Esposo infiel -
Capítulo 110
Capítulo 110:
POV Adam.
Estaré en todos lados, Adam… en tu infidelidad, en tu divorcio, en tu separación, en tu trauma, en tus p%tas pesadillas. Quizás no te tengo para siempre, pero tampoco tendrás un felices por siempre mientras yo esté con vida.
Su risa idiota me deja perdido, perplejo, lleno de dudas y preguntas que, para este momento, no valen la pena buscar respuestas.
Un golpe desde dentro me obliga a retorcerme. La herida brota tanta sangre que se escurre por entre medio de mis dedos mientras intento hacer presión sin tener éxito porque a este punto, ya ni siquiera tengo fuerzas.
Mi cuerpo cae a un costado, soy incapaz de manejar la fuerza con la que caigo porque todo en mí se está dando por vencido. No tengo fuerzas para absolutamente nada, ni siquiera para ponerme de pie.
“Ya pedí ayuda, están… ¿Adam? ¡Adam!”, el grito de Ava se siente casi lejano.
A este punto siento que estoy en las nubes, en unas esponjosas nubes que solo me piden que me deje llevar.
Su rostro aparece frente a mi entonces. Luce consternada, casi alterada, incluso puedo ver sus facciones a través de las heridas que la tienen al borde de la desfiguración. Sigue siendo hermosa para mí.
“Tienes que aguantar ¿De acuerdo? La policía estará aquí en poco tiempo. Tienes que aguantar. Estarás bien, solo tienes que aguantar un poco más”, la desesperación en su voz es evidente y el nerviosismo también, ya que incluso cuando hace presión en la herida, siento el temblor de sus manos.
“Necesito dormir. Tengo sueño”, suelto un suspiro pesado.
“No, no puedes dormir. Estás perdiendo sangre, cariño, no es sueño”, me dice.
“Ava… no puedo”, parpadeo, cansado.
Veo que sus ojos hermosos se cristalizan. Las lágrimas limpian un poco su rostro dejando un rastro en su camino por sus mejillas. Está desesperada, puedo sentir su temor y la incertidumbre rodearla, a ambos, pero es imposible de frenar.
A este punto, estoy tan herido y tan cansado que lo único que quiero es cerrar los ojos y dejar que pase lo que tenga que pasar.
Kim sigue soltando verdades que no quiero escuchar, Ava tampoco, solo se enfoca en mí, haciendo presión en la herida.
“No te atrevas a morir, Adam Byrne… por favor, no mueras, por favor… por favor, Adam…”, suplica Ava.
Sus palabras comienzan a sonar lejanas. Mis párpados van cayendo de a poco hasta que ya no puedo levantarlos y aunque siento su mano sobre mi piel, intentando contener la sangre que brota desde la gran tajada, me concentro más en oír su voz. Aunque sea una última vez.
“¡No te atrevas a morir, Adam! Por favor… por mi… vive por mí, te lo suplico”, dice ella.
Y en mi inconsciente sonrío, porque la escuché. Fuerte y claro.
POV Ava.
Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas.
Por todas las cosas que Kim no dejaba de decir, me vi en la obligación de encintarle la boca porque ciertamente, me hizo pasar un calvario y no hay forma alguna de que pueda contenerme si escucho una palabra más que salga de su boca.
Ahora está tendida en el suelo, a solo pasos de distancia mientras yo mantengo la herida de Adam bajo presión. La sangre no ha dejado de brotar, ahora mismo pienso que no va a ser capaz de salir adelante por todas las heridas que tiene, pero me mantengo positiva.
Tiene que poder. Es lo único que me digo, porque es lo único que quiero.
No sé cuánto tiempo pasa, solo sé que mi propio cuerpo comienza a sentir el cansancio. Estas horas fueron un p%to calvario. Tener que revivir en mi mente los momentos previos, como el asesinato de Nick y la pelea entre Adam y Kim, solo para no olvidar absolutamente nada cuando la policía llegue, se está volviendo algo incontrolable, sin decir que es insoportable.
Tengo que concentrarme en mantener la herida con presión para evitar que salga demasiada sangre.
Ahora mismo, por más que esté a punto de desfallecer del cansancio, me mantengo fuerte, cuando comienzo a sentir ruido que, a los pocos segundos, se vuelven más y más cercanos. La emoción que me recorre es tanta, que las lágrimas salen por mis mejillas.
