Entre dos CEO’s
Capítulo 47

Capítulo 47:

“Su amiga me contó que salió del país, ya no está más aquí, se fue”.

“¿Pero la empresa, su trabajo, las finanzas? Todo lo que estaba logrando en poco tiempo…”

Él se queda mirando a Robert ya que este lo observa.

“No me importa, no quiero saber de ella”.

Aunque él estaba aferrado a su error, la extrañaba. Cada día sin ella en su mundo, era una puñalada que se clava directamente en su corazón.

“Aquí tienes una llamada, fue lo único que te pude conseguir con Mónica. Tienes 10 minutos”.

Él toma la llamada.

“¿Qué desea el Señor Ferrari A que debo el honor de tu llamada?”.

“Te quiero hacer una sola pregunta”.

Escucho Señor Ferrari.

“¿Qué te inspiró a traicionarme y a querer salir de mi? ¿Soy un hombre tan aburrido?”

“Solo no eras lo que quería en ese momento. Yo quería poder y tenía deseo de hacer cosas que una mujer casada no podía. Hasta después de perderte me di cuenta de tu valor para mí”.

“¿Crees que sí te voy a visitar podemos…?”

“¿Qué trata de decir el Señor Ferrari? ¿Quieres regresar a los brazos de tu dueña, de tu ama y señora?”

“Solo quiero recordar porque dure tantos años en tu compañía y siendo tu esposo”.

“Yo te recibo amor, así recuerdas como solías hacerlo conmigo. Ahora sí dejaré que me hagas un bebé”.

Jhon cierra la llamada. En verdad ni siquiera sabía lo que quería, estaba tan desesperado y peleando consigo mismo para no ir detrás de Amanda, que esa noche se decidió y fue a un bar, allí contrato una mujer de la calle y se la llevó para intimar con ella, así de alguna manera, tratar ideal de sacar Amanda de su corazón

*¡Ring, Ring, Ring!*

“¡Hola!”

“¡Amanda! ¿Cómo estás? he conseguido tu número gracias a tu amiga Yuli. Necesito contar con su apoyo y con su firma para poder continuar”.

“Sofía, ya no estoy más a cargo de la empresa, ahora a quién tienes que dirigirte y a quien debes dirección es al Señor Ferrari”.

“Hace unos 15 días lo he intentado Señora Castro, más él se niega, dice que esta empresa pertenece a usted”

“No puedo ayudarte Sofía, estoy fuera del país y he decidido olvidarme de todo”.

“¿Qué pasará en esta empresa sin nadie que quiera liderar? ¡Amanda, este es tu sueño! Yo entiendo que hayan pasado cosas malas, pero muchas veces simplemente son cosas que están escritas para nosotros. Te voy a pedir disculpas por meterme en los asuntos que no me competen, más porque soy una simple empleada, pero considero que tienes un talento hermoso y has triunfado en tu primer intento, no dejes que esto caiga”.

“Mi ánimo no me ayuda y no sé qué hacer de verdad, no quiero, nada no… No es mi empresa”.

“El Señor Ferrari dice y asegura que es su empresa y no quiere hacer nada, él está negado. Más tenemos inversionistas, pedidos y todo para seguir adelante. Solo necesito su aprobación inmediata por favor”.

Amanda piensa en que podría sacar dinero, que en esos momentos está necesitando

“Puedo seguir al mando de la empresa de una sola manera Sofía, y es que todo quede en la empresa. Yo estaré de contadora a la distancia, pero nadie puede saber que me sigo ocupando de la empresa”.

“Como usted lo desee ya veraz que esta es muy buena idea. ¡Pronto obtendrá los beneficios y fruto por su trabajo!”

“Te dejaré mi dirección para que me envíes los papeles y los pueda revisar de inmediato. Pero te aseguro número de teléfono. Pero te aseguro vas que si esta dirección o mi ubicación llegan a manos de John no vas a volver a saber de mí”.

