Esposo infiel -
Capítulo 42
Capítulo 42:
Ava lentamente se termina la tercera copa de vino desde que llegamos, y finalmente se voltea a ver a Kim, a quien tira al suelo de una bofetada sonora, tan fuerte que incluso creo que los vecinos la oyeron.
“Lo que gastó no es más que una limosna para mí. Pobre niña tonta, conformándose con un bolso y dinero, entregando el cuerpo a alguien que jamás puso nada a tu nombre. ¿Todavía no ves la diferencia entre nosotras? Tú necesitas a Adam para sobrevivir, yo puedo pegarle una patada en el trasero y ser incluso mucho más rica que él”, le dice, resonando los tacones cuando se acerca demasiado.
“¿Por eso me cambiaste? Tan poco, tan barato, tan… de tu nivel, supongo”, levanta la mirada entonces, enfrentándome.
Trago grueso. Antes de poder decir algo, Kim se pone de pie y en un movimiento, abofetea a mi esposa, volteando su rostro. Es cosa de un segundo, y espero la reacción de Ava, pero no son golpes, sino que la toma del cabello y la obliga a caminar hasta la puerta, donde la tira al pasillo.
“A ver qué mi%rda te pones, cariño, porque según la ley, todo lo que es dentro me pertenece. Maldita barata”, dice ofuscada.
Cierra la puerta de un portazo, enfrentándose a mí. Solo aquí puedo ver el odio y la decepción que carga en su mirada, como si no pudiera reconocerme, como si… fuera la peor mi%rda de este mundo.
Camina hasta el sofá donde estaba antes, tomando asiento de nuevo, sirviendo otra copa de vino.
“¿Este es el momento en que me pides el divorcio?”, pregunto.
Niega ton su cabeza, tomando su copa.
“¿Divorcio?”, dice, con una ceja en alto
“Cariño, el divorcio sería un camino demasiado fácil para ti”, responde.
“¿Entonces?”, pregunto.
“¿Recuerdas lo que me dijiste hace poco? Lo de destruirte con tu permiso. Te quedarás conmigo, Adam, y te aseguro que, en poco tiempo, vas a preferir arder en el infierno donde me suplicarás porque te deje en paz, porque esto, fue solo el principio del tormento que te espera a mi lado, amorcito”, asiente.
POV Ava.
Tal y como predije, mi mundo entero se está poniendo de cabezas ahora que la infidelidad salió a la luz. Todo, fuera de esta casa, está ardiendo en llamas en busca de un culpable, y sonrío, porque esto sí lo vi venir.
Subo las escaleras al piso donde está la habitación que comparto con Adam. Anoche cuando llegó, no dijo nada, solo se recostó a mi lado durmiendo casi al instante.
Las palabras de Kim siguen corriendo por mi mente como una especie de película rota donde escuchas una y otra vez lo mismo.
Y lo peor de todo es que no dijo mentiras porque él sí desviaba mis llamadas cuando estaba con ella, sí se gastó el dinero que hicimos juntos y sí me obsequió un departamento para poder c%gerla cuando le diera la gana. No hubo mentira en eso, pero sí demasiada ira como para decir las cosas con calma.
Perdí los estribos anoche. Quería arrancarle los ojos con mis propias manos, pero me contuve y solo la saqué del departamento, y a Adam le dejé pasar demasiadas cosas, aunque ahora no podemos seguir haciendo de cuentas que nada pasó, porque el mundo necesita un culpable y claramente, no seré yo.
Abro las puertas del dormitorio, haciéndolo saltar. Se voltea a buscarme, adormilado, y me cruzo de brazos.
“Despierta, tenemos que hablar. Te espero cinco minutos”, digo, en un tono serio
Antes de que pueda hacer algo o de que yo pueda ver su p$ne er%cto, algo que veo todo el tiempo, abandono el cuarto.
Cuando llego al despacho, tomo mi móvil en lo que lo espero, y prácticamente tengo todo lleno. Casillas de mensajería, emails sin leer, llamadas perdidas e incluso notificaciones en mis cosas a la vez que no soy capaz de leer,
Sé que causé un revuelo. Mi propia madre no está feliz por la forma en que expuse a Kim desnuda, pero ella cogió con mi esposo en un espacio donde había cámaras y lo sabían, por lo tanto, los de seguridad también la conocen desnuda y eso no la privó de saludarlos todos los días al entrar.
