Entre dos CEO’s
Capítulo 58

Capítulo 58:

Charo y Abraham pasaron la tarde conociendo aquel lugar y caminando juntos. Ella estaba muy feliz, se sentía bien en compañía de él, igual él se sentía bien en su compañía. Comieron helados y jugaron como niños, una sonrisa no salía del rostro de Charo, así disfrutó de la compañía de su amigo y aquella agradable visita. Ya terminando la tarde se preocupan, por el niño solo en la casa, y se regresaron.

“Gracias por esta tarde tan hermosa Abraham, tenía mucho tiempo que no reía como el día de hoy y esto te lo debo a ti”.

“Gracias a ti por la confianza, si deseas, mañana podemos cenar juntos aquí en casa para que nos deje a tu hijo solo”.

“¡Perfecto! Me encantaría que probaras mi comida. ¡Cocinare especialmente para ti!”

“Pues mañana nos encontramos”.

Él se acerca y roba un beso de los labios de Charo. Cosa que la exaltó momento él solo se aleja con una sonrisa pícara, ella se sonroja y baja del vehículo.

“¡Muchas gracias por todo!”

Fueron sus palabras mientras muy rápido entró a la casa avergonzada por aquel beso.

“Estela, me habías dicho que me cambiarían a secretaría de presidencia, pero la mamá de los niños de Jhon, me acaba de decir que me quedaré en recepción. ¿A quién debería creerle?”

Carla en recursos humanos a quejarse, después de las palabras que había escuchado de Amanda.

Solo que quien le responde es Yuli que iba caminando por esos pasillos junto a Rober en ese momento.

“Si la señora dijo que te quedarías en recepción no es Estela quien tiene la última palabra”.

Da vuelta un poco asustada ya que no sabía que la estaban escuchando.

“Solo estaba preguntando ya que el día lunes cambiaría de escritorio”.

“No entiendo ¿Quién se marchó con Jhon al paseo? Pensé que sería tú”.

Pregunta Robert algo perdido.

“Ella me respondió el teléfono desde la mañana temprano, y dijo que no debía de ir, ya que ella sería quien iría con su familia a pasar el fin de semana. Luego nos volvemos a encontrar cuando fui a confirmar con el señor Ferrari, y entonces fue cuando me dijo que no me cambiaría de recepción”.

Una sonrisa de picardía salto a sus labios, desde que escuchó esas palabras, supo que Amanda había demostrado celo y solo trató de ponerla en su lugar, imaginó que fue muy satisfactorio para ella.

“Todo esto se solucionará al regreso del señor Ferrari. Debes quedarte en recepción hasta nueva orden pero no creo que si Amanda dijo esas palabra haya algún cambio”

“¡Pero ni siquiera trabaja aquí! No sé por qué tiene tanta potestad”, dice ella algo enojada.

Robert mira a Yuli quién está a punto de responderle, pero él se adelanta y es quién pone a esa mujer en su lugar.

“Te diré algo señorita Carla ¿Así es tu nombre?”

Ella asiente.

“La Señora Castro, madre de los hijos del Señor Ferrari. Es quien manda en él, o sea, es la dueña del jefe y así es su palabra de fuerte”.

“¿Me acaba de decir que la de él? Solo pido disculpa ya este lugar desde mi llegada…”

“Mira señorita Carla, debes mantenerte bastante tranquilita en tu espacio y lugar de trabajo, si no quieres desaparecer. Aquí hay muchas personas que merecen respeto, desde un conserje hasta el presidente de esta empresa y solo de escuchar tus palabras, no me agrada tu forma y actitud”

“Pido una disculpa señorita, simplemente sentí un poco de frustración ya que pensaba que cambiaría mi situación y mi puesto actual”.

“Pues todo merecemos cambiar de puesto, por ejemplo yo llegué aquí como secretaria y estoy en vicepresidencial y administración pero eso se llama, buen trabajo, honestidad y sobre todo, algo que veo que no tienes ´respeto`”

Esas fueron las palabras de Yuli antes de marcharse caminando algo exaltada, no le gustó como sonaba aquella chica.