“Entiendo que necesite tiempo para usted Señora Castro y tranquila, yo voy a ser muy prudente con todo esto, solo deseo ayudarle. Puedo simplemente cerrar las instalaciones entregarle todo el mando a quien usted me dice. Pero yo vi cada día, todo el amor y el empeño que usted ponía, ahora quizás está atravesando un momento difícil, no conozco el por qué, pero me uno a su dolor, puede contar conmigo, yo creo y confío en su gran talento”.

“Muchas gracias Sofía, quizás necesitaba escuchar esas palabras en este momento, me siento un poco deprimida”.

“Usted debe resurgir de la ceniza como el fénix y volver a pronunciarse, recuerde que todos tenemos un momento en la vida para reflexionar, pero solo un momento, ya que la vida continúa”.

Amanda le envía la dirección y dos días después llega todo al buzón y ella inicia a trabajar

“¡Buenos días hija! Te veo un poco más animada”.

“El Señor Ferrari no se quiso hacer cargo de aquella empresa de moda y junto a mi asistente he decidido volver a tomar el mando, pero de manera anónima”.

“¿Estás segura que eso no te hará retroceder tus sentimientos y volverás a estar el triste?”

Le preguntó Charo con un rostro preocupado.

“No voy a tomar todas las ganancias que me corresponde, pero ahora serán tres bebés, en este caso ¿Cómo los voy a mantener? La única entrada hasta ahora es la de contaduría, que va de la mano con la Familia Andrew y esto es ingreso de cada tres meses, que es el periodo de cierre de nómina”

“¿Entonces vas a tomar el mando de la empresa nuevamente?”

“No, no lo haré así, pensaba salir y emplearme en cualquier lugar pero, después de una llamada de Sofía, pensé en una oportunidad. Solo haré un huevo usuario en la empresa, al que se le va a pagar por su trabajo realizado, este usuario será mi trabajo, con ese sueldo podremos estar bien. Todo lo demás se quedará en la nómina de la empresa, no quiero seguir quedando como una aprovechada ante los ojos de ese hombre”.

“Aún pienso que deben hablar, de alguna manera es entendible como él se siente Amanda”.

“¿Y cómo yo me siento yo madre? No lo imaginas, tengo mi alma destrozada, cada día lucho conmigo misma, para no salir por esa puerta, tomar un avión e ir hasta él y abrazarlo… abrazarlo como lo hacía cada día. Esto es una tortura, un dolor inmenso clavado en mi alma, no sido fácil para mí, pero es una decisión que se tomó y aunque me duela, aunque me desangre de dolor tengo que mantener firme”.

Siguieron pasando los meses y Amanda trabajaba en la empresa tal como lo planeó, hizo un usuario y de ese salario hacía cosas personales que le estaban haciendo falta.

“¡Buenos días Señor Ferrari! ¿Qué tenemos para hoy pendiente?”

“Estoy por ir al área de administración”.

Jhon se queda mirando fijo a su amigo Robert

“No me habías dicho que tenías un noviazgo con esa chica”.

“Fue algo un poco loco, pero es muy buena chica. Me siento bien en su compañía, además como tu humor últimamente ha estado un poco incómodo, no deseaba molestarte con mis cosas”.

“Recuerda que eres mi amigo, y aunque soy un desastre en el amor y para la elección de las mujeres. Sigo siendo tu amigo”

John deja Robert con algunos pendientes y se dirige a la oficina de administración a reunirse con Yuli. A su entrada la encuentra recogiendo archivos y tiene una caja sobre el escritorio”.

“He venido a preguntarte. Tengo cuadres y cierre fuera de mes, aún no es tiempo ¿Sucede algo?”

“Si Señor Ferrari sucede que entre sus cosas estaba mi carta de renuncia, y al parecer no la has encontrado”.

“¿Cómo tu carta de renuncia, a qué te refieres?”

“No puedo estar aquí más, me marchó”

“Esto no es un motivo claro para que te marche”

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