Esposo infiel
Capítulo 63

Capítulo 63:

POV Ava.

“¿Soy la sospechosa principal por las palabras de una amante despechada? ¿No se dan cuenta de que lo que dijo fue solo para apuntar las puntas filosas hacia mí?”, pregunto, con una ceja en alto.

“Veremos. Investigaremos de las dos maneras en que podrían haber sido, pero quiero aclarar algo, Señora Byrne, la estaremos vigilando y esperamos que ningún otro incidente ocurra mientras esté al lado de su esposo, porque eso sí que sería demasiado sospechoso”, se encoge de hombros Odom.

“Está cruzando los límites, detective”, apunto.

“Quizás, pero al menos no quise asesinar a nadie”.

“No pueden culparme solo por las palabras de una despechada porque yo también podría apuntar hacia ella ¿Sabían que estuvo llamando y amenazando a mi esposo ahora que la dejó abandonada? Veo que no y para demostrar que digo la verdad, yo sí daré pruebas. Pueden ver los registros de llamadas y mensajes en la línea de mi esposo, y verán que no miento”, se miran entre sí.

El otro detective apunta el número de Adam el cual proveo sin siquiera rechistar. Esto me parece demasiado idiota de su parte, creer solo en palabras y no en hechos, pero conozco a Kim y lo manipuladora que puede llegar a ser, así que no me sorprende que estos idiotas le hayan creído. De seguro derramó una que otra lágrima y por eso la sospechosa aquí soy yo y no al revés.

“Espero que descubran quién nos hizo esto por dos razones. Una, que estaré feliz de saber que podemos andar libres sin temerle a nada ni a nadie, mucho menos a una sombra, y dos, porque quiero ver sus expresiones cuando se den cuenta de que pierden el tiempo investigándome”, digo.

“Señora Byrne, no fue nuestra intención decirlo de esa forma, pero…”.

“Claro que lo fue. Al menos suya”, le corto.

Odom rueda los ojos.

“¿Tiene idea de cuántos sospechosos dijeron lo mismo? ¿Puede adivinar cuántos de esos mintieron? Todos, y estoy segura de que usted no será la excepción”, se burla.

Sale de mi habitación a paso apresurado y me deja miles de preguntas, principalmente qué mi%rda fue lo que Kim dijo para poner a este detective en mi contra, porque es más que obvio que ahora mismo me tiene entre ceja y ceja, cosa que me resulta demasiado extraño dado que es la primera vez que hablamos.

Su opinión sobre mí, su criterio sobre lo que soy, se basó solamente en las palabras de la amante de mi esposo, así que tampoco pierdo el tiempo pensando tanto porque es más que obvio que no va a cambiar a menos que tenga pruebas que demuestren mi inocencia. Algo que buscaré por mi cuenta si no recibo ayuda de la policía de NY.

Para cuando salen de la habitación, ya estoy tan malhumorada que mis padres lo notan, sin embargo, no les digo nada al respecto para evitar que mamá cree un problema gigante sobre esto, porque de seguro y llama a los medios, y no necesito más drama en mi vida por ahora.

Ambos se quedan por al menos dos horas. Según los doctores no puedo ver a Adam todavía porque a pesar de estar despierto tienen que realizarle estudios y demás, así que me quedo en mi habitación con mis padres, hasta que golpean la puerta de entrada.

Mi madre se levanta a recibir a la visita, que termina siendo nada más y nada menos que Nick, con un ramo gigante de rosas rojas, está de pie en la puerta, observándome con detenimiento.

“¿Sí?”, dice.

“Puede entrar, mamá”, susurro.

Ella se hace a un costado, presentándose, y mi padre se levanta para estrechar su mano.

“¿Nos dejarían a solas, por favor?”.

Mi madre me mira con una mueca de disculpa en su rostro.

“Amor, no quisiéramos irnos, pero a tu padre le dan gases horrendos con las comidas de hospital así que pensamos…”.

“Mamá, vayan a casa, descansen. No se preocupen por mí porque puedo cuidarme sola, además, estoy bien. Puedo caminar, puedo andar y mañana tendré el alta así que puedo moverme”, me río al oírla, y no soy la única ya que Nick me imita.

