Entre dos CEO’s -
Capítulo 59
Capítulo 59:
Cuando está de regreso se encuentra con John frente a las cunas.
“¿Es seguro que salgas y dejes a los niños solos? Aún está muy pequeños”.
“Solo fui por un libro para mí, ya que no puedo dormir, y como puedes ver, están muy dormidos y las cunas están bien protegidas”.
“¡Bien! Si no te molesta, deseo dormir con mis hijos. No sé qué tan bien lo haré, ya que soy inexperto en estas cosas. Pero el plan de venir hasta aquí y salir de mi confort, es porque deseo dormir con ellos y aprender a ser un papá”.
“Ellos se despiertan a la medianoche buscando alimento ¿crees que no te molestarán con su llanto? ¡Es algo incómodo!”
“Solo me llevo los biberones. Lo alimento como me enseñaste, los líbero de los gases como también ya me enseñaste y disfruto de su calentito. Es lo que deseo, deseo sentir calidez y amor, estoy seguro que nadie mejor que mis hijos para proveerlo”.
“¡Pues vamos a pasarlo a tu cama para que puedas descansar!”
“¿Al moverlo no se despertarán?”
Cuestiona un poco nervioso. Ella lo ayuda y los lleva a su espaciosa cama. Ella quedo impactada con esa cama ¡Sí que era gigante! Amanda al entrar a esa finca no conocía las demás habitaciones, solo había entrado a aquella habitación donde dormía junto a Jhon.
“Ya lo hemos traído y no se han despertado, esta etapa ya mismo pasará debido a que van a crecer. Me encanta que desees y disfrute aprender en esta etapa de los niños. Ahora me voy para que pueda disfrutar de su calentito y de su compañía ¡Buenas noches!”
“¿Y si te quedas con nosotros?”
Ella lo mira asombrada
“Lo harás en el lado izquierdo de la cama, los niños quedarán al centro. Te lo pido solo porqué me da miedo, ya que es mi primera vez ¿Me enseñas?”
Amanda mira hacia la cama y como ves que es tan espaciosa, no ve problema, aparte de la tentación de sentir aunque sea su respiración durante la noche, con eso ya era feliz.
“Voy por los biberones y cosas que se puedan necesitar en la madrugada”.
“¡Perfecto aquí te espero!”
John sigue arreglando la habitación trata de que todo esté perfecto y cálido para que los niños estén bien.
Amanda se tarda solo un poquito y lo encuentra con los ojos cerrados. Él no estaba dormido, pero ya se sentía algo cansado por el estrés del día. Entonces ella llega y suavecito se acomoda en su lado de la cama, pero no usa la sábana y queda al descubierto, para mostrar su pequeña pijama, buscando la atención de John.
Solo que ya él se había dormido, así que ella se rindió ante el cansancio y también durmió unas horas después, los llantos de los bebés la despertaron. Jhon tenía a la niña alimentándola y el niño lloraba.
“¡Ya mismo te ayudo!”
Ella toma al niño y lo alimenta. Ellos no durmieron, se quedaron despiertos a medianoche, él aprovecha y disfrutaba de sus hijos, Jugaba con ellos. Aprendieron a reírse y esto le daba vida ´sentía infinito amor`. No pasó mucho rato y volvieron a dormir. Amanda se quedó tirada en la
“¡Gracias por acompañarme! De verdad no sabía cómo podía salir de esta situación, si no tuvieras aquí”.
“Desde que nacieron es la situación que yo vivo cada noche, es solo cuestión de tener un poquito de paciencia y amor”.
“¿Y puedes tú sola con los dos? Por esa parte me hubiese gustado estar solo para saber qué hacer y como reaccionarias, estoy seguro que enloquecería”.
“Pues con mi antebrazo coloco el biberón y lo alimento a los dos, tratando de tener un balance donde se puedan lastimar y se sientan cómodos”.
Él se queda mirándola, ella también lo mira a él, el deseo era demasiado fuerte, ambos se resistían pero no podían más.
“Bueno me voy a dormir ¡Buenas noches!”
“¿Te puedo pedir algo, algo pequeñito? Y disculpa tantas molestias, todo esto es nuevo para mí”.
