Entre dos CEO’s -
Capítulo 55
Capítulo 55:
“¡Buenos días Jhon! me quedé esperando tu llamada, tengo casi todo preparado, ya voy saliendo a su residencia”.
“´El señor Jhon` no te vas a necesitar, ya que la mamá de sus hijos irá a atender a los niños”
Responde Amanda con rostro sarcástico. Cosa que provoco gracia en él y sonríe.
“Disculpe solo que estuvimos hablando anoche y en la mañana temprano quedamos que íbamos a salir al mediodía”.
Ella sigue en contradicción.
“¡Pues se cambiaron los planes! ¡Ahh! Y cuando te dirías a John dirígete como señor, nunca me han gustado las informalidades”.
Ella hace silencio ya que no entendió nada. Amanda cierra la llamada, coloca que el teléfono al lado de Jhon y muestra rostro de enojo.
“¿Siempre eres tan amable y da confianza a las mujeres jóvenes y bonitas?”
“Todo fue muy deprisa, como te dije antes, esperé tu llamada. Como no obtuve respuesta, Carla fue la primera y más rápida elección”.
“¡Así que Carla! ¿Y quién es ella, una Babysitter? ¿Alguien con capacidad para cuidar dos niños mientras coquetea con el papá? Qué bueno que estoy aquí, no imagino lo que iba a suceder con mis hijos. No creo que preste atención total mientras sepa que te bañas desnudo en el arroyo.
Jhon la observa mientras estaciona el auto en el aeropuerto.
“Jamás pasaría a mis hijos a segundo plano. También se dedicarle tiempo a mis conquistas. Que ella sea una mujer elegante, no tiene ningún problema, por lo menos no conmigo, yo se respetar una dama y Carla es la nueva secretaria”.
Solo la voz de esa Carla enfurece bastante Amanda, ya que en sus palabras encontró alguna confianza que le produjo celos y de inmediato se puso a la defensiva.
“¡Ok señor respetuoso!”
“¡Bien Señorita Castro! Escuche que le dijiste a Carla que no tiene que presentarse, porque irías tú ¿Qué tan desierto es eso?”
“¡Como lo escuchaste! No estaré dispuesta a dejar a mi hijo con una señorita y su papá. Tengo miedo que lo descuiden”.
“Recuerda que en aquel lugar esta mi Tita y los niños no estarían descuidados, además Carla iba solo a cuidar a los niños”
“¡Quizás también quería cuidarte de ti!”
Amanda se mantuvo en el auto con el rostro rojo, se veía enojada. Jhon disfrutó de su rostro y todas sus expresiones ¡Amó verla celosa!
Ellos abordan el avión y Amanda iba muy seria, ni siquiera saludó a las personas de su alrededor, solo subió con su actitud bastante pesada mientras que Jhon iba con una sonrisa muy marcada y pronunciada. Ella se acomoda en el asiento que sabe que le pertenece a John pero a él todo le causa risa.
“¿Puedo amamantar a mis bebés en este lugar o espero a que lleguemos?”
“Desde este avión hasta sentado, todo le pertenece a esos bebés, así que no debes pedir permiso”.
“¡Bien muchas gracias Señor Ferrari!”
“¿Por qué tanta actitud? Se supone que vamos de paseo, debemos ir feliz”.
Ella no dice nada y solo amamanta a los niños, después de terminar le enseña a John cómo colocarlos para sacarle los gases. Cosa que es nuevo para él y lo está disfrutando bastante. Después que llegaron al aeropuerto Paúl lo recogió y se sorprendió bastante al ver que Amanda lo acompañaba, pero más le sorprendido la actitud que mostraba.
“¡Buen día Señora Castro! es un placer verle después de tiempo ¡Felicidades por los gemelos, son preciosos!”
“Siempre tan amable, es un placer para mí también verte. En lo que el Señor Ferrari recoge algunas cosas en su casa. Necesito que me lleve a la empresa de textil tengo que entregar unos bocetos a Sofía antes de partir”.
“¿Ira usted al pasado Señora Castro?”
Pregunta Paúl mientras mira al sonriente Jhon.
