Esposo arrepentido
Capítulo 27

Capítulo 27:

“Sé que no insististe tanto en esta reunión para ponernos al día ¿Cierto? Porque te recuerdo que fuiste tú quien quiso mantener cero contacto conmigo y lo acepté. Cuando me lo pediste, lo acepté, así que por favor, dime a qué vinimos, porque no puedo jugar a esto de ser viejos amigos toda la noche”

La madurez en su voz y el control que tiene de su temperamento, me deja saber en escasos segundos que, de hecho, sí ha cambiado porque al menos ahora no habla con esa prepotencia que tanto lo ha caracterizado siempre, o al menos cuando estaba conmigo.

“Tienes razón»

Imito su movimiento dejando el vaso sobre la mesa.

“No te llamé para que hablásemos como viejos amigos, lo hice porque tengo algo importante que decirte, pero primero necesito que me prometas algo”

Frunce el ceño, observándome.

“¿Qué quieres ahora?»

“Es solo una simple promesa”

Suelta un suspiro.

“No puedo prometer nada porque no tengo idea de lo que vas a decir o pedir”

Aprieto los labios.

No era así como quería iniciar esta conversación, pidiendo cosas a cambio, pero necesito saber, necesito tener la tranquilidad de que no tomará represalias en mi contra por esto, porque de otra manera, terminaré hundida en mi propia m!erda y no es lo que quiero.

No es lo que mi hija necesita.

“Adam…”

Rueda los ojos.

“No puedo hacer tal cosa», responde.

“Pero dime al menos qué es lo que quieres pedirme y lo pensaré”

“Quiero que no tomes represalias en mi contra”

Analiza mi mirada, como siempre lo ha hecho, enfocándose en mis ojos, profundamente, como queriendo sacar la verdad de mí sin tener que oír ni una sola palabra.

“¿Por qué habría de hacerlo?»

Ladea la cabeza.

“¿Tan grave fue lo que hiciste que tienes que asegurarte de que no me vengaré de ti?»

Trago grueso.

“No se trata de venganza, es solo que…”

“¿Tienes miedo que actúe como tú y quiera vengarme? Porque no lo haré, sea lo que sea que quieras o digas, no me vengaré de ti”

Inhalo profundo.

No es una promesa ni un juramento, pero es algo y solo eso necesito en estos momentos. A esa pequeña pizca de esperanza es a lo que me estoy aferrando y solo espero que me funcione.

Quiero que eso sea suficiente para ambos.

“Después de Kim, te dije que siempre te hablaría con la verdad», comenta, jugando con el vaso.

“Jamás te pedí nada a cambio de eso, pero ahora quiero que al menos por hoy, tomes ese ejemplo, diciendo la verdad en estas cuatro paredes porque vine para escucharte, así que habla”

De repente se me cristalizan los ojos y no sé cómo demonios reaccionar a esto.

Está aquí, después de cuatro largos años está frente a mí, esperando a que diga todas las cosas que no pude decir antes y la verdad es que siento pánico.

No quiero comenzar a hiperventilar, no quiero tener que decir todo de golpe porque se supone que esto lo ensayé porque lo hice.

Durante años enteros ensayé en mi mente este momento, y jamás comenzó de esta forma, con él tan calmado y sereno esperando a que yo diga lo que tengo que decir sin interrupciones.

“Yo… no sé cómo comenzar, lo juro», susurro.

“Lo estoy intentando, eso es cierto, pero yo…”

“Te esperaré entonces. Cuando estés lista, di lo que quieras que escucharé”

Sacudo la cabeza.

“No sé si en algún momento voy a estar lista así que lo haré, lo diré todo y tú vas a escucharme ¿De acuerdo? Porque no sé si podré continuar una vez que me detenga”

Él respira profundo.

Para mí no pasa desapercibido que se tome de los posabrazos con fuerzas cuando asiente, pero lo hace, y yo sé que esta es la única oportunidad que tendré, y el único momento de valentía al que me aferraré.

Entonces lo hago, abro la boca, dejando que salga lo primero que llega.

POV Adam:

“Yo también te oculté cosas, Adam. Llevo cuatro años ocultándote cosas y ahora voy a decirte todo”

Trago grueso cuando la escucho.

La gran bola de emociones que tengo en el centro de la garganta es lo suficientemente grande como para mantenerme callado y sereno.

Le está costando demasiado decir la verdad y aunque yo ya la sé, hace días de hecho, le estoy dando el espacio para ver si es capaz de decirme todo, así como dijo que pretende hacerlo, pero ahora no ha dado más que vueltas y vueltas.

Tengo ganas de gritarle que lo sé todo, aunque me guardo eso porque necesito escucharlo de su boca.

Al menos después de tanto tiempo.

“La última vez que nos vimos aquí, te dije que necesitaba irme porque no tenía una razón por la que luchar en este lugar ¿Lo recuerdas?», dice, mirándome con sus ojos llenos de sentimientos.

“Te dije que no podía quedarme”

Asiento, sintiendo esa herida todavía abierta.

“Era cierto. No tenía motivos para luchar por un matrimonio al que no respetaste, para luchar por ti que tanto me fallaste…”

“Ava, ¿Vas a echármelo en cara de nuevo? ¿Después de tanto tiempo?»

Niega con la cabeza.

“No, solo quiero que entiendas el contexto porque es importante», dice seria.

“Cuando me vine de Londres, intenté de golpe hacer una nueva vida. Tenía un nuevo trabajo, en una nueva ciudad, con un nuevo departamento. incluso. Bien sabes que fue mi primera vez viviendo sola así que no fue una buena decisión dado mi estatus mental en el momento”

Se ríe de sí misma, con una clara tristeza.

“Pero bueno, supongo que así…”

“¿Por qué necesitabas mejorar de golpe?»

Interrogo, dejándola en silencio.

“Dijiste que necesitabas hacerlo de golpe. ¿Qué era tan urgente?»

Ella traga grueso, lo puedo ver.

“Llegó alguien a mi vida que me hizo dejar de pensar en mí, en mis problemas y en todo que no sea ella, básicamente”

“¿Ella?»

El nudo que tengo en la garganta se hace cada vez más grande ahora que tengo la verdad en la punta de la lengua. Y creo que ella igual, pues dos gotas de agua salen de sus ojos, directo a sus mejillas, mientras me observa con demasiada tristeza.

“Mi hija», dice en un susurro.

“Tu hija, Adam”

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