“Ya estamos despiertos ¿Qué necesita, un té, leche caliente? No estaría mal, el clima está un poco fresco”.
“En todo el día he sentido la necesidad de un abrazo ¿Me puedes dar un abrazo por favor?”
Era esa carita tierna que enfurecía Amanda, pero también le da ternura. Ella no sabe cómo responderle y solo da un paso adelante y lo abraza sintiendo su aroma y calidez.
“¡Gracias por tu compañía, y gracias por mis hijos! Es el regalo más bello que me ha dado la vida”.
Ella estaba en sus brazos sintiendo sus músculos, sintiendo su fuerte pecho que tanto le encanta, y no pudo, no pudo resistir más. Con su mano lo sostuvo por el cuello y lo llevó a la pared, donde salvajemente entró su lengua dentro de la boca.
Él estaba sorprendido por este gesto por parte de ella, eso le había despertado su instinto, pero también su asombro y ya no deseaba hablar. Él le respondió y también la besó ferozmente unidos en un abrazo largo y esperado.
“No sabes cómo te ha extrañaba, extrañé el aroma tan delicioso que tiene en tu piel”.
“¡Poséeme… hazme el amor como solo tú puedes hacerlo! Recuerda porque estás en mi corazón y no puede salir de allí”.
Él hace caso a sus palabras y se enlazan en un beso, donde pronto la ropa empieza a estar en todos lados menos en sus cuerpos, la tención era demasiada alta, los g$midos de Amanda hacían que los niños se movieran y esto los desenfocaba un poco.
“¿Los niños no se despiertan?”
Pregunta Jhon un poco inquieto al ver cómo se mueven en la cama.
“¡Vamos a la otra habitación!”
“¿Cómo lo dejaremos solo? Creo que no sería buena idea, mejor no hacemos ruido”.
Amanda se acerca al bolso de los niños y saca una pequeña cámara la coloca y se lleva la pantalla, para saber cuándo los niños se muevan o estén llorando. A Jhon le encantó todo esto, así que abre la puerta para salir y se vuelven a enlazar en un beso.
Amanda no le importó caminar por allí desnuda, aunque sabían que no estaban solos, lo único que quería era sentir una p$netración fuerte. Ella quería que él le demostrara todo lo que sus ojos le gritaban desde que se reunieron.
“¡Esta noche quiero que me recuerde quién es que manda en esta relación!”
“Entre nosotros, tú quien manda. ¡Eres mi jefa y mi dueña!”
“¡Es un placer devolverme a la vida en tus brazos!”
De solo escucharla se volvió loco, ni siquiera él sabía la mucha falta que le hacia esa mujer, así que después de besarla y disfrutar de sus g$midos la p$netra. Solo con estár dentro de ella, toca el cielo. Se sentía tan bien, extrañaba tanto aquel espacio solo hecho por él y para él.
No fue mucho lo que pudo soportar para con un gran grito entregarle todo lo que tenía para él, en la manera como g$mía durante el orgasmo desbordó el placer en John y también descargó dentro de ella.
Él no estaba exhausto y en sus planes no estaba detenerse, si hacían pausa solo era para ver aquella pantalla y asegurarse que los niños estén aún dormidos. Los besos no terminan, era como si deseaban recuperar todo el tiempo que no estuvieron juntos en tan solo un beso.
“¡Estoy vivo! En este día volví a vivir tras un año muerto”.
“¿Por qué no fuiste por mí? Esto es lo que más me enojó, que no fuiste a buscarme. ¿Eso quiere decir que nunca creíste en mi hasta viste a los gemelos?”
“¡Sí fue por ti, claro que fui por ti! Esa noche fui a buscarte y estabas allí saliendo con Carlos. Él tenía su mano sobre tu estómago y no lo soporte regresé esa misma noche bastante enojado. También te llamaba, nunca te hablé, pero estuve deseando escuchar tu voz cada día desde que te fuiste”.
Amanda no lo deja terminar, vuelve y lo besa y cuando se sienta sobre su pierna para volver a iniciar, escuchan a la niña llorar, así que rápido tienen que regresar a la habitación.
“Vida de padres”
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