Mi madre me acusa de violar la privacidad, cosa que es un delito, pero yo no hice nada. De hecho, lo del video, fue solo una transmisión especial codificada que es difícil de rastrear y hasta ahora, por lo que veo, los medios culpan a Kim por hacer público su romance, esperando a que Adam me abandonara, lo que me hace sonreír.
Kim está siendo arruinada, pero la imagen de Adam está por los suelos. Ya no estamos en tiempos pasados donde al final crucificaban a la chica. Aquí, el más odiado, es él.
Y tienen toda la razón del mundo.
Estoy leyendo un poco de las notificaciones que me llegaron, cuando escucho los pasos. La casa está completamente vacía, les di descanso a todos los empleados, incluido el jardinero, para poder tener el espacio para una charla sincera, de una vez por todas.
Al poco tiempo, Adam aparece frente a mí, luciendo como la mi%rda, con el mismo traje de anoche y una expresión seria en sus ojos.
“¿Para qué me necesitas?”, pregunta en un susurro.
“Siéntate. Quiero mostrarte algo”, ordeno.
Enciendo la televisión, colocando el canal donde están hablando de lo que pasó. Una entrevistadora está narrando lo que fue nuestra historia, y en el titular se puede leer mi nombre ligado a la palabra infidelidad.
Jamás pensé que llegaría a esto, que todo el país estaría intentando averiguar qué fue lo que pasó con Adam para terminar con una amante, pero por ahora es claro que el villano de la historia es él. Solo él.
“Bien, ya tuve suficiente ¿Qué quieres, Ava? ¿Quieres verme llorar? Porque eso no va a pasar”, suelta un pesado suspiro, acariciando el puente de su nariz.
Apago la tele.
“No quiero lágrimas”, me encojo de hombros.
“¿Entonces?”, dice.
Le tiendo un libreto, el cual toma con una clara incertidumbre en su rostro. Al poco tiempo de leer, clava su mirada en mí.
“¿Qué es esto?”, pregunto.
“Es lo que dirás en la conferencia de prensa de mañana por la mañana, en la empresa”, explico.
“Carajo, ¿En serio quieres que haga esto? Es demasiado para cualquiera, Ava”, sacude la cabeza.
“Dijiste que me dejarías hacerte daño ¿Te echas para atrás?”, aclaro con furia.
“Me echo para atrás porque quieres humillarme, no perdonarme”, arroja el libreto.
“¿Perdonar? Yo jamás dije algo como eso ¿Por qué perdonaría a alguien que me usó tres años? No tiene sentido”, suelto, poniéndome de pie.
Bufa, algo cansado. Se nota en sus ojos que quiere que esto termine, pero es tan iluso si cree que algo como eso va a suceder. Mi plan apenas está en marcha, solo quiero eso, vengarme, y esto es apenas el comienzo.
“¿Qué planeas hacer con esto, Ava? El mundo entero habla de mí, de mis asuntos privados, de Kim, de ti incluso”, dice.
Me encojo de hombros
“Has destruido mi carrera, espero que lo sepas”, espeta.
“Yo no destruí nada, esto te lo hiciste solo. Yo ni siquiera hice el video así que…”, ruedo los ojos.
“Ay, por favor, no intentes verme la cara”.
“Tú me viste la mía durante tres p%tos años ¿Quieres que termine esto? Espera sentado, porque tengo mucho por delante. Lo primero que hice fue deshacerme de esa pequeña z%rrita tuya”, gruño, golpeando la mesa
“¿Qué?”, me mira con el ceño fruncido, sin comprender lo que digo.
“Kim no tiene dónde dormir. No sé dónde fue, pero esta mañana envíe a la policía a desalojarla Tiraron todas sus porquerías a la basura, la echaron como a un perro, pero… no levantaré cargos porque todavía tiene que presentarse a trabajar”, sonrío.
“¿Tienes idea de loque has hecho?”, abre la boca sorprendido.
Se siente agobiado, eso es seguro, pero no me interesa. Son varios golpes, de diferentes partes e incluso de diferente fuerza, y eso que es solo el comienzo.
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