“¡Así es Pablo!”
Es lo único que ella responde y entra al vehículo.
Jhon no dice nada, pero esa sonrisa vale oro y es muy satisfactorio para Paúl, volver a verlo reír, ya que había pasado un gran tiempo sin que se viera tan simpático fue muy bueno. Él entrar al auto encuentra a Amanda un poco apretada por las sillas de los bebés en la parte de atrás.
“Disculpa Amanda, he instalado cargadores de bebé en todos los vehículos donde posible e moveremos con ellos, puede pasar aquí adelante conmigo, cabemos los dos, si así gustas estaremos mas cómodos”
“Solo junto un poquito los asientos y estoy cómoda”.
“¡Muchas gracias Señor Ferrari!”
Jhon no sabía por qué pero algo en las palabras y los gestos que ella hacía, le parecía graciosos. Él en su mente suponía que eras debido a los celos. Paúl maneja hasta la Mansión Ferrari y a su entrada encuentran a la señorita Carla que esperaba para confirmar lo que había escuchado por el teléfono, hace unas horas atrás.
Amanda se queda dentro del vehículo y espera a que Jhon se desmonte primero para estudiar la actitud de esa señorita hacia él.
“¡Buenos días, Jhon! Me quedé esperando tu llamada y no la recibí, por eso estoy aquí Jhon”
Inmediatamente cambia su rostro y se pone bastante severo por el atrevimiento de aquella chica, en ese momento pudo darse cuenta de lo que decía Amanda. A parte de celos tenía razón, él odiaba a las personas osadas y que toman demasiada confianza.
“Si mis recuerdos no están mal, tomaron la llamada y te habían dicho lo que sucedería en este día”.
“Como no me lo dijo usted, pues seguí lo que habíamos hablado la noche pasada, dijiste que íbamos a ir tú, los niños y yo”.
“Una cosa señorita Carla ´Soy el Señor Ferrari tu jefe` diríjase a mí con respeto, ¡No soy tú, soy usted! La madre de mis hijos y futura esposa, te dijo, que ya no ibas a viajar conmigo. Su palabra tiene la misma validez que las mías. Si te necesito me comunico, ahora te puedes marchar”.
Ella queda sorprendida ante las palabras de su jefe, aunque no habían hablado mucho, pensaba que él estaba interesado en ella y quería pasar un tiempo a solas. Jhon entra a la casa y Amanda en ese momento sale del auto y ve a Carla.
“¡Hola de nuevo! ¿Cuál es tu puesto en la empresa?”
“Soy la recepcionista y la señorita de recursos humanos, piensa colocarme de secretaría en presidencia”.
“¿Por qué toma tantas confianza? Que yo sepa Jhon es de actitud de acero y no permite que se acerquen tanto. ¿Tienen alguna relación?”
“¡No, para nada! Le pido una disculpa por mi atrevimiento, suelo ser un poco atrevida y veo que esto me puede costar mi puesto”.
Amanda la mira, una chica linda, joven y osada.
“Bien y el puesto de presidencia, ya está ocupado, deberás quedarte donde te encuentras en este momento”.
Ella solo la observa y luego asiente con la cabeza. Eso es lo puede hacer, ya que hace un momento atrás, Jhon le había dejado bastante claro quién es Amanda y como debe dirigirse a ella.
“Paúl, acabo de cambiar de opinión. Necesito que vayas a la empresa de textil y la entregué estos folletos y formularios más los bocetos a Sofía, ya he hablado con ella y sabe cómo iniciar”.
“El jefe entrará a una junta de algunas horas. ¿Deseas esperarlo? podemos ir y hacer la diligencia juntos”.
“Me quedaré aquí y lo esperaré hasta que termine. ¿Me puedes ayudar a desmontar a los niños para entrar a la casa?”
Cuando Paul iba a ayudar, John viene de regreso y toma a la niña en brazo, entonces Amanda toma el niño y entran juntos.
“Estoy esperando confirmar un contrato y nos vamos, he cancelado la reunión. Si gusta en lo que llegue el contrato puedes salir y hacer tus pendientes, nos marchamos a tu regreso”.
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