Ambos se dirigieron a la oficina de Robert y se despidieron con un beso para luego iniciar el día.

“Amanda es algo predeterminada”

Dice Robert mientras levanta una ceja algo confundido.

“Por el rostro de aquella señorita y las palabras que dijo que salieron de la boca de mi amiga, todos los resultados de esa ecuación es igual a celos”.

“No imagino el rostro de mi amigo en ese momento, verla celosa y marcando territorio”

Ambos rieron y se dirigen a sus lugares de trabajo. Cuando Yuli iba caminando escuchó a Carla mantener una conversación, así que decidió prestar atención.

“Entonces ella solo viene de secretaria y ahora hasta tiene un hijo con el jefe. Justo ahora, tuvo que volver a aparecer, este iba a ser mi momento a solas con el jefe ¡Maldita sea mi suerte!”

“Debes tener mucho cuido con lo que dices y cómo actúas en este lugar Carla. Eres muy nueva e irrespetuosa, te diré algo del Señor Ferrari. Él no es alguien amistoso, yo tengo 16 años de trabajar con él y la única persona con quien ha sido flexible es con la administradora, con su novio que es el vicepresidente y con la mamá de sus hijos. Luego con todo el mundo él coloca un límite”.

“Pues a mí me vio y me eligió enseguida para cuidar de los niños. Y también me dijo estaríamos en un lugar apartado y solos, eso para mí es coqueteó”.

Estela se pone de pie mientras coloca sus ojos en blanco y sale por la puerta. Aquella chica era un poco testaruda y ella se rinde de escucharla.

Cuando sale de la oficina entra Yuli de inmediato

“¡Vemos una chica rebelde en recepción! ¿Qué podemos hacer contigo señorita Carla?”

Ella queda bastante sorprendida al encontrarse con Yuli ya que no se lo esperaba. Así que solo queda inmóvil sin decir una palabra, y la observa.

“No puedo seguir dándote oportunidades, luego que regrese mi jefe, tendré que hablar con él y ponerle algunas cosas claras sobre esta secretaria irrespetuosa”.

“¡Vuelvo y me disculpo!”

Son las únicas palabras que puede decir.

“¡No es suficiente!”

Se acerca Yuli con un nuevo carácter que no había presentado frente a aquella chica.

“Lo primordial que se debe de tener para trabajar en una empresa prestigiosa, es respeto y te veo muy arrogante para ser solo un pequeño granito de arena en la playa. Te estaré observando, pero estoy segura que tu estadía en este lugar será muy corta por la conducta errada que tienes. Una última cosa, a una mujer no se le valora por el tamaño de la minifalda, se valora por su inteligencia y destreza. ´Toma notas`”

Yuli dice esas palabras acompañado de una mirada bastante severa, y una vez termina le da la espalda y se marcha. Aquella chica le parecía bastante arrogante e insoportable, tenía decidido hablar con John a su regreso.

Si él no estaba interesado como ella pensaba, pues la sacaría y evitaría un gran problema, ya que las personas irrespetuosas, donde quiera que llegan hacen un caos y roban la tranquilidad de los espacios.

Ella pasa todo el día entre papeles, terminando el día de trabajo, pero lleva pendiente tratar de comunicarse con Amanda en la noche. No aguantaba el deseo del chisme de saber que la motivó a ir ella al paseo, después de haberse negado.

Amanda va de regresó a la ducha y permanece un largo rato en la bañera pensando que aquella agua fría le bajaría la temperatura que provocaba la cercanía de su hombre. Ella se sentía culpable y miserable ya que teniéndolo tan cerca, tenía que poner lejanía.

Termina su baño, se coloca frente al espejo y piensa para ella misma, si ya no se ve tan atractiva ante sus ojos. Luce una bata un poco atrevida para seguir provocando miradas y regresa a esperarlo.

Pasó un largo rato y él no llegó, así que ella revisa los niños, se asegura que están dormidos y sale a dar un paseo por los pasillos. Pasó por su habitación e intentó abrir la puerta pero tenía seguro. Así que se dirige a la cocina por un vaso de leche caliente, para poder dormir.

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