“Yo podría quedarme. Los gases no son tan malos como tu madre los quiere hacer ver”, no muy convencido, mi padre toma mi mano.

“Está bien, papá, yo me cuidaré y prometo llamarlos si algo va mal o si necesito cualquier cosa fuera de estas cuatro paredes ¿De acuerdo?”, prometo.

“De acuerdo, dulzura. Vendremos mañana por la mañana”, dice.

Ambos me besan, mi madre tiene cierta desconfianza hacia Nick y lo puedo ver en la forma en que se mueve a su alrededor, pero termina marchándose de la habitación cuando mi padre la apresura.

Finalmente, Nicky yo nos quedamos solos. Él deja el ramo de rosas sobre la mesa junto al lado de mi cama antes de lanzarse a mí, tomándome en sus brazos. Me aprieta con tanta fuerza que incluso pienso que en cualquier momento va a quebrarme, aunque terminó riendo.

“Estoy bien ¿Cómo estás?”, aseguro, alejándome un poco cuando siento que suelta el agarre.

“¿Yo? No importo yo, mira tú frente, joder ¿Cómo te sientes? ¿Qué dijeron los doctores?”, se lamenta, observando la herida.

“Dijeron que estoy bien. Mañana tendré el alta y podré cuidar a Adam los días siguientes mientras permanece aquí”, me encojo de hombros, tomando asiento en la cama.

“Mi%rda, supe que su herida es incluso peor. ¿Cómo está él?”, hace una mueca al oír su nombre.

“Dicen que bien. Todavía no nos hemos visto”, suelto un suspiro.

“Seguro estará bien, si son solo heridas sanarán con el tiempo”, comenta.

Asiento con la cabeza hacia el suelo, cuando levanto la mirada enfocándome en sus ojos los cuales siempre parecen tener un día demasiado feliz ya que destellan demasiado.

“No pensé que vendrías. No le dijimos a nadie”, le digo.

Hace una mueca, una que no me agrada para nada.

“¿Qué sucede?”, le pregunto.

“Es que… todos saben lo que pasó. El video donde el coche se descarrila está dando vueltas por todos los medios y no solo eso, sino que…”, anuncia, sorprendiéndome.

“¿Qué?”, cuestiono.

“Ay, Ava…”, dice.

“¿Qué, Nick?!”, le corto.

Suelta un suspiro, posando sus manos en sus caderas. Una pose demasiado seria para alguien como Nick, quien siempre parece tomarse todo en broma.

“¡Dime!”, ordeno.

“Dicen que tú lo provocaste”, responde.

Aquello se siente como un golpe fuerte, demasiado fuerte para ser verdad. Sacudo la cabeza, intentando que las palabras no me hagan perder la paciencia que me queda.

“¿Cómo?”, pregunto.

“Creen que quieres vengarte de Adam y la verdad es que no están tan lejos de la verdad”, admite.

“¿Qué dices?”, frunzo el ceño, poniéndome de pie.

“Digo que, si en verdad fue tu culpa, cariño, no voy a juzgarte, pero de haber sido así, fuiste demasiado lejos”, alza ambas manos, retrocediendo.

“¿De verdad lo crees?”, abro la boca sorprendida e indignada de que se le hubiera cruzado por la cabeza que yo sería capaz de una cosa semejante.

“¡Casi matas a tu esposo, Ava querida! ¿Cómo crees que se verá ante los medios que tú no estés herida? Tenías que tener más heridas tú que él y lo entiendo, querías vengarte, pero si lo del video de Kim y él ya me pareció fuerte, este incidente fue demasiado lejos”, dice en voz alta

No encuentro palabras para describir la mi%rda que estoy sintiendo en estos momentos, mucho menos cuando veo que la puerta se abre, dejando ver a Adam con la mitad de su rostro prácticamente desfigurado de la inflamación, observándome con desprecio mientras respira agitado sosteniéndose del marco de la puerta.

“¿Qué está diciendo? Ava, ¿Tú hiciste esto? No puede ser”, pregunta sorprendido.

“¿Lo hiciste?”, pregunta de nuevo, ingresando en la habitación.

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