Entre dos CEO’s
Capítulo 2

Capítulo 2:

“Yo no te quiero perder Ada”.

“Pero también sé que no quieres perder el poder y tu puesto actual, y no te pondré a elegir”. Ella sale por la puerta un poco alterada dejándolo muy pensativo.

“Tendré que buscar la manera para que mi padre entienda mi nuestra situación. Yo amo a Ada desde siempre, y no estoy dispuesto a perderla, pero tampoco perderé mi puesto como el Ceo, que tanto sacrificio me ha costado mantener hasta este día.

Ese día Amanda se sentía sumamente feliz, aunque no había obtenido experiencia ya que no le habían brindado la oportunidad. Sus conocimientos dieron frutos, ella se sentía orgullosa de su gran avance, estaba muy feliz.

“Amanda, los jefes están muy contentos con tu trabajo, ojalá te den ese puesto, lo mereces por tus conocimientos y el trabajo realizado recientemente”.

“Mucha gracias Yuli pero no creo que nos hayan tomado en cuenta”.

“No coloques la duda delante mi amiga, eres brillante pronto los jefes se darán cuenta. Resolviste en unos días lo que otra persona se había tomado mucho más tiempo”.

En ese momento ella ve a Carlos salir de su oficina y quedo flechada. Un hombre alto e imponente, cabello y ojos claros, unos labios que robaron su atención por completo y ese aire imponente que lo hacía interesante, ´más interesante aún`. En ese momento se quedó admirando aquel hombre, lo que no imagino es que él también la observa, sus miradas se encontraron haciendo una conexión casi inmediata. No pasó mucho tiempo cuando él camino hacia donde se encontraba y le tendió la mano en un saludo.

“¡Buenas tardes! ¿Tú eres…?”

Tararea por la impresión, pero al final se presenta un poco avergonzada.

“Yo soy Amanda jefe… disculpe”.

Él la mira aún más impresionado. Ver una mujer tan atractiva e inteligente le pareció interesante, aunque luego se cuestionó ya que había pasado mucho tiempo, antes de que una mujer captará su atención.

“¡Mucho gusto en conocerte! También quiero agradecerte y felicitarte por tu trabajo”.

“Muchas gracias, pero solo hice lo que me ordenaron, colocando mis conocimiento y amor por lo que hago, como cualquiera en mi lugar lo hubiese hecho”.

“Pues quiero ser el primero en informarle que por su trabajo a calificado para el puesto administrativo. A partir de mañana es el lugar donde debe trabajar”. Se acercó y lo abrazó.

En un instinto saltó de alegría sintiendo una nueva sensación en su pecho, aunque luego reacciono y se disculpó. “Fue la emoción señor, me disculpo una vez más”.

Aunque solo habían pasado minutos, desde que sus miradas se encontraron, ambos quedaron flechados.

“La espero en la tarde en mi oficina para firmar el cambio de puesto y explicarle algunas medidas”.

Él seguía hablándole pero sus miradas seguían conectada. Cuando él se iba alejando tropezó en la puerta del ascensor ya que había quedado embobado por completo.

“¡Ay Amanda! Pero que le hiciste al jefe, lo dejaste bobo”.

“¿De verdad? No lo noté”.

“A de ser porque te quedaste tan hipnotizada como él. Aunque es normal, porque ese hombre está hecho un bombón. Tan normal y corriente que es la esposa”.

“¿Esa mujer que vino a buscarme es su esposa?”

“Si, ella ha estado con él desde adolescentes, al que nunca le ha gustado esa unión es al Señor Andrew y más que ella no le ha dado el nieto que él tanto desea”.

“¿Cómo sabes todo eso?”

“La otra secretaria me lo contó cuando llegó la familia está mañana”.

“Ay Yuli, con la felicidad que tengo por mi nuevo puesto, no me interesa más nada. Ahora podré comprar las medicinas de mi madre y mi hermanito empezará asistir a la escuela”

“Me siento muy feliz por ti amiga”.

“Yo estoy agradecida contigo, gracias a tu ayuda de hoy esto es posible”.

Cuando estaba cayendo la tarde Amanda se prepara para la entrevista con su jefe, ella estaba muy feliz, tenía una sonrisa brillante.

“El jefe te envía a buscar”, se presenta la secretaria de presidencia.

Ella se apresura a la reunión, no sabía por qué, pero su corazón estaba exaltado, entra a la oficina y allá la esperaba Carlos”.

“¡Hola de nuevo!”

“Pasa… disculpa la hora, sé que está llegando tu hora de salida, pero estaba organizando lo que tengo que explicarte. ¡Ven, acércate, para hacerte entrega de tu nueva oficina!”

“¿Tendré mi propia oficina?”

“Sí, tu oficina es la de administración”.

“Pero no entiendo, ¿no seré la contable?”

“¿Te hará mal desempeñar ambos puestos?”

“No sé si seré capaz, pero si estoy dispuesta a intentarlo”

“Debes saber que también tendrás ambos salarios”.

Ella quedó en shock, no se esperaba tal ofrecimiento. “De verdad daré lo mejor de mí, para mantener el puesto. Lo prometo”.

“Tendrás la oficina para ti y tú amiga Yuli. Me enteré que ambas trabajaron juntas y resolvieron los problemas que tenía todo detenido en la empresa”.

“Muchas gracias por la confianza”.

“Leí tu historial y es muy completo, no entiendo por qué no obtuviste el puesto desde tu llegada”.

“Todo llega a su tiempo y hoy ha comenzado el mío, estoy más que agradecida y prometo no defraudar su confianza”.

“¿Cuánto tiempo llevas en la empresa?”

“Solo unos meses”.

“Casada, hijos, háblame de ti”

Ella siente u corazón palpitar de prisa por la forma en que la mira.

“Estoy soltera y comprometida con mis obligaciones y compromisos”

Él decide no seguir con la interrogación y huir de la tentación.

“Está es tu oficina. A partir de mañana podrán usarla tu amiga y tú”.

Él la despide pero ambos desde la primera mirada hicieron una conexión casi mágica, fue algo instantáneo.

“Señora Ada pase adelanté, la estaba esperando”.

“Hola doctora, como se podrá imaginar siempre es complicado salir sin que mi esposo quiera acompañarme”

“Nunca la he podido comprender, él debe saber de su enfermedad y que usted no quiere tratarse”.

“Eso lo he dejado claro con usted, yo he venido a otra cosa”.

La doctora la ve mientras mueve su cabeza ante su incredulidad.

“¿Qué necesitas?”

“Quiero saber si puedo utilizar mi óvulo para conseguir un embarazo en un v!entre alquilado”.

“Le podría decir que lo intentaremos pero su cáncer está muy adelantado, si inicia el tratamiento podríamos buscar una solución”

“No hay tiempo doctora tengo un año para tener un bebé y no perder mi esposo”.

“Creo que está siendo usted egoísta, su esposo la necesita y usted se echó a morir, dándole la victoria a una enfermedad”.

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