Quizás no fui tan fuerte como hubiera querido o como quisiera haber actuado, pero la verdad es que ambos sobrevivimos y el sentir las sirenas resonando cada vez más cerca, me dejan saber que el que ambos continuemos con vida es algo impresionante dada la forma y la red que se tejió detrás de nosotros.
“Regresemos a casa, cariño”, le digo a Adam, por más inconsciente que esté.
Emocionada espero a que la policía llegue al barco. Intento prestar atención, los sonidos no son tan claros como para adivinar, aunque sea dónde están, sin embargo, cuando gritan mi nombre, una risa nerviosa me abandona.
“¡Estamos aquí, por favor, traigan ayuda!”, grito con fuerzas. Repito lo mismo una y otra vez.
Los pasos se sienten cada vez más cercas, hasta que por fin veo a un grupo especializado, con armas en mano, ingresando a la habitación donde van a checar el cuerpo de Nick primero, luego a Kim, para recién asegurar la entrada de los paramédicos.
Solo cuando veo que ingresan dos personas con trajes médicos quienes me piden que me aleje, soy capaz de dejar a Adam junto a su herida.
Caigo hacia atrás, estoy tan agotada que mi cuerpo se está dando por vencido, pero no digo nada, esperando a que lo atiendan. Las manos las tengo tan resbalosas por la sangre de mi esposo que me ha dejado por completo manchada, que sin importar dónde las deje, su sangre me llega.
Veo que le rompen la ropa, descubren la herida la cual llenan de gasas y vendan de inmediato, antes de pedir que ingresen la camilla para que puedan sacarlo del lugar.
Gritan incluso que es una situación de vida o muerte, y el estrés que me provoca pensar que Adam podría morir por estos dos imbéciles, me tiene tan al límite, que caigo sobre la madera dejando que mi cabeza retumbe varias veces, captando la atención de la otra paramédico.
Me mira a la cara, me toma el rostro con ambas manos preguntándome algo, pues su boca se mueve, pero el sonido de las palabras no llega a mis oídos.
Luego veo una luz que va y viene, como una pequeña linternita, y solo entonces me dejo llevar, a sabiendas de que Adam está en buenas manos y yo también.
Es como si mi cuerpo hubiera perdido la batalla, pero mi mente no, a pesar de que estoy con los ojos cerrados. Puedo sentir absolutamente todo lo que me hacen.
La camilla donde me suben, el traslado no sé hacia dónde, el movimiento durante varias horas. Es como si mi mente no se hubiera dormido para nada, porque, a decir verdad, estoy tan atenta a todo lo que me está pasando, que ruego por desconectarme.
Necesito tener ese descanso profundo y solo lo logro, cuando siento que me inyectan algo, lo que me pone a dormir por completo, cosa que agradezco en mi paso a la inconsciencia absoluta.
Un sonido constante es lo único que escucho. Como un pitido. Quiero que se detenga, dejar de escucharlo para seguir descansando, pero es tanta la molestia que siento que acabo abriendo los ojos de repente.
Una fuerte luz blanca sobre mis ojos me lleva a parpadear lentamente para poder acostumbrarme a la luz. Por lo que veo, estoy en una habitación de hospital. Volteo, con la esperanza de ver a Adam en la cama de al lado, pero solo veo una cama vacía.
La decepción me golpea mientras que la desesperación me acelera el corazón. Tengo una máquina conectada a mi cuerpo, pues cuando me altero, las pulsaciones se suben acelerando el ritmo de la misma, volviendo mi palpitar algo irregular.
Es demasiado para procesar. Ahora mismo estoy segura, lo entiendo, no es como si hubiera perdido la memoria o algo similar, pero a pesar de sentirme en un ambiente controlado, tengo tanta necesidad de saber qué demonios pasó, que mi corazón lo resiente.
El dolor que siento no es normal. Creo que estoy teniendo un ataque de ansiedad porque pienso en tantas cosas al mismo tiempo que es incapaz de llevar el ritmo, incluso para mí.
Me digo a mí misma que tengo que calmarme si quiero obtener respuestas. Casi lo tengo controlado cuando siento que la puerta se abre, enseñando a una enfermera, con un traje blanco, venir hacia mi cama para controlar la máquina.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar