irás con Nick y yo iré con…”, digo.

“No te atrevas a decir su nombre”, me apunta con su dedo y una furia demasiado marcada en su mirada.

“Ava, dijiste que necesitábamos respuestas y si ella está involucrada, me lo dirá. Solo a mí, así que…”.

Sacude la cabeza.

“No, esta conversación se acabó porque no vas a andar por ahí, regresando con ella mientras sigues ligado a mí por un papel. Cuando seas libre harás lo que quieras, pero ahora te tengo en mis manos, Adam y no dejaré que vayas a verla, por ninguna razón”, dice molesta.

“Cariño, tenemos…”, trago grueso.

“¡Dije que no!”, me corta.

Alzo ambas manos, rindiéndome ante sus gritos porque lo último que quiero es tener que alterarla así que me acerco lentamente, tomándola por sus hombros.

Kim es su punto sensible, su límite y yo acabo de rebasarlo. Se cubre el rostro con ambas manos, apenas y puede controlar los temblores de su cuerpo y me siento como un idiota por haber siquiera mencionado su nombre.

“Cariño, lo lamento. Lo siento. Tienes razón, no tengo por qué buscarla, encontraremos pruebas por, otro lado si gustas, pero tranquilízate”, susurro.

Se aleja de mí, como si mi toque la quemara y es comprensible. Todo en ella es demasiado comprensible cuando de mi infidelidad se trata.

“Cuando sea el momento de apuntar contra ella, lo haremos, pero ahora tenemos que enfocarnos en Nick ¿Entendido?”, dice, con su voz algo tomada por la conmoción

“Por supuesto, haremos lo que tú quieras”, asiento.

“¿Y lo aceptas así sin más?”; frunce el ceño.

Sonrío levemente. Por más que se alejó de mí, extiendo la mano para tocar su rostro, algo que me ha permitido hacer al principio así que le acaricio la mejilla, intentando tener un poco más de terreno con ella, cuando claramente, esto es lo único que puedo hacer.

“Adam…”.

“Te dije que me esforzaría por demostrarte que ella no significa nada para mí. Creí estar enamorado…”, susurro.

“Detente…”